Dani seguía pensando como enamorarla de nuevo. Abrió los ojos de par en par al encontrar la solución. Se asomó por la ventana y vio que Elena seguía abajo con su hermano. Salió corriendo de la habitación y bajó a la planta baja para salir a la calle. Salió y vio que a lo lejos caminaban su hermano y ella.
-ELENA ESPERA.-Gritó Dani corriendo tras ella.
Elena se paró en seco al oír la voz de Dani. Este estaba a punto de llegar hasta ella cuando la voz de alguien lo hizo volver en si. Todo había sido un sueño, cosa que lo desilusiono bastante.
-Dani despierta. Es urgente.-Dijo Eva ,su madre.
-¿Elena?-Preguntó Dani aun con los ojos cerrados.
-Soy mamá. Corre vístete que nos vamos.-Dijo Eva alarmada.
-¿A dónde?-Preguntó Dani dándose la vuelta para seguir durmiendo.
-Al hospital. Carmen ha tenido un accidente con el coche.-Dijo Eva melancólica.
Dani abrió los ojos de par en par. Se levantó y abrazó a su madre para que se tranquilizara. Todo esto no le podría estar pasando a Elena. Y lo peor de todo era que Dani no podía estar con ella en este momento tan duro. Una vez de que se vistió salieron corriendo hacía el hospital. Al llegar vieron a Jesús con Elena en la sala de espera. Enfrente de ellos estaba Carlos que no había dejado de llorar desde que se había enterado del accidente.
-¿Sabéis algo sobre Carmen?-Preguntó Carlos, el marido de Eva.
-Los médicos todavía no han salido.-Dijo Jesús, ya que era el único que podía hablar.
Eva abrazó a Elena al ver lo mal que estaba. Esta no solo lloraba por su tía; también lloraba por lo de Dani. Dani quería abrazarla pero algo le decía que no era buena idea. Eva se sentó en uno de los asientos libres junto a su marido. Dani, finalmente, se agacho para abrazarla. Esta no dijo nada; no le dio importancia. Jesús se levantó de su asiento y se lo cedió a Dani para que este pudiera abrazarla. Después de un par de horas un médico se acercó a ellos.
-¿Familiares de Carmen González?-Preguntó aquel médico.
-Aquí. ¿Ocurre algo?-Preguntó Charly melancólico levantándose del asiento.
-Carmen esta fuera de peligro. Por esta vez solo ha sido un susto pero es conveniente que descanse un poco.-Dijo el médico serio.
-¿Podemos pasar a verla?-Preguntó Charly.
-Sí. Pero será mejor que no entren todos a la vez.-Dijo el médico.
-Muchísimas gracias.-Dijo Charly.
El médico desapareció de la sala de espera y Charly miró a Elena preocupado.
-¿Quieres entrar tú primero?-Preguntó Charly.
-Entra tú mejor.-Dijo Elena forzando una sonrisa.
Charly le devolvió la sonrisa y después entró en la habitación junto a los padres de ellos donde estaba ingresada Carmen; 207. Dani seguía abrazando a Elena a pesar de que se hubiera tranquilizado. Esta alzó la vista para verlo. Se le veía preocupado, triste, quien sabe. De todas formas después de lo que le había hecho no tenía pensado darle una segunda oportunidad.
-Siento mucho lo que te hice.-Le susurró Dani al oído.
-Un poco tarde para arrepentirse. ¿No crees?-Dijo Elena.
-Lo se, he sido un imbécil. Entiendo que no me quieras dar una segunda oportunidad pero por lo menos déjame intentarlo.-Dijo Dani.
-No es ni el momento ni el lugar adecuado para hablar de esto.-Dijo Elena separándose de él.
Dani se quedó en silencio. Había metido la pata hasta el fondo. Si no hubiera dicho nada Elena seguiría abrazada a él en silencio. Jesús, que estaba al otro lado de ella, la abrazó ya que había vuelto a empezar a llorar. En cuanto los padres de ellos y Charly salieron de la habitación estos tres entraron. Carmen estaba con los ojos cerrados pero aun así estaba despierta.
-¿Qué tal está mi tía preferida?-Preguntó Elena intentando sonreír.
-Bien, de vacaciones en el hospital.-Dijo su tía sarcástica.
-Carmen no pierde el sentido del humor ni en los peores momentos.-Dijo Jesús sonriendo.
-Hay que saber enfrentarse a todo.-Dijo Carmen haciendo una mueca.
Estuvieron un rato haciéndole compañía a Carmen hasta que llegó la hora de cenar. Charly se quedó toda la noche junto a ella mientras que Elena se quedó en casa de la familia Oviedo a dormir. Entraron al interior de la casa en silencio.
-¿Dónde voy a dormir?-Preguntó Elena.
-En la habitación de Juan Carlos.-Dijo Carlos obvio.
-¿Juan Carlos?-Preguntó Elena confusa.
-Es nuestro hermano mayor. Lo que pasa es que ahora vive en Londres.-Dijo Jesús.
Jesús le acompañó a Elena a la que iba a ser su habitación aquella noche. Este le prestó una de sus camisetas y un pantalón cómodo para dormir. Se fue a su habitación y Elena aprovechó a cambiarse. Después bajó abajo donde todos la esperaban para cenar. Empezaron a cenar en silencio, era demasiado incómodo.
-¿Qué tal te lo has pasado en Mairena?-Preguntó Eva rompiendo el silencio.
-Bien, ha sido el mejor verano de mi vida.-Mintió Elena.
-Me he fijado que te has llevado muy bien con Jesús y Dani. En especial con este último.-Dijo Carlos sonriendo.
-Yo no diría lo mismo. Jesús es más encantador que Dani.-Dijo Elena.
-Tu tampoco es que seas una persona muy simpática.-Dijo Dani haciendo una mueca.
-Nadie te ha insultado así que dejemos la fiesta en paz.-Dijo Elena seria.
-Y a ti nadie te ha dicho que digas como soy. Eres una inmadura.-Dijo Dani subiendo un poco el tono de voz.
- Por lo menos no soy yo la que se lía con otras mientras está en una relación.-Dijo Elena furiosa.
Acto seguido subió a su habitación con lágrimas en los ojos sin terminar de cenar. Jesús, al ver la situación, subió tras ella. Antes de que cerrara la puerta pudo entrar. Elena se abrazó a él, como aquel día a principios de verano cuando pasó algo parecido. Jesús consiguió tranquilizarla y esta por fin pudo hablar.
-Voy a hablar con él luego.-Dijo Elena muy segura de sus palabras.
- ¿Qué?-Preguntó Jesús boquiabierto.
-Voy a aclarar las cosas. Esto no puede seguir así.-Dijo Elena.
-Haz lo que pienses que es correcto. Yo te pienso apoyar ante todo.-Dijo Jesús dedicandole una sonrisa.
Elena salió de la habitación tambaleandose. Estaba nerviosa pero aclarar la cosa era lo mejor que podría hacer. Tocó varias veces a la puerta y un Dani sollozando la abrió. Este se sorprendió al verla.
-¿Puedo pasar?-Preguntó Elena tímida.
-Adelante.-Dijo Dani cediendole el paso.
Elena se sentó en la cama y este hizo los mismo. Se quedaron el silencio unos cuantos minutos hasta que los dos hablaron.
-Tengo que decirte una cosa.-Dijeron los dos a la vez.
-Habla tú primero.-Dijo Dani.
-No, habla tú.-Dijo Elena.
-Hazlo tú primero.-Dijo Dani.
-Esta bien.-Dijo Elena haciendo una mueca.
Elena finalmente cedió. La conversación que iban a tener aquella noche de Agosto iba a ser muy importante para los dos. Sus vidas iban a cambiar de un momento a otro, quizás para bien o quizás para mal. Pero la cosa no se iba a quedar así.