✔️ LA LUZ DE LAMIA (Completa)

CAPÍTULO 9

Una dedicatoria muy especial para felicitar a GabyToasa una de mis fieles lectoras hoy en su cumpleaños :) felicidades linda, te agradezco muchísimo tu apoyo. Te deseo lo mejor hoy y siempre.

—¿Seguro que no lo imaginaste?, quizá pudo tratarse de un maldito gato.

— Por Dios, aún no estoy tan loco para alucinar cosas así. — <<o eso es lo que al menos espero>> —. Juro que se trataba de la silueta de una persona. Muy alta, es imposible que haya sido un gato.

—Estabas dormido, quizá lo soñaste.

—Estoy seguro de que era real. Ví cómo las ramas del árbol se movían, cómo si hubiese estado alguien entre ellas.

No me responde, sólo se mantiene pensativo y eso ya me puso un poco nervioso. Aprovecho su momento de silencio para acomodar los frascos de verduras y sopas enlatadas en las repisas de madera. Aún me falta mucho por hacer, no puedo creer que se nos haya ido estas dos últimas horas tan rápido, no hemos avanzado con el inventario de la tienda. El negocio de abarrotes es de mi abuela y Josh y yo le ayudamos a atenderlo varias veces a la semana.

Cuando llegó mi primo no pude evitar abordarlo para contarle lo que me había pasado hace noches en el patio de mi casa. No ha creído nada de lo que le he dicho, por supuesto, ya lo esperaba, y bueno, no lo culpo por no hacerlo, pues yo tampoco hubiera creído en estos cuentos antes. Me resultaba difícil de entender, pues yo nunca he creído en nada de esto y cuando me contaban cosas que pronto lo querían relacionar con algún suceso paranormal, sólo me limitaba a juzgarlos cómo ingenuos. Sin embargo, aún no estoy asegurando que lo que me pasó se haya tratado de algo parecido... pero no puedo dejar de sentirme desconcertado y temeroso desde entonces porque aún no puedo explicarme qué fue lo que realmente ocurrió en mi propio hogar.

Era una persona, estoy seguro. Parecía una persona, es de lo único que puedo estar convencido ahora.

—¿Entonces qué piensas que era?, ¿un fantasma? Tú eres el que dice que no cree en nada de eso, hermano.

No puedo evitar rodar los ojos, siento que sólo está burlándose. Después me levanto a dejar una caja vacía de cartón sobre una mesa.

—Nunca supuse que fuera un fantasma, idiota. — le respondo y después recargo mi peso sobre la mesa—. Sólo dije que parecía una persona. Me preocupa que se haya tratado de algún ladrón.

—O de una admiradora tuya que ahora te sigue hasta casa.— me guiña un ojo y yo sólo le hago una negativa con la cabeza. Este tonto jamás se tomará nada de lo que le digo enserio. Bufa, encogiéndose de hombros—. ¿Que? ¡es posible! Ahora tienes a muchas en la escuela muriendo por ti, que no te sorprenda si te siguen hasta a casa.

Se pone de pie también y me empuja del hombro.

—Si yo fuera tú, aprovecharía esa suerte.