YOLO; You Only Live Once

Campamentos

El fin de semana se hizo largo, aburrido y muy fastidioso con mi tía. Hasta que Sarah llegó gritando a mi habitación. ¿Por qué gritaba?

—¡Alice! ¡es el campamento de último año!—sin dejar de saltar en mi cama la miré con curiosidad—Oh vamos... cada año, hacen un campamento de los chicos de último año. En este caso, nosotras... y después viene el baile de bienvenida, donde los chicos invitan a las chicas a éste. Sin decir que tenemos baile de graduación y por supuesto el baile de las cuatro estaciones—dijo con una sonrisa en el rostro, me senté en la silla de mi escritorio y la miré para que continuara—¡ES UNA OPORTUNIDAD PARA IR CON OSCAR!—gritó, miré a la ventana donde el nombrado se encontraba boquiabierto al lado de Jason, ambos comiendo frituras en el balcón

—¿Qué?—preguntaron ambos confundidos, miré a Sarah que estaba roja como una manzana mirando a los dos chicos

—Habla de este chico—digo mostrando una foto de mi primo que casualmente se llama Oscar, a decir verdad no era lo que uno puede decir "guapo" pero tampoco estaba mal—Va a venir para la época del baile y Sarah le ha agradado... entonces ella espera que él la invite. ¿Por qué? ¿Estás celoso de que no serás tú?—pregunté con arrogancia, no debía mostrar mi nerviosismo o se daría cuenta de mi patética excusa.

Oscar bufó rodando los ojos y caminó fuera de la habitación de mi amiga junto con Jason, que me miró sonriente y me dijo con sus labios "buena actuación"

Mordí mi labio inferior al ver que él sí lo había notado y miré a Sarah que exhaló con alivio, me abrazó y sonriente se tiró a mi cama. Si la mentira seguía en pie y Jason no abría la boca entonces debería traer a mi primo para que invitara a Sarah... ¿Debería?

Cuando Sarah se fue nuevamente a su casa me envió un texto diciendo que Oscar estaba... ¿celoso? No pude evitar sonreír a causa de ese mensaje, había salvado a mi amiga de un desastre social.

—¿Te diviertes?—salté de mi cama cayendo al suelo, miré a mi ventana donde Jason me miraba apoyado al marco de ésta de brazos cruzados. ¿Cuál era su problema? ¿No podía ser una persona normal y entrar por la puerta principal?

—¿Qué haces aquí?— pregunté levantándome, él se acercó a mí y me tomó de los hombros

—Vengo a dejarte un regalo de parte de todos, si bien haremos la apuesta en el campamento, no creas que todo será un paraíso. Prepara tu estado emocional, perdamos o ganemos... niña, te haremos la vida imposible. ¿Por qué de repente vengo a decirte esto?—me empujó contra la pared dejándome sin escape, miré a sus ojos y sentí como nuestras respiraciones se cruzaban—porque a pesar de habernos divertido en tu casa el viernes, no cambiará nada. Nosotros somos de un mundo distinto al tuyo, pase lo que pase, hagas lo que hagas, eso no cambiará. Es una guerra, hay momentos para llorar, reír y otros para matar. Entonces... Alice Aslí —miré sus ojos que no tenían más que un brillo frío y cortante —juguemos limpio.

Se separó de mí y salió por mi ventana, ¿por qué me sentía así? Después de todo su "advertencia" me parecía muy infantil, entonces, ¿por qué me sentía pequeña y amenazada?

Los días pasaron y cuando llegó el anuncio del campamento Sarah y compañía me miraron traviesas, era momento de la apuesta...

Momento de la supuesta "guerra" con los chicos. Que, desde ese momento no he visto a los ojos a Jason, tampoco hemos hablado con ellos. Solamente seguimos nuestros caminos sin restricciones ni problemas.

Nos subimos en el autobús, con maletas y todo lo que puedas llevar a un campamento. Mientras que todos llevaban una mochila, nosotras decidimos llevar maletas. ¿Por qué? Porque si esos estúpidos nos iban a hacer bromas, nosotras no nos quedaríamos de brazos cruzados.

En el camino reímos y cantamos como focas pariendo leones, pero después de un viaje de seis horas... llegamos al campamento. ¡QUE ALGUIEN MATE A LUCÍA POR NO DEJAR DE SALTAR EN SU ASIENTO!

—Elijan grupos de cuatro personas por cabaña, ya saben, solo chicas en el lado izquierdo y solo chicos en el lado derecho—dijo una de las maestras, para que todos comenzaran a dividirse. Planeamos escoger la cabaña más alejada posible y por suerte lo conseguimos. Una vez acomodadas en la cabaña miramos en la lista de los chicos para saber cual sería la cabaña de ellos. Claramente escogieron la número cuatro. Estúpidos hijos de calamardo... ¡Decidieron tener la cabaña al lado de los maestros!

La noche sería todo un problema, a causa de que no sabíamos si las chicas irían a la cabaña de Jensen y compañía, tenían una apuesta que cumplir, sin embargo... imaginarme a esos chicos en posición de nerds era seguir viendo a chicos altos y guapos, los estereotipos no iban en ellos, a decir verdad ser sutiles con las demás personas haría que ellos vieran el mundo de otra manera. ¿Era posible?

Debía disfrutar este campamento, en mi infancia tuve uno y no me fue del todo bien... era mi oportunidad de cambiar mis errores por logros, por sonrisas, por buenos recuerdos. Y eso, nadie, ni siquiera Jason, Brandon, Oscar o Jensen me lo iban a quitar.

En el momento de la cena todos fuimos al comedor principal, una vez que estábamos todos miramos a las puertas, donde los cuatro chicos más populares del instituto entraban. No pude evitar reír con mis amigas al ver a Jensen con la camiseta dentro de su pantalón, el cabello peinado hacia un lado y unos lentes de pasta gruesa. Por el otro lado estaba Brandon, ¡se hizo trenzas en su cabello! Llevaba una camiseta de cuadros y un jeans medio flojo, llevaba su camiseta dentro del pantalón y éste estaba enrollado en sus tobillos, mientras que Oscar estaba incómodo por vestir con una camiseta azul de cuello redondo, y un pantalón blanco, su cabello peinado hacia al frente y unos lentes delgados, pero Jason ganó... Jason se pasó y se adentró al papel de nerd, algo que no esperaba en mi vida. Se colocó unos pantalones cortos de cuadros, unos converse rojos y una camiseta amarilla, tenía esas fajas que antes utilizaban en vez de los cinturones, esas que se agarran desde tus hombros y sostienen tu pantalón, llevaba lentes gruesos y el cabello lo tenía en un flequillo elevado con gel. Caminaba medio raro y su hermosura masculina se había ido a la mierda.
Todos en el comedor se quedaron en silencio para comenzar a susurrar sobre el nuevo estilo de los "bad boys"

Nos levantamos con nuestras bebidas y caminamos hacia ellos, para lanzar la soda en sus rostros riendo.
—bienvenidos al campamento... o mejor dicho, a la guerra de Jason—dije sonriente viendo al mencionado que no podía creer lo que habíamos hecho. Fue tan placentero al ver como todos miraban la escena y esos chicos se encontraban de ese modo.

Porque aunque prometí mi venganza si ellos perdían, debo admitir que no había que esperar. Pues solo la apuesta era mi venganza, la venganza que debía esperar hasta estar satisfecha de mis actos. Aunque bien sé que no es bueno vengarse... puedo decir con una sonrisa que, la venganza es mi plato favorito.
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Daniela en multimedia (Dove Cameron)