Capítulo 3

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Termina la llamada, mi mamá me mira un poco nerviosa
-¿Y, que pasó?
-Quiere vernos primero
-Bueno, pues ya es un avance ¿no?
No me responde la pregunta
-Mañana a las 8 de la mañana tenemos que estar en su casa
-¿Qué? ¿Por qué a las 8?
-Tenemos que estar antes de que ella se vaya al trabajo

Bueno, todo sea por el empleo.

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A las 7 de la mañana me despierta la alarma de mi celular, hacía mucho que no me levantaba tan temprano.

Mi mamá y yo nos levantamos, dejamos a Santi con la señora de la casa y nos encaminamos a la entrevista, o lo que sea.

Llegamos a la dirección, y efectivamente, es una casa enorme, una mansión diría yo.

Mi mamá y yo nos miramos, acto seguido, mi mamá se acerca a la puerta de la casa, y presiona el timbre.

Una voz de mujer responde
-¿Quién?
-Ahh, venimos por el empleo.
-Ah, si pase.

Y se abre la puerta de la cochera, avanzamos con paso decidido en dirección a la cochera, y entramos, hay dos coches, una camioneta blanca grande, como esas que tienen los delincuentes en la televisión, y un coche gris.

Esperamos unos minutos, y aparece una mujer de no mas de 45 años, con un pantalón de tela acampanado, y una blusa blanca de manga larga con un moño en el cuello, tiene la melena castaña, y la lleva suelta.

-Buenos días.
Levanta la mano y saluda a mi mamá y después a mi mientras respondemos al unísono.

-Y bien...
-Gloria
Responde mi mamá.
-Gloria ¿desde dónde vienen?
-Bueno, nosotras somos de Michoacán, pero el destino nos trajo hasta acá, no tenemos donde quedarnos, no tengo trabajo, y mi hija no ha terminado su preparatoria.
-Bueno Gloria, no tengo mucho tiempo, y tampoco han venido muchas personas a solicitar el empleo, así que iré directo al grano, necesito, mas que nada para la jardinería, gente dedicada, necesito un jardín hermoso, y ya tiene que estar así para el próximo mes, les voy a dar una oportunidad a tu hija y a ti, ya saben que pueden instalarse aquí, hoy mismo entran a trabajar, yo tengo que irme pero en cuanto lleguen con sus cosas mi hijo las va a recibir y las va a instalar.
Mi mamá agradecida le da la mano a la señora
-Muchas gracias señora, no se va arrepentir.

Lo más difícil de marcharnos de la pequeña casita de la amiga de mi madre, es que Santiago no se quería ir, parece que le gustó la niña de la casa.

Pero al final logramos sacarlo de allí diciéndole que volveríamos hoy mismo.
Que niños tan ingenuos.

Una vez llegamos de regreso a la mansión, mi mamá llama al timbre y esta vez se abre la puerta principal y sale un chico de no más de 20 años, es delgado, de piel blanca y por los cabellos que se asoman debajo de su gorra roja, veo que es de cabello negro.
Viste unos jeans negros de tubo, y una chaqueta gris y su gorra.

Tiene unos lindos ojos negros, y nos recibe con una sonrisa.

-Hola, buen día, mi mamá me dijo que venían.
No es mexicano, lo noto en su acento, tiene acento... ¿colombiano?
-Buen día joven, mi nombre es Gloria, y soy la nueva empleada de limpieza.
Se estrechan las manos, acto seguido, el joven centra la mirada en mi
-¿Y usted es?
-Hola, soy _______
Le estrecho la mano
-Bienvenidos, mi nombre es Andrés, pueden ir instalándose.

Que chico tan lindo, es amable y muy guapo, ya había escuchado yo que los Colombianos eran personas atractivas pero este es casi perfecto, por no decir perfecto.

Nos guía hasta la habitación en la que vamos a dormir, es mucho más grande que en la que nos estábamos quedando, tiene dos camas, un sofá y un televisor.
Hay también un armario para colocar nuestras cosas, y un tocador con un espejo grande.
Es hasta mejor que mi cuarto en Michoacán.

-Espero les guste
La voz de Andrés interrumpe mis pensamientos
-Si, es muy linda.
Le sonrió mirándolo a los ojos, me devuelve el gesto.
-Bueno, yo tengo que salir ahorita pero instalen se y pueden ir a conocer la casa para que se vayan familiarizando.

-Joven -mi madre lo detiene -pero ¿por dónde empiezo?
Andrés sonríe amablemente
-No se preocupe Gloria, mi mamá no llegará a comer, nunca lo hace, y yo puedo comer algo fuera, sólo haga algo para ustedes -hace ademán de marcharse pero se da la vuelta -ah Gloria, si mi mamá pregunta, comí aquí.

Sonríe una última vez y se marcha.

No paro de pensar en todo, esta señora tiene una hermosa casa, lindos coches, lindas habitaciones, pero sobre todo, un muy lindo hijo.

Rompe Las Distancias  (Parcerito y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora