Café y Zapatos #2

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Min Yoon Gi-.

Me temo que me dejé llevar por la confianza, ignoré que no iba bien en este tipo de cosas amorosas, pero, lo único bueno era que eramos el mismo 0.00%, a ambos nos había ignorado cupido por bastante tiempo, pero quizá entre los dos repararíamos el enorme corazón que nos había bombardeado la vida.

Íbamos camino a su auto, y él estaba muy feliz, se le notaba en las ojos, y cada que yo no lo veía suspiraba largo. Buscó la llave correcta, y me abrió la puerta del coche, como sí yo fuera una chica, lo cual por algún motivo me hizo sonreír.

-Me gusta como sonríes, tus dientes son lindos.

Lo escuché y dejé de sonreír al instante, entonces pensé: Un comentario algo raro pero halagador. Entré, desde dentro ví como le daba la vuelta al auto para poder entrar él. Entró y al cerrar la puerta soltó una carcajada victoriosa, en verdad, su risa y su voz eran la cosa más armoniosa que había escuchado.

-¿Sucede algo?- Pregunté sonriente mientras él buscaba las llaves del coche.

-No puedo creer que vaya a llevarte a casa..

Al parecer a Jung Ho Seok no le importaba provocarme paros cardíacos, siempre me halagaba aún sin intentarlo, y yo pocas veces le correspondía, no sé cómo hacerlo, y cuando lo hago normalmente es ridículo, mi lista de halagos llevaba muy pocas palabras.

-Eh, pues...

Noté al instante por el sonido de mi voz que estaba nervioso, como esas veces en las que están a punto de decir tu nombre por primera vez en una clase para que te presentes; como cuando estás en la fila del super solo porque tu mamá fue a buscar algo y tu turno en la fila se acerca.

-Puedes decir lo que gustes, no creo que algo me pueda hacer cambiar de opinión ahora, estoy fascinado.

Dijo él, y de inmediato se encendió el auto, el ruido y la vibración del auto me tentaban por alguna razón extraña, Hoseok hizo que el auto retrocediera, no me estaba viendo pero yo estaba rojísimo y me estaban dando unos calores terribles. No me vio por mucho tiempo, así que aproveché y me quité rápidamente la chaqueta que traía puesta desde la mañana.

-¿Calor?, ¿Quieres abra la ven...

-No, estoy bien, sólo necesito relajarme.- Interrumpí.

-Bueno, al llegar te relajarás, te lo prometo, falta muy poco.- Pronunció sonriente aún viendo hacia enfrente.

No podía ni respirar pero a no ser porque Hoseok sonrió increíblemente no me hubiese calmado, aunque, era una sonrisa diferente, tenía otro sentimiento aparte de la felicidad.

Llegamos a lo que parecía ser un edifico con departamentos, era enorme, tenía guardias en la entrada, de esos imbéciles a los que les pagan por estacionar autos, Mother of God! ¿Han visto el meme de Will Smith donde se asoma por la ventana de un Taxi? Pues ese era yo, igual, estaba fascinado una vez más, el hecho de gustarle a una persona tan increíble como él no era fácil de digerir. Hoseok apagó el auto y se quitó el cinturón, yo estaba hypeadisimo en ese momento que no me fijé muy bien en las cosas que hacía, estaba temblando y no me podía ni quitar el maldito cinturón. Entonces pasó lo impensable, Hoseok notó mi torpeza y rió, se acercó sin pedirme permiso y cruzó sus manos frente a mí, y desabrochó mi cinturón, y yo, quedé loco.

-Sé que es difícil de desabrochar, aunque no lo creas también me siento en el asiento del copiloto.- Comentó sonriente.

Era raro saber que Hoseok estaba tan cerca de mí, no sólo de mis pantalones, sino que además podía oler su cabello, igual que un pervertido diría todo el mundo, pero yo no me sentía así, estaba fuera de cualquier mala intención, de cualquier pensamiento fuera de contexto, y no, tampoco estaba ahogado en nerviosismo, ni preocupado, después del gesto tan gentil de ayudarme a desabrochar el cinturón no me quedó otra cosa mas que agradecerle y no decir nada más. Y se alejó.

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