Capítulo 11

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- Clarke se levantó temprano para preparar el desayuno de lexa, como usualmente hacía todos los días, amaneció increíblemente feliz luego de recordar lo de anoche.



-pasaron los minutos y no escuchaba señales de la castaña, lo cual la confundió mucho porque la ojiverde siempre se levantaba temprano por muy cansada que estuviera e inevitablemente un sentimiento de miedo y dolor atravesó a la rubia, acaso lexa se fue sin avisar.?



-Clarke miro el reloj y luego el desayuno que tenía listo, se acercó rápido a aquel plato de comida y lo guardo en el microhondas para poder ir en busca de lexa.



-subió lo mas rápido que pudo dando un pequeño tropezón en las últimas escaleras, tuvo que sostenerse de la baranda para evitar caer, cuando subió estuvo indecisa entre tocar la puerta de lexa o llamarla... bien si la puerta está cerrada la llamo... si la puerta está abierta entro... se hablo la rubia tomando el picaporte entre sus manos y nerviosamente abrió la puerta con éxito.



-el cuarto era muy similar al de ella nada más que el de lexa era un poco más pequeño...todo estaba ordenado y limpio exepto por un poco de ropa que se encontraba en la esquina de la habitación, se acercó a la cama y... ustedes han visto alguna vez un conejo dormir?, lo lindo que se ven?, bueno pues lexa se miraba diez veces más adorable, ella estaba cubierta totalmente por las cobijas excepto por su cara... la cual se veía muy relajada, así con los ojos cerrados y tranquila se la podía imaginar de niña... una muy bonita, sin pensarlo mucho se sentó a un lado y acaricio su rostro suavemente.



-lexa... cariño, tienes que ir a trabajar...- le hablo suavemente sin dejar de acariciar su rostro, al ver que no la escucho volvió a hablar. - lexa...



-mmm... cinco minutos más...- refunfuño y a clarke no le pudo parecer más tierno ese gesto.



-pero tienes que trabajar... vas a llegar tarde...- le volvió a hablar divertida por los gestos que hacía.



-pero clarke yo no tengo trabajo hoy...- abrió por fin sus ojos mirando a la rubia y sintiendo aquellas suaves caricias.



-no.? - la miro confundida.



-no... ayer llamé para pedir unos días libres... sólo me dio dos- suspiro cansada.- por lo menos en el bar Indra si me dijo que podía volver cuando quisiera, así que ya veré más adelante.



-Dios... ahora me siento culpable - la miro visiblemente avergonzada. - Perdóname, yo no sabía... yo pensé que tenías que trabajar, de hecho hasta hice el desayuno y como nunca te escuché me preocupe de que te hubieras ido sin comer así que vine a buscarte y yo...



-esta bien, tranquila. - la interrumpió la ojiverde. - gracias por preocuparte por mi ...- le miro intensamente.



-ustedes no saben lo que es tener una mirada de ella... es intensa sientes que te atraviesa y deseas más... quieres más.



-que tal si vamos a desayunar ? - propuso lexa al ver que la rubia estaba en silencio.



-sólo hice algo para ti ...- confesó avergonzada.



-no importa puedo hacerte algo yo. - le sonrio amablemente pero clarke casi de inmediato se paralizó.



-no, no hace falta yo cocino rápido...- contesto tratando de que no notará su miedo a la comida de la castaña.



-segura?, puedo hacerte las ricas tostadas. - volvió a preguntar mientras se quitaba las cobijas.



-lo estoy... tranquila es tu día libre. - se apartó para dejar que la castaña se levantará.



Mi mejor casualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora