CAPÍTULO 46

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CHRISTOPHER.
































Despedirme de ella resultó ser más difícil de lo que pensé. Aún estoy haciéndome a la idea de que voy a tener que pasar otra jodida semana sin verla. Ni siquiera ha pasado un día y ya la extraño. Dios... Siento que esto es tan injusto. Apenas la había recuperado. Estar lejos de ella no sólo hace que me sienta vacío, también me llena de pánico y de preocupación, pues sé que es a ella... a la principal que quieren encontrar esos monstruos.

Cuando escuchamos el aviso para abordar... la abracé tan fuerte y eso sólo me hizo sentir peor, porque estar entre sus brazos es lo único que me hace sentir seguro de verdad. Es el lugar en dónde sé que los dos estamos a salvo. No quería separarme de ella, rápidamente sentí mucho frío al alejarme de su abrazo. Necesitaba quedarme más tiempo entre sus brazos, pero fueron Josh y Jess los que tuvieron que intervenir para hacerme soltarla porque ya teníamos que abordar.

No me cabe duda de que viviré un infierno cuando me tenga que separar de Constans para siempre, pero eso es algo... que será inevitable.

Así lo siento ya.

"— Así debe de ser. "

Suspiro y después trato de mirar por la ventanilla que yace a mi costado, el cielo nocturno ya ha empezado a caer.  Llevaba mucho tiempo sin subir a un avión, pensé que regresaría mi pánico por estar de nuevo dentro de uno, pero para mi sorpresa me siento más allá de lo estable ahora. 

Ya me he alejado del peligro que corría en Nueva York, pero aún no puedo sentirme seguro del todo, no puedo hacerlo al ser consciente de que mi tía Helena aún se encuentra en Spring. Mis amigos, mis nuevos amigos y sobre todo Constans, quien es la que corre más peligro ahora. La situación cada vez se torna más  grave y no sólo lo digo por lo que ya sé... Sino, por los noticieros que, nuevamente, hablan de mas asesinatos transcurridos desde ayer en la ciudad.

Gran, gran, gran mierda.

La ciudad que se visualiza por la ventanilla, luce tan pequeña, tan luminosa. Ya falta muy poco para aterrizar y mis nervios no se han relajado ni un poco. Al contrario, ahora me siento muy ansioso. Mis expectativas no son tan altas tampoco, porque soy consciente de lo que está pasando mi tío Ben ahora. Supongo que será una gran sorpresa para todos verme ahí de nuevo, tanto como para mí lo será.

No sólo me siento nervioso por eso, si no que por regresar a mi antiguo hogar. No sé lo que me espera realmente, ha pasado mucho tiempo desde que estuve ahí, pero siento curiosidad por ver cómo luce todo ahora, también muero por ver a mis primos. Creo que podré controlarme con los recuerdos que me lleguen, pero aún así... temo de una recaída si me sobrecargo de ellos. Ya me pasó una vez y fue horrible. No quiero confiarme mucho en esta ocasión...

Ya falta poco. Ahora no puedo dejar de temblar, no sé lo que me pasa, pero no lo puedo controlar.

<<¡Deja de ser un cobarde!, ¡puedes hacerlo!>>

—¿Estás bien, hermano? — Josh pregunta después. Luce preocupado cuando lo encaro.

Asiento en respuesta.

—Señorita... — Jess llama a la sobrecargo que paseaba cerca de nosotros y la chica le entrega algo después a nuestra amiga. Ella me mira y luego me entrega el pequeño vaso de plástico que le había dado la señorita de uniforme azul. Mi ceño se frunce cuando lo tomo—. Esto te calmará hasta que lleguemos.

Miro el líquido que se encuentra dentro, aún me siento inseguro de probar.

—Anda, o tendrás un ataque de ansiedad si sigues poniéndote así. — me reprende y después de rodarle los ojos, le doy un gran trago. Rapidamente reconozco que se trata de tequila. Cala un poco al pasar por mi garganta pero de inmediato siento cómo este hace efecto en mí, cuando mi cuerpo se relaja, pero sólo eso. Es extraño que el alcohol ya no me provoque náuseas ni mareos, antes con el primer trago me bastaba para sentirme aturdido. Ahora apenas percibo que se trata de cierta bebida.

✔️ LA LUZ DE LAMIA  (Completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora