Sunshine Couple.

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—Jiminie, no llores.

El chico de baja estatura no podía controlarse. Hoseok varias veces volteaba preocupado a todas partes, buscando señal de Yoongi, de quién tenía miedo, miedo de que pensara que el estar ayudando a Jimin era algún tipo de traición a la no muy definida relación que tenían.

—Lo lamento.— dios mío, se escuchaban sus gemidos de dolor cada que pronunciaba la letra A.

Hoseok literalmente no podía darle palabras de aliento. Él también estaba sintiéndose mal sólo por ver llorar a Jimin.

—Ahh, Jiminie, no debes disculparte, yo, te llevaré a casa.

Jimin aceptó, al menos en el recorrido podría pasar tiempo con Hoseok.

————————————.

—¿Llevar a dónde?— ¿quién más podría preguntar algo así? Min Yoon Gi, ¡Ding, ding, ding!

Era extraño que el chico pálido haya pasado de ponerle mucha atención a como condimentar una chuleta de cerdo al alarmarse al escuchar que Hoseok pasaría tiempo con otra persona.

Si, es un poco extraño que sienta celos tan rápidamente, pero, tampoco es como que a alguien le guste que se lleven al chico con el que está ligando.

—Yoongi, Jimin se siente mal y creo que debo llevarlo a su casa, ¿Te molestaría si me voy un segundo?

Yoongi pausó el vídeo de cocina del cual se veía interesado y caminó hacia Hoseok un tanto altanero.

—No, no me molesta.

Jimin no podía hacer nada más que esconderse detrás de sus propios brazos, esperando que de la boca de Yoongi no saliera ninguna palabra mal sonante.

Hoseok tomó a Yoongi del cuello y besó una de sus mejillas. Ajá, eso pasó.

Pero, ¿Qué habíamos recalcado antes sobre los momentos cliché que suelen darse en las películas? Lo que pasó fue que antes de que Hoseok pudiese alejarse de Yoongi para tomar las llaves de su auto, Yoongi lo estaba tomando del brazo.

La cosa era, que Jimin estaba observando desde la puerta a la espera de Hoseok, Namjoon estaba buscando más vídeos de cocina en su teléfono y Hoseok y Yoongi en un conflicto terriblemente extraño.

Hoseok se percató de que Yoongi sostenía muy fuerte su muñeca y que sus ojos estaban más que abiertos y en alerta.

¿Será que Yoongi tiene miedo? ¿Pero de qué?

—¿Sucede algo?— preguntó Hoseok, aún cuando sabía que si sucedía algo.

Al escuchar tales palabras que para él eran tan obvias de contestar que no necesitaban respuesta, Yoongi cambió su rostro al de un joven insolente y calmado, los ojos entre cerrados y el mentón en alto, y después soltó la muñeca Hoseok.

—No, nada, por favor lleva a Jimin a su casa, supongo que no se siente bien.— acto seguido se inclinó sonriente hacia donde Jimin y se despidió con la mano.

—Bueno, yo, lamento tener que irme, pero vendré pronto.— el joven estaba sonriente ya con su abrigo en la mano y las llaves del auto en la otra.

—Fue un gusto Yoongi.— dijo Jimin.

Daba lástima verle tan triste, ni siquiera podía sonreír sin que las lágrimas de sus mejillas se resaltaran.
Yoongi pudo notar sus lágrimas, unas que no había visto antes de ponerse tan a la defensiva, lo que le causó arrepentimiento, pero sólo temporal.

—También fue un gusto para mí.

Los ex novios se encontraban caminando rápidamente sin hablar por los pasillos del piso en destino al elevador. Jimin tenía la mirada baja, constantemente se retrasaba para secar las lágrimas de sus mejillas y para cubrirse más con la bufanda roja que su madre le había regalado.
¿Qué podía hacer Hoseok? Ni siquiera podía pensar en qué hacer consigo mismo.

Estaba dejando a Yoongi solo cuando se suponía que pasaría la tarde con él, acompañando a Jimin en una nostálgica situación, estaba por explotar en llanto él también, pero quería estar bien para Jimin y ser lo más fuerte posible.

Por fin llegaron al elevador y ¡Oh Sorpresa! Estaba vacío. Jimin entró primero y se posicionó hasta la esquina.

—Jimin.— Hoseok entró al elevador con las llaves en las manos.




—¿Hobi?





—¿Necesitas un abrazo?

La pregunta fue tan conmovedora que el llanto de Park Ji Min hizo presencia otra vez, y le asintió tiernamente con la cabeza y las manos hechas puño.

Hoseok sonriente corrió con cautela hacia la esquina donde Jimin se encontraba y le abrazó con todo el cariño que le podía dar.

—No quiero que estés triste, sé que durante mucho tiempo he demostrado lo contrario, pero..










—¿cómo no podría
preocuparme por
alguien tan lindo
como lo eres tú?








Las palabras fueron fáciles de pronunciar. Estaba conmovido, estaba tan comprensible, estaba adorando ser el soporte de Jimin, se sentía bien volver a abrazar el pequeño y apretable cuerpo de Park Ji Min.

—¿En serio estás tan preocupado?— Jimin recargó su mentón sobre el pecho de Hoseok para poder verle mejor.

Estaban terriblemente cerca, ¿estaba mal? Hoseok ni siquiera estaba pensando en eso. El mismo instante en el que abrazó a Jimin fue el mismo en el que su mente fue serenidad completa, casi podría decirse que Hoseok estaba drogado bajo la ternura y la nostalgia del momento.

—Deja de llorar.

—Me conmueve que estés preocupado, eso genera muchas emociones en mí.

—Basta.

—¿De qué?

—Sé lo que estás haciendo.

—Pero yo no estoy haciendo nada.

—Claro que si— Hoseok no pudo evitar sonreírle al bajito— estás siendo lindo para molestarme.

La voz de Hoseok hizo que Jimin cerrara los ojos y suspirara sólo por el tono tan sereno y cursi que Hoseok podía crear en un momento así. Le recordó los cálidos días en los que Hoseok le despertaba con el desayuno y un lento beso en los labios, pero sus recuerdos se borraron al recordar que Hoseok no podía estar más con él.

—Supongo que lo hago inconscientemente.— y estaba en lo cierto, incluso cuando estaba llorando era hermoso también.

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El HopeMin me domina, adiós.


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