CAPÍTULO 22

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CONSTANS


















"-¿Esto será otro intento de excusa, Lana? Ya basta de vernos la cara. Todo el pueblo siempre ha estado consciente de la extraña situación que envuelve a tu hija ¿Para qué seguir engañandonos?

Mis ojos lagrimean por el miedo que me consume en estos momentos, y la desesperación que veo en el rostro de mi madre me estruja el corazón. Ya es la tercera vez que veo a toda esa gente afuera de nuestra casa. Ya es la tercera vez que llegan a amenazarnos con esas antorchas y ésas otras armas. Se tratan de mis vecinos y otros mas son miembros de nuestra iglesia.

Lucen muy molestos, esta vez parece que están fuera de control. Tampoco dejan de gritar y reclamar para que seamos exiliados de una buena vez.

Tengo miedo... Mi cuerpo no para de temblar. Me duele ver todo ese desprecio en sus rostros, siento que esta vez no van a apiadarse de nosotros...

De mí...

¿Por qué hacen esto conmigo?, ¿por qué me odian tanto?, ¡yo no les he hecho nada malo a ninguno de ellos!

No merecemos esto...

No lo merezco.

Me aferro con fuerza al manto de mi madre, mientras me oculto detrás de ella. Es el único refugio que encuentro seguro ahora para aferrarme al aquí, porque siento que esa gente no se contendrá y que pronto me sacarán a rastras de la casa.

Mi madre está en la puerta, delatando temor en su rostro. Samy llora inconsolable entre sus brazos pero eso no parece importarle a la gente mala de afuera.

- ¡Ella no ha hecho nada que quebrantara con las leyes de nuestra iglesia, Anna!, ¡por favor!

-Los pequeños afirmaron verla de nuevo en el bosque, practicando, me apena decirlo. ¡Algo que afiguraba nada más que hechicería!

- Las luces no son debido a ninguna clase de hechicería, Madre Anna. Jamás he intentado algo parecido... ¡Jamás lo haría!- no pude resistirlo más.

✔️ LA LUZ DE LAMIA  (Completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora