sadboy ;; happyboy

Hyung.

Min Yoon Gi-. ✨💙

Ya iban tres veces en las que Jung Ho Seok se  había parado a hablar en clase, y yo lo veía a detalle, como si de mi vida dependiera observar cada movimiento de sus bellos labios, era algo tan nuevo y excitante para mí, me gustaba un chico, algo así como que me gustaran las verduras, era algo que me garantizaría rechazo aparte de que él era alguien que no me conocía y yo nunca me atrevería a hablarle. Era tan joven, pero tan adelantado a mi edad que ya hasta sabía que jamás me gustarían las chicas.

-Me llamo Jung Ho Seok, espero llevarme bien con todos.- La maestra comenzó las presentaciones con Hoseok, y desde ahí, no presté atención a nadie más.

La gente pasaba y yo sólo veía como Hoseok jugaba con sus lápices haciendo garabatos en su cuaderno, haciendo ruidos de coches con su boca y doblando aviones de papel, porque vamos, ¿Cómo no verle si era fascinante? Tan sonriente, tan entretenido de ver. Hasta que dijeron mi nombre.

-Es tu turno pequeño, ¿Puedes ponerte de pié?- Preguntó sonriente mi amable maestra que vestía una hermosa blusa rosa de sakuras.

La miré, y no me levanté, pero todos voltearon hacia mí, incluyendo a Hoseok. Puse las manos en el escritorio y me paré poco a poco.

-¡Bien! Él es...- Dijo ella insinuando que yo terminara.

-Me llamo Min Yoon Gi.- Si, así a secas.

-¿Tienes algún pasatiempo?

Parecía que la profesora trataba de ser comprensiva conmigo, ya que algunos estudiantes no tiene mucha confianza y no hablan con facilidad, pero dios mío, ¡ESTABA TRATÁNDOME COMO RETRASADO! Como si en mi casa no me hubiesen enseñado a articular palabras o a hablar con gente. Y me dí cuenta de eso hasta que crecí y recordé la penosa situación.

-Por ahora no.

Me senté y simplemente nadie hablaba, la maestra no nombró a nadie más, afortunadamente no se me quedaron viendo, pero había un silencio matador que sólo hubo conmigo, no me habían aceptado del todo.

[...]

Pasaban las semanas y Jung Ho Seok estaba rodeado de amigos, divertidos y alegres como él, pero no más sonrientes y perfectos. Yo a penas tenía dos amigos, y él tenía hasta en las demás aulas de los demás edificios, se llevaba con todos y a mí era al único que no me conocía ni me hablaba, quizá ni siquiera había escuchado mi nombre cuando me presenté.

Hasta que un día decidí hablarle yo para poder saber que sucedía. Lo busqué varias veces por todo el Instituto pero no lo encontraba, había faltado a una clase, algo que no jamás hacía, y por obvias razones su existencia pasó frecuentemente por mi cabeza. 

Estaba en estado de rendición, ya me había retractado de hablarle. Sonó el timbre para salir al almuerzo y mis amigos salieron como cohetes, dejándome solo, por fortuna vi a Hoseok pasar por la ventana del pasillo y me puse de pié al instante. Ignoré completamente que detrás de él venía una chica, y le seguí cual acosador hasta un lugar no muy visitado por los alumnos, un pasillo bastante ancho entre dos edificios de la escuela. 

-Me gustas, ¿Te gusto yo?

Dijo Hoseok, feliz, sonriente y seguro de sí mismo.

-No, no me gustas Hoseok.

Y yo estaba allí, impresionado, con tres metros de separación del asunto pero completamente visible. Ante un rechazo, ninguna persona desea que le vean hundido en la pena, la pena de ser rechazado por alguien que tanto te gusta, pero me tocó ver a una chica rechazar a alguien que yo buscaba, me tocó ver como la sonrisa de Jung Ho Seok se iba borrando de su rostro a cada segundo. Él volteó hacia donde yo, y no hizo ningún gesto, regresó su mirada triste hacia la chica con la que había pasado tanto tiempo, tantas risas y tanto coqueteo y finalmente de dijo que comprendía, que sabía que no era un chico guapo ni mucho menos, pero que tener su amistad había sido lo mejor y que no le volvería a pasar con otra persona, y se retiró dejándola sola con un abrigo en las manos. Y sí, por supuesto que lo seguí, pero no me atreví a hablarle ni a acercarme a él nunca más.