YOLO; You Only Live Once

Happy Brownies y cuatro intrusos

Cuando volvimos con los demás nos miraron curiosos, comenzaron a hacer preguntas pero no hubo tiempo de responder. ¿Saben por qué? ¡Porque la maldita vieja de la cafetería nos encontró y comenzó a gritarnos y a perseguirnos como desquiciada!

Todos comenzamos a correr por los pasillos, nos dividimos en grupos inconscientemente pero la vieja nos seguía persiguiendo a Brandon y a mí. Sarah dejó caer la cubeta llena de agua con jabón para dejar el piso resbaloso, la mujer comenzó a chillar mientras se resbalaba como un pingüino por el pasillo.

Los ocho terminamos en el estacionamiento del instituto. Todos apestábamos a sudor y Brandon y yo olíamos peor. La campana del recreo comenzaba y los profesores salían en nuestra busca.
—¿No subirán?—miré a Jensen en su auto con los chicos, nosotras nos miramos confundidas— las llevaremos a sus casas, así no tienen que estar apestosas el resto del día. Además es viernes, ya saben, fiesta en mi casa—dijo como si fuera lo más obvio del mundo.

¡ESPEREN! ¿¡QUÉ!? ¡LOS CHICOS MÁS POPULARES DEL INSTITUTO NOS INVITAN A UNA FIESTA! ¿Estoy soñando?
No me di cuenta cuando Daniela ya se estaba subiendo junto con Sarah, Lucía dudó un momento pero terminó por encogerse de hombros y subir. Éramos demasiados, por lo que Daniela se subió en las piernas de Jason y Sarah iba ajustada entre Oscar y Brandon, en el copiloto iba Lucía ya que se negó a subirse en las piernas de uno de ellos y me dejó a mí en las piernas de Brandon. Genial, noten el sarcasmo.
Le di las direcciones de mi casa, pero Oscar terminó por decirle que fuera a su casa y ahí nosotras nos íbamos a las nuestras.
Una vez ahí mi tía estaba afuera hablando con alguien, bajé la cabeza y terminé acostada en Oscar y Brandon.

—Maldición... se me olvidaba—extrañamente mi tía me vio y se nos acercó, nos miró con una sonrisa y comenzó a hablar;

—Hice brownies, ¿les gustaría? son bastante... happy—dijo con malicia, terminamos por aceptar porque no se daría por vencida y todos entramos a casa. Mi tía nos dijo primero que debíamos lavarnos con la manguera a Brandon y a mí, mientras los demás se duchaban. Mi madre tenía cajas con ropa de mi padre (el cual no recuerdo ni conozco) y a las chicas yo les prestaría mi ropa. Daniela y Lucía y Sarah se turnarían mi baño, mientras que los chicos se ducharían en el baño general del segundo piso.

El agua estaba fría y podía ver como Brandon disfrutaba de tirarme agua con la manguera, pero cuando fue mi turno me vengué, ya que puse a toda potencia, dejando salir bruscamente el agua.
Al entrar Jensen estaba duchado sin camiseta con su pantalón, mientras que Oscar estaba duchándose y Jason estaba en la cocina hablando con mi tía, él ya estaba duchado. Subí a mi habitación y me encontré a Sarah en ropa interior acostada en mi cama, Lucía se estaba cepillando el cabello con mi cepillo y Daniela estaba en la ducha. Les tiré atuendos y esperé paciente a que el baño quedara libre. Cuando esto sucedió me adentré y lavé mi cabello... a decir verdad, al meter a cuatro chicos a la casa mi madre me hubiera matado y enterrado 80 kilómetros bajo tierra. Pero no se encontraba y no tenía por qué enterarse.

Cuando salí me coloqué un short y una camiseta que me llegaba a los muslos, era blanca y le había hecho ciertos detalles con mis tijeras. Las chicas estaban conversando en la sala con mi tía mientras comían de los brownies con los chicos. Sarah corrió y se me tiró encima.

—Barnie es un dinosaurio muy grande y divertido—comenzó a cantar a todo pulmón mientras me daba vueltas alrededor. Brandon se colocó a mi lado recién salido de la ducha y miró extrañado la escena

—Creo que les di los happy brownies en vez de los normales—mi tía se encogió de hombros y salió por la puerta principal diciendo que iría a casa de una amiga. ¿¡QUÉ CLASE DE MUJER ES ESTA!?

Con mucha duda me atreví a comer uno de los brownies que quedaban, todo comenzaba a darme vueltas y era divertido en cierto modo.
Comencé a ver a las personas a mi alrededor reír sin razón. Todo daba vueltas a mi alrededor, los chicos parecían salchichas tambaleantes.
—¿HIP HIP?—chilló Lucía en la mesa de estar.
—¡HURRA!—dijimos todos corriendo alrededor de Brandon que se veía fastidiado. Le ofrecí uno de los happy brownies pero se negó.
Vi a Oscar bajar de mi habitación en bóxer, con uno de mis sostén atado en la cabeza, dejando las copas del seno como si fueran cuernos. Una sábana en el cuello y comenzó a jugar de súperheroe .
—¡Yo soy Stich, y Sarah es Lilo!—chilló subiendo a mi amiga a sus hombros, mientras reía me sentí más liviana, Jason me subió a los de él, en su cabeza tenía un sombrero viejo de pesca. Ni yo sabía que esa cosa existía si soy sincera.
—¡GUERRA DE CARICATURAS! ¡VAMOS ALICE IN WONDERLAND! ¡SERÉ EL SOMBRERERO LOCO!—dijo corriendo en círculos conmigo en hombros, Jensen subió a sus hombros a Lucía, diciendo que ella era Lucy la de Narnia.
—¡POR NARNIAAAA!—corrió hacia Oscar, Lucía y Sarah se empujaban entre ellas riendo, mientras que Oscar y Jensen se empujaban acercando a sus compañeras. Jason me daba vueltas persiguiendo a Daniela.
Brandon me tomó de la cintura y me bajó de los hombros de Jason, quién siguió en la persecución de la rubia.
—¡SEÑORES!—llamando la atención de todos señalé a Brandon—La cabeza de condón no quiere divertirse con nosotros—salí corriendo y adentré la manguera tirando agua hacia el mamut pelinegro, quién comenzaba a correr por todas partes en busca de refugio. Los demás fueron por cubetas o algún recipiente que sirviera de envase para la nueva guerra de agua.

Brandon me tomó de las piernas y me tiró a su hombro como un saco de patatas, me llevó al sofá y con la manguera comenzó a mojarme sin piedad. Jason mojaba a Daniela con una olla de sopa mientras ella se cubría con un almohadón.
No nos dimos cuenta en ese momento.

—¡PISCINA EN CASA!—miramos a Sarah haciendo una especie de "ángel de nieve" en el suelo inundado por el desastre con el agua, Oscar jugaba a ahogarse mientras que estaba acostado en el suelo. LITERALMENTE se puso a gritar como loco por miedo a morir ahogado, era divertido ver lo estúpido que se veía.
—Oye Alice—dijo Jensen con un tampón en la mano con la mirada curiosa—¿Es esto un consolador?—comenzamos a reír y Lucía se lo quitó
—Esto sirve para cuando sangras te lo metes y absorbe la sangre—dijo metiendo el tampón en su nariz—¿ves? Ahora eres un oso hormiguero y tienes trompa—todos comenzamos a reír al ver la cara de frustración de Jensen al meter el tampón en su nariz incómodo.
—Los llevaré al entrenamiento—Brandon siguió mojándome y comenzó a hacerme cosquillas.
¿Quién lo diría? ¿Quién diría que comería happy brownies y terminaría con los cuatro chicos, los intrusos, drogada en mi propia casa por culpa de mi tía?
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Jensen en multimedia (Dylan O'brien)