CAPÍTULO 38

80 7 0
                                    

CHRISTOPHER






















Mi cuerpo no responde, apenas soy consciente de la oscuridad que me rodea y del  fuerte temblor que ha invadido a mis manos. No logro ver ni siquiera un borrón de luz, eso empieza a ponerme nervioso y también me hace sentir acorralado.

<<Ahora no, Chris. Por favor resiste, resiste.>>

Cada paso que doy se siente pesado, cada movimiento que hacen mis piernas se siente más allá de lo forzado, y ya he descubierto el porqué me siento tan ajeno, incluso dentro de mi propia piel. Jess y mi primo son los que están arrastrando mi cuerpo por un oscuro pasillo en este momento.

Maldición...

Seguimos dentro de la casa.

Cada uno me sostiene de un brazo. Su aferro es desesperado y doloroso. Soy capaz de escuchar sus inestables respiraciones cerca de mí, también al sonido de sus voces agitadas y llenas de pánico. Murmuran, pero aún así soy capaz de percibir lo angustiados que en realidad se encuentran. 

Dios...

¡¿Qué ha pasado?!

Vagos recuerdos llegan a mi cabeza para atacarme.  No puedo creer que en menos de dos segundos hayamos logrado escapar de ahí...

" — ¡Chris, Corre!

Koran se interpuso y comenzó a pelear con los encapuchados que intentaban llegar a mí. Logró hacerlos cenizas en  segundos. Apenas podía reaccionar, apenas podía esquivar a esas cosas que se empeñaban en atraparme. Jess y Josh me cubrían de todos ellos, en todo momento. Después se nos dejaron venir más de ellos, pero Koran volvió a intervenir para ayudarnos a escapar por un pasillo que había detrás de él.

Cuando logramos salir de la estancia donde estaban ellos, todo empezó a oscurecerse, me sentí muy aturdido, mareado y débil. Escuchaba un fuerte pitido en mis oídos y después... ya no supe más de mí."

Y ahora que he vuelto un poco al aquí... no puedo moverme, no puedo hablar, no puedo asimilar nada de lo que ocurre dentro de mi propia piel.

¡¿Qué demonios pasá conmigo?!

Las imágenes frente a mí se dibujan cómo manchas borrosas y negras, que pasan rápidamente de un lado a otro, mientras corremos por este largo y negro pasillo. Todos, absolutamente todos mis sentidos, parecen que se encuentran completamente inactivos, manteniendo a mi cuerpo mas inmóvil e inútil. Es desesperante, ahora me siento tan atrapado dentro de mi propio cuerpo. El corazón me sigue latiendo a toda velocidad, que hasta duele. Las voces de los dos chicos que están conmigo, siguen escuchándose cómo un profundo eco.

No sé qué hacer, no puedo salir de este shock, no entiendo qué demonios me pasa, pero ya estoy empezando a temer. Mi mente sigue aquí, pero mi cuerpo no puede obedecer a las demandas de mi cabeza. En lo único en lo que puedo enfocarme ahora, es en la asfixiante oscuridad en la que nos encontramos sumidos, y en aquel desastre que sigue escuchándose a lo lejos.

Koran...

Él se quedó solo ahí... con esas cosas.

— ¡No puedo ver nada, Josh!

—¡La puerta de emergencia está por aquí, lo sé! tranquila.

Soy capaz de sentir el gran y doloroso aferro de la mano de Jess sobre mi brazo. También logro percibir su inestable y agitada respiración cerca de mí, y aunque no puedo ver su rostro en este momento... estoy seguro de que su cabeza está moviéndose en vigilancia hacia todos lados con desesperación, ya que siento cómo los hilos lisos de su castaño claro me golpean suavemente en la mejilla por los fugaces movimientos constantes que hace.

✔️ LA LUZ DE LAMIA  (Completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora