SOS Parte I

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  —Hey princesa—abrí mis ojos y miré al peliblanco sonriente, tenía una camiseta dejando ver un tatuaje en su bíceps izquierdo. ¿Lo habré notado antes? 

Levantando mis brazos e incorporando mi cuerpo en la silla con pesadez miré a mi alrededor desconcertada. 

  —¿Dónde estoy?—pregunté en medio de un bostezo—¿No eres tú el chico del gimnasio que boxeaba junto con Jason?

—Mira querida, debes irte antes de que mi jefe llegue, además tu madre debe estar preocupada. Son las cinco de la mañana. Solo faltas tú de irte—dijo moviendo las sillas a mi lado y colocándolas en la mesa. Me levanté y un gran mareo me llenó—¡NO ESPE--!—no pudo terminar su frase hasta que vomité a mi lado, llenando mi cabellera despeinada y mi ropa del día anterior. El dolor de cabeza me estaba matando. Con un suspiro me entregó un vaso con agua y una pastilla y comenzó a limpiar lo que era mi vomito

  —Lo lamento mucho—comenté avergonzada, pero él solamente se encogió de hombros y terminó de limpiar mi desastre, después de un rato me despedí de él y caminé por las calles algo aturdida por los rayos del sol.


  —¡SUELTAME!—me ericé al pasar por un callejón donde una voz se me hacía extremadamente conocida, no pude evitar correr hacia el callejón sin salida y ahí estaba esa castaña cabellera en el suelo, siendo golpeada por quién se suponía ser su novio, ella estaba desnuda.

La furia, el estrés de ver como no poder hacer nada para salvar a mi amiga me invadía. La adrenalina corría por mis venas, estaba escondida detrás del basurero

  —¡DEREK DEJALA TRANQUILA!—corrí después de sudar y torturarme pensando en dejarla sola, pero el fuerte brazo del tipo impactó mi rostro, para volver con la joven que lloraba desolada y asustada, había sufrido de golpes antes, pero nunca había peleado en boxeo contra alguien tan fuerte o alto. 

Me lancé sobre él y mordí su pierna, haciendo que cayera de espaldas, pero no duré mucho hasta ser golpeada por sus puños. A como pude cubrirme y devolver ciertos golpes lo logré, logré salirme de su agarre y tomar en mi espalda a Lucía para salir corriendo de allí, sentía como mi amiga quedaba inconsciente en mi espalda dejando caer más su peso, mis piernas temblaban mientras corrían lo más rápido posible, la vista se me hacía borrosa. ¿Dónde mierda quedaba el hospital más cercano? 

No sé cuanto corrí, me caí muchas veces y cada vez escuchaba más lejos los gritos de Derek gritando como desquiciado. Mi casa estaba lejos, no sabía donde Lucía vivía y por supuesto, no tenía ni idea de donde rayos el hospital quedaba. 

La gente me miraba raro, nadie me intentaba ayudar, solamente susurraban cosas extrañas pero si me ponía a pensar en lo egoístas que las personas eran nunca llegaría a mi destino

—¡AUXILIO POR FAVOR!—mi grito desgarrador alarmó a toda la sala blanca del hospital una vez que logré llegar allí. No aguanté más mis piernas ni mi respiración y caí al suelo con la castaña encima, golpeando mi cabeza contra el frío suelo. Sintiendo un gran alivio en mi espalda... todo estaba bien... no, no lo estaba, debía resistir un poco más—mi amiga... salven a mi amiga...—me incorporé en mis rodillas y mis manos, viendo como sangraban mis extremidades y un líquido correr por mi frente, uno espeso, más tibio que el sudor.

—Señorita, por favor déjeme ayudarla, está herida—las voces de las enfermeras y médicas eran lejanas

Necesitaba saber que Lucía estaba bien, si no lo estaba jamás me lo perdonaría. Levantando torpemente mi cuerpo comencé a correr hacia delante, abriendo puertas, viendo como se la llevaban en una camilla. 

—Ayuden a Lucía por favor—rogué aferrándome a la camiseta de uno de los médicos que daban aire a mi amiga. 

—Señorita, usted debe ir a otra sala, por favor deje que la cure—uno de ellos se separó y me detuvo, dejando que mi borrosa vista pudiera ver como se la llevaban cada vez más lejos

—Pero yo... debo... salvarla—no aguanté más el peso en mis rodillas y caí inconsciente, sin saber la hora, sin saber el día... solamente caí como una hoja cae del árbol.


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Daniela en multimedia (Dove Cameron)

Hola! se acerca el final, espero que no dejen la historia hasta aquí y la terminen, quiero agradecerles por todo su apoyo con votos y sus comentarios, o por sus lecturas, eso para mí es más que valioso, les agradezco en serio, bye bye!

YOLO; You Only Live OnceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora