15.Capítulo

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Estuvieron un buen rato juntos, más bien abrazados. A las once y media volvieron a casa. Como Carmen trabajaba justo ese día de noche Elena le dejo pasar a dentro. Esta subió a su habitación a ponerse el pijama. Una vez puesto lo dejó pasar a su habitación. Los dos se sentaron el la cama y Elena no pudo evitar bostezar.

-¿Tienes sueño?-Preguntó Dani al verla bostezar.

-Un poco mucho.-Dijo Elena sonriendo.

-Entonces me voy.-Dijo Dani levantandose de la cama.

-No, no te vayas.-Protestó Elena como si fuera una niña pequeña.

-Como venga tu tía y me encuentre aquí me va a matar.-Dijo Dani volviendose a sentar en la cama.

-Eso no va a pasar.-Dijo Elena convencida.

- ¿Te puedo hacer una pregunta?-Preguntó Dani.

-Ya me acabas de hacer una pero adelante.-Dijo Elena sonriendo.

- ¿No te incomoda tener tantos posters en tu habitación?-Dijo Dani sin apartar la mirada de los posters.

-No. Tranquilo que cuando tu hermano y tu os hagais famosos me dedicaré a poneros en la pared tambien.-Dijo Elena riendo.

-Más te vale.-Dijo Dani acariciandole el pelo.

-Te he dejado la sudadera encima de la silla para que te la lleves.-Dijo Elena señalando la silla.

-Quedatela. Tengo más.-Dijo este sonriendo.

-No llevatela. Es tuya.-Dijo Elena.

-Si, es mía. Y de mi hermano tambien. Pero por una menos no va a pasar nada. Quiero que te la quedes.-Dijo Dani.

-Esta bien. Pero solo porque eres tu. Que quede claro.-Dijo Elena sonriendo.

Elena se metió en la cama ya que estaba agotada. Estaba medio adormilada cuando notó que Dani la besaba.

-¿Y eso?-Preguntó Elena.

-Felicidades princesa. Este es tu primer regalo del día.-Dijo Dani sonriendo.

Elena miró la hora y vió que eran las doce en punto.

- ¿Hay más? Yo con el beso me conformaba.-Dijo Elena.

-El otro no es solo mio.-Dijo Dani.

-¿Y qué es?-Preguntó Elena curiosa.

-Sorpresa. Si te lo cuento pierde toda la gracia.-Dijo Dani sonriendo.

Elena se volvió a adormilar.A los pocos minutos el ruido de un coche proveniente de fuera le aceleró el corazón.

-DANI CORRE.-Dijo Elena levantandose de la cama.

- ¿Qué pasa?-Preguntó alarmado.

-Mi tía esta abajo. Sal rápido.-Dijo Elena abriendo la ventana.

-Espera. No pensaras que salga por la ventana, ¿Verdad?-Preguntó Dani palideciendo.

-Tranquilo. La semana pasada me pase de vuestra ventana a la mía y no me pasó nada. Confía en mi.-Dijo Elena.

-Pero...me da miedo.-Admitió Dani sonrojandose.

- ¿Qué prefieres, que mi tía se monte sus historias y te mate?-Preguntó Elena intentandolo convencer.

Dani salió de la habitación por la ventana y justo cuando iba a entrar por la suya la tía de Elena apareció en la habitación.

-Ya he vuelto de trabajar.-Dijo Carmen.

-Eh..Si...Hola.-Dijo Elena nerviosa.

- ¿Te pasa algo?-Preguntó su tía.-Te noto muy rara.-Dijo al darse cuenta que estaba delante de la ventana intentando ocultar algo.

-No, nada. Estoy cansada.-Dijo Elena.

Elena se acostó en su cama para distraer a su tía mientras Dani intentaba que Jesús le abriera la ventana.

- ¿Ese no es Dani?-Preguntó Carmen atónita al verlo.

- ¿Qué? No.-Dijo Elena nerviosa.

Dani saltó de la ventana al jardín. No había mucha altura pero depende como uno cayera podría hacerse algo grave. Por suerte no pasó nada y rapidamente desapareció.

-Serán alucinaciones mias entonces. Me voy a dormir, buenas noches cielo.-Dijo su tía dandole un beso en la frente.

En cuanto se fué, Elena preocupada, se asomó a la ventana y vió a Dani sentando en el jardín con el móvil en la mano.

-Tendré que enseñarte a salir por la ventana.-Dijo Elena riendo.

-Muy graciosa. -Dijo Dani haciendo una mueca.

Jesús abrió su ventana debido al WhatsApp que había recibido por parte de su hermano.

- ¿Cómo pretendes subir?-Preguntó Jesús.

-Escalando no creo. Baja abajo y abreme la puerta.-Le ordenó Dani.

Jesús asintió y bajó abajo para abrirle. Una vez dentro, Dani, subió a su habitación junto a su hermano y se puso el pijama. Después se asomó por la ventana y vio que Elena ya se había dormido. Se acostó en su cama y recordando lo bonito que había sido aquel día se quedo dormido.

A la mañana siguiente Elena se despertó pronto por culpa de sus vecinos; ya estaban en su habitación.

-Felicidades guapetona.-Dijeron los dos al unísono.

-Hola.-Dijo Elena bostezando.

-Qué amable eres por las mañanas.-Dijo Dani irónico.

- Gracias hombre.¿Habeís entrado por la ventana?-Preguntó Elena graciosa.

-Idiota.-Dijo Dani acercandose a ella y la beso.

-Uoh espera. ¿Estais saliendo?-Preguntó Jesús boquiabierto.

-No. Se ha puesto de moda besar a las personas en los labios. ¿Tu tambien quieres uno?-Preguntó Elena sarcástica.

-Ni se te ocurra.-Le advirtió Dani a Jesús.

-Enhorabuena tortolitos. Mery y yo sabiamos desde el primer momento que ibais a acabar juntos.-Dijo Jesús sonriendo.

- ¿Qué haceis aquí?-Preguntó Elena.

-Es tu cumpleaños. Habrá que hacer que sea inolvidable.-Dijo Jesús.

-Lorena me envió un mensaje anoche.-Dijo Elena cabizbajo.

-¿Quién es Lorena?-Preguntó Dani curioso.

-Una amiga mía. Me prometió que iba a venir el día de mi cumpleaños.-Dijo Elena.

Jesús y Dani se miraron serios. Elena lo notó pero aun así no tenía ganas de ponerse a discutir con ellos el día de su cumpleaños. En cuanto Elena desayunó se fueron a la piscina. Esta estaba tomando el sol cuando, como el primer día, Jesús vino corriendo y se tiro junto a ella al agua. Dani, que estaba en la piscina, no pudo evitar acercarse a su novia y hacerle una aguadilla. Elena empezó a repartir manotazos mientras reía.

-Dani a ver si ahora que es tu novia consigues que deje de pegar.-Dijo Jesús riendo.

-Tendré que defenderme de alguna manera.-Dijo Elena alzando los hombros.

Tanto los padres de ellos como la tía de Carmen se juntaron en su casa para comer y poder celebrar el cumpleaños de Elena. En cuanto terminaron de comer estos tres subieron a la habitación de Elena y se tumbaron para dormir un rato antes de salir. Esta se quejaba debido a que no tenía sueño pero Dani consiguió que se durmiera mientras le acariciaba el pelo. Jesús los miraba entristecidos; echaba mucho de menos a Mery. Lo que no sabía Elena era que esa noche iban a pasar cosas sorprendentes, tanto buenas como malas.

Inevitable (Daniel y Jesús)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora