Volvió a tocarme nuevamente en una clase llena de imbéciles y demás bastardos, pero con el alivio de que esta vez contaba con la presencia de varias amigas de mi grupo y se me haría todo más llevadero y sencillo, pero aún así, con todo eso, sabía que lo iba a pasar mal. Decidí que cada vez que hablaran de mí o me dijeran algo pondría mi mente en modo off, no les escucharía más, no podía permitir que me siguiera afectando todos los malos comentarios que tenían reservados única y exclusivamente para mí. Apagaría mi cerebro como si tuviera un interruptor.
El año anterior me tomé tan en serio lo que me repetían constantemente de que estaba gorda que durante todo el verano aproveché para comer lo mínimo para así perder peso y que se me notara, ya que mi cambio radical en cuanto a maquillajes y ropa nueva tenía que esperar un poco más hasta que cumpliera como mínimo otro año, no quería darles la satisfacción de que aparte de fea y hortera también me llamaran gorda de nuevo. Eso sí que no.
Puede sonar un poco cruel esto, pero el curso se me hizo un poco más ameno y mejor que el anterior porque a pesar de que seguían diciéndome barbaridades también empezaron a meterse con mis amigas, nos llamaban 'el grupo de las frikis esas' y eso me producía felicidad, porque ya no era yo sola la que provocaba repulsión, lo producíamos todas mis amigas, y eso me parecía genial ya que así estaríamos más unidas y nos apoyaríamos mutuamente, así que por esa parte incluso tendría que darles las gracias a esa gentuza.
Empecé a fijarme en los chicos, siempre me habían atraído físicamente varios, pero ahora era distinto, empezaban a despertarme verdadera atracción, pero eran tan guapos, tan perfectos que jamás se les ocurriría siquiera mirarme a mí teniendo a auténticos bellezones delante de ellos, y me daba mucha rabia. Me quedó claro que los guapos están con las guapas, cualquier otra combinación está totalmente fuera de lugar. Algo inaceptable.
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Alma gélida y de porcelana
Teen FictionLa historia que voy a contar a continuación es dura, no esperes un cuento de hadas con final feliz, no esperes a la preciosa e inocente princesa rescatada por el perfecto y guapísimo príncipe. No. Realmente toca unos temas difíciles y jodidos que la...