Lazos Del Corazon ( Segunda Temporada De MDC)

Capitulo 19.

Ryan.

2 meses atrás.

Tomó el avión y me regreso a mi país, al llegar agarro un taxi y que me lleve a mi departamento, no quiero ver a nadie, tengo los ojos rojos, por haber estado llorando todo el día, le pagó al taxista y me bajo, al entrar a mi edificio saludó al portero y me adentro al elevador, al salir caminó hasta llegar a mi puerta donde abro y cierro de una vez tiró mi maleta en la esquina del apartamento y me acerco al mini bar, tomó la primera botella de ron que veo y me pongo a tomar, siento nuevamente las lágrimas derramarse y escucho algunos sollozos por mi parte, quien dijo que los hombres no podían llorar, me siento tan miserable, no puedo con esta tristeza, bebo y bebo hasta quedar en la inconsciencia.

Oigo un ruido, algo sonar y ese ruido me aturde, gruño molesto y abro mis ojos hasta ver la claridad de la luz, busco por todos lados hasta encontrar el maldito artefacto, es mi celular lo agarró sin ver quien es.

- hola - siento mi voz ronca y áspera.

- amor, te encuentras bien.

- sí - me atraganto - mamá.

- no lo creo, mi amor te oigo apagado, quieres que valla a verte.

- no te preocupes madre, se me pasara.

- si tu lo dices corazón está bien, ya comiste.

- sí - miento.

- de acuerdo amor, te dejo.

- chao, mama - y cuelga.

Veo el espacio en el que estoy, todo tan silencioso que deprime, me tumbo en el sofá y miró al techo, y lo primero que pasa en mi mente es Lidia. Media hora después de no hacer absolutamente nada oigo como tocan mi puerta, no puede ser Dylan porque él no sabe que regrese, con un suspiro me levanto de la silla y me encamino a la puerta, al abrirla me encuentro con mi madre, y unas lagrimas se me resbalan.

- hay cariño, no llores - dice abriendo los brazos, y como un niño pequeño me refugio en ellos - ya no llores amor, veras que lo que sea que te pase se solucionara.

- no lo creo, madre.

- ven, vamos a entrar, mientras te preparo un caldo de pollo, tú corazón mío te vas a bañar.

- como sabias.

- soy tu madre, y aunque no lo creas, aquí - se señala su corazón - sentía que no estabas bien, amor - dice rozando mis mejillas ahora ve a ducharte que apestas, mientras mami, te hará un caldo corazón.

- te amo, mamá.

- yo también te amo.

Veinte minutos después, estoy en la cocina con mi madre ayudando a cocinar.

- se trata de Lidia, cierto.

- acaso eres una bruja.

- no tengo que ser una bruja para darme cuenta de las cosas amor, ahora dime qué fue lo que realmente pasó y no te atrevas a mentirme, sé que para que terminaran algo muy grave tuvo que haber pasado.

- eres una mujer muy sabia, lo sabías.

- no lo soy, solo soy observadora y me guio por mis sentimientos y estos me dicen que mi hijo no está bien.

- la engañe mamá - espero que diga algo pero no dice nada, solo me mira y sé que quiere que continúe. - hace prácticamente dos años, mamá, ella estaba en una de sus pasarelas y yo estaba en una fiesta donde bebí mucho y lleve a una chica a nuestro departamento, en pleno acto Lidia nos vio, de ahí acabo la relación cada uno por su lado, y me arrepiento, madre, Lidia es la mejor mujer que he conocido y la perdí, ayer fui a Londres, quería reconquistarla y la encontré con un chico - las lagrimas me salen al recordarlo - supuestamente sale con él, sabes lo que significa, que yo perdí mi oportunidad, la oportunidad de conquistarla, mamá.

- hay mi amor, hiciste mal corazón, sabes yo siempre he dicho que si un alma pertenece a la otra se reencontraran en el camino, nadie asegura que con ese muchacho ella va a durar, no te des por vencido sí, pero dejala que ella también encuentre su camino y si es estar los dos juntos lo estarán o si no, mirame Ryan, si no, encontraras a una gran mujer, no vayas con el propósito de conquistarla, ve con el propósito de ganarte su perdón y su confianza, de acuerdo.

- de acuerdo madre.

- ahora pon la mesa, vamos a comer.

- te amo, mamá.

- igual yo hijo, igual yo.

2 meses y una semana después.

Estamos todos en la casa de los padres de Allison, bueno no todos, Lidia no ha llegado y por lo que vemos no llegará, Allison y Dylan nos tienen una noticia, Estamos reunidos en una mesa riendo y contando chistes. Marcos contándonos que va a dejar definitivamente la firma de abogados de su padre y se dedicara a otra cosa, Lauren con su nueva novia, dándose cariñitos y abrazos que empalagan y mucho.

- bueno familia - dice Dylan, levantándose de su silla con Allison a lado - estamos aquí hoy, para darle una gran noticia.

- díganlo ya - dice Lily quien esta a lado de Samuel, Dy la mira mal y ella le saca la lengua.

- bueno como decía, antes que esa mocosa hablara - se queja Lily - Allison y yo - los dos se miran y la vez gritan - 《VAMOS A SER PAPÁS》.

- 《QUE》- gritamos todos.

- Felicidades mi amor - se levanta la madre de Ali y la abraza, todos nos levantamos y le damos un abrazo a cada uno, luego de las felicitaciones de los abrazos y brindis salimos a la terraza a hablar, estoy con Dy y Marcos cuando suena mi celular.

- sí.

- Rrryaan - oigo la voz entrecortada de Lidia.

- Lidia, qué pasa.

- puuuéddes veéeni...r ppo.r mí.

- Claro dime donde estas.

- vennn rapiido, estoyy escondida en el arrrrmario ddee mi appartamento Eddgar esta arrmado, teeengo mieeedo - y oigo un sollozo más.

- Tranquila sí Lidia, ya vamos para aya.

- qué pasa - pregunta Marcos.

- es Lidia, vamos rápido, el maricón de Edgar le está haciendo daño - con decir eso Los tres nos montamos en mi coche que está más cerca de la salida con la mirada de todos encima de nosotros y arranco hasta el departamento de Lidia, Dylan marca a la policía y le da la dirección de Lidia mientras que nosotros vamos llegando, golpeó la venta de mi auto, y manejó hasta llegar, Nunca debí de dejarla sola, las chicas decían que ese tipo no les agradaba debí de intervenir aunque ella no me quisiese ver, entramos corriendo, hasta llegar a su piso, oigo ruidos dentro del departamento y los sollozos de Lidia, al entrar veo una imagen que no me gusta para nada Lidia tirada en el piso golpeada y el maricón de Edgar, con una pistola en la mano apuntando.

- ni lo intentes - es lo primero que digo.

Que ni se atreva.