Lazos Del Corazon ( Segunda Temporada De MDC)

Capitulo 18.

Lidia.

2 meses después.

Estoy sentada en la sala de Edgar después de haber ido a una cena con sus amigos, hemos estado saliendo en estos dos meses, ha sido divertido aunque a veces tiene unos rasgos de personalidad que no me agradan, es muy lindo cuando estamos solos pero cuando estamos con un amigo o algo es totalmente diferente es muy serio.

- te sientes bien.

- sí, solo me duelen los pies.

- ven te voy hacer un masaje.

Me siento en la misma silla que él y pongo mis pies sobre sus muslos, el alza mi vestido hasta encima de mi rodilla, siento sus manos en mi pie derecho como sube y como baja, se siente tan bien que se me escapa un gemido, siento como me mira y veo su lujuria, desde que llevamos saliendo, nunca lo hemos hecho y no es porque no podamos si no es por el tiempo, siento su mano subir poco a poco hasta llegar a mis muslos, va separándolos poco a poco hasta meterse él entre estos, baja su rostro hasta el mio y me besa, es un beso duro sin miramiento, posesivo y dominante, adentra su lengua a mi cavidad y recorre con esta todos los espacios de esta, me sienta en la silla y me baja la cremallera del vestido hasta que este cae y quedo con mis tetas al aire, acerca su boca a unos de mis pezones erguidos y lo chupa de una manera brusca y fuerte suelto un gemido de dolor, el alza la mirada y me da una mirada, vuelve a su trabajo, pero esta vez lo hace con más suavidad, suelto un gemido pero esta vez de placer. Se arrastra hacia abajo hasta llegar a mi monte de venus, arrastra sus manos hasta mi cadera y rompe mis braguitas. Baja su cabeza y me chupa el clítoris, gimo siento su mano sobar mi vulva y bajar hasta entrar un dedo en mí, sigue chupando y mordiendo, hasta que estira mi clítoris, grito, siento como mete dos dedos más sube besando mi estomago hasta llegar a mi cuello todavía moviendo su mano, chupa, muerde y ala la parte que conecta mi hombro con mi cuello, saca sus dedos y me da un golpe en mi parte que escocía, se saca la camisa mirándome a los ojos, para proceder con sus pantalones y sus bóxer, mete una pierna entre mis piernas y la otra igual y la separa siento su verga en mi entrada.

- espera, el condón.

Me mira a los ojos y me besa adentrándose en mí con fuerza, suelto un grito, muy fuerte y me quejo.

- salte, y ponte el puto condón Edgar, lo trato de empujar, pero agarra mis dos manos y las coloca encima de mi cabeza, las sostiene con una mano, mientras la otra la baja hasta mi punto de excitación, comienza a moverse a gemir mientras me aprieta las manos y soba mi clítoris baja la cabeza hasta mi cuello y succiona hasta dejar una gran marca, se mueve rápido y duro, gimió y sollozó, mierda me está ardiendo.

Me mira a los ojos y veo sus ojos están oscuros y tiene una mirada helada.

- Eres mía, Lidia - dice embistiendo - nunca me mandes a usar un puto condón, cuando estoy contigo.

Gimió y sollozó - me lastimas.

- Entendiste. - no contestó, pero qué mierda le pasa.

- suéltame - embiste con más fuerza y más rápido de lo que iba.

- Entendiste - pregunta, apretando las muñecas.

- Sí.

- eso espero amor - baja el ritmo de sus embestida y soba mi núcleo hasta que exploto, al igual que el, siento como su semen me llena, y eso no me gusta, esto no me gusta.