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Me separe de él para tomar aire, Michael me sonrió de manera tierna. Una idea vino a mi mente y mis mejillas tomaron color, besé sus labios de nuevo.

- creo que estoy listo - susurre aún sin abrir los ojos, rozando sus labios.

- estas seguro, cariño? Mirame. - abrí los ojos avergonzado. - quiero que sea especial para ti, Que no te sientas precionado. - era muy tierno.

- quiero hacerlo, Michael. - el sonrió. Volvió a mis labios.

Michael llevo sus manos a mi cuerpo, sus caricias eran tan suaves, tan cálidas que me hacían aceptarme, cada beso en mi cuerpo lograba volverme loco.

Sentí sus manos deshacerse de mí camisa, torpemente hice lo mismo con la suya, estaba nervioso.

- ¿voy muy rápido? - preguntó suave, casi inaudible. Negué levemente con la cabeza y volví a sus labios.

Sentí su mano en mi abdomen la cual desapareció segundos después en búsqueda de mí mano y entrelazo nuestros dedos. Dejó mis labios.

- te amo. - sonreí. - parame si voy muy rápido. - asenti de nuevo. Michael bajo sus besos por mi cuello hasta llegar a mi torso, una vez ahí dejó varios besos en mi abdomen mientras lo sentí quitar los botones de mí pantalón, luego lo deslizó por mis piernas. - ¿estas cómodo con esto? - preguntó de nuevo, yo sonreí. Enserio se preocupaba.

- amor, estoy bien, ya te lo dije. Si quiero hacerlo. - le sonreí, Michael devolvió la sonrisa y luego se encargó de quitar mi boxer, yo cerre los ojos avergonzado.

Sentí a Michael tomar mi miembro, presione las cobijas con mi mano y cerré mis ojos con fuerza. Sentí algo húmedo y abrí los ojos viendo a Michael introducirlo en su boca, un jadeo salió de mí boca involuntariamente y mis manos fueron a su cabello.

Michael segundos después se alejó de mí miembro y se levantó de la cama, yo me queje.

- espera un momento, Cariño. - me guiño un ojo, lo vi alejarse fuera de la habitación tan sólo con sus boxers puestos.

Michael entró de nuevo por la puerta con un frasco azul en sus manos.

- de donde sacaste eso? - sonreí. El lo dejó en la cama y se acomodó sobre mí.

- pensaba hacerte algo especial, pensé en hacerlo cuando llegáramos a casa pero al parecer se adelantó. - sonrió sobre mis labios y me besó hambrientamente.

Sentí algo frío en mi trasero y me sorprendí poniéndome algo incomodo. Era el lubricante, Michael se separó de mis labios escasos milímetros.

- estas listo? - asentí y luego lo sentí introducir uno de sus dedos dentro de mí, Un jadeo salió de mis labios y luego mordi fuerte mi labio.

Intriducio otro dedo, un pequeño grito salió de mis labios y Michael me vio sonriendo.

Al cabo de unos segundos me acostumbré al movimiento de sus dedos, en un gemido le dije que estaba listo. Michael sacó sus dedos lentamente de mí, lo vi quitar rápido sus boxers y llevar su miembro a mi entrada.

- ¿seguro? - asentí. Michael besó cortamente mis labios.

Michael en un leve empujón entró en mí, un pequeño grito salió de mis labios, dolía.

- lo siento, amor. - asenti y presione aún más las cobijas entre mis manos, el seguía entrando lentamente hasta que al fin se detuvo.

- ¿estas dentro? - dije en medio de un gemido.

- si, amor. - sus lindos ojos verdes miraron los míos.  - cuando te sientas cómodo me movere. - su voz sonó ronca.

- Muévete. - dije bajo, y Michael me obedeció. Movió sus caderas lentamente en un vaivén adictivo.

Nuestros quejidos, jadeos y gemidos invadieron la habitación, abrazaba a Michael queriendo tenerlo lo más cerca de mí posible. Sentía cada gota de su amor, cada caricia me llevaba a otro mundo, me tranquilizaba. 

Gemi fuerte, Michael llevo su mano a mi miembro empezando a moverla de arriba a abajo, me retorci entre sus brazos, Michael me veía con una sonrisa y yo sentía mi cuerpo arder en llamas.

El líquido salió de mí pene cayendo en mi vientre, mis piernas cayeron a los lados de Michael sin fuerza, Michael me embistió unas cuantas veces más hasta que el se vino.

Jadeo un par de veces y luego llevo su mano a su miembro sacándolo de mí y luego se acostó a mi lado abrazandome.

- cariño, te amo - beso mi mejilla, yo aún  jadeaaba y trataba de recuperarme. - ¿te parece si tomamos un baño? No creo que quieras dormir así. - sonrió tiernamente y tenía razón, tenía semen en mi abdomen y todo mi cuerpo estaba cubierto por una fina capa de sudor. Asentí.

- ¿Me llevas? - hice un puchero algo cansado. Michael rió. Me cargo en sus brazos y me llevó. - también te amó. - susurre en su pecho abrazandolo.

Colorful - Muke ClemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora