Adoptada por Cashton

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Maddie.

—Hola Emma— la saludé mientras caminaba por el patio con la guitarra de Calum.

Han pasado casi cuatro meses desde que Ashton y Calum empezaron los trámites de adopción. Desde ese día me visitan casi todos los días, algunos días no pueden ya que tienen entrevistas y grabaciones. Me contaron que ya anunciaron que estaban en trámites de adopción y hablaron de mí en su entrevista, me enseñaron el video días después. En estos días que han venido a visitarme, hemos visto películas de terror, que por cierto, descubrí que son mis favoritas, Ashton me ha enseñado algunos trucos de futbol y Calum me enseñó a tocar la guitarra, aún no soy profesional pero ya la domino. Incluso me dejo su guitarra para seguir practicando.

—Hola Maddie— sonrió— ¿Adivina quien vino a visitarte?

Mire hacia su oficina y ahí estaban Ashton y Calum. Corrí hacia ellos y los abracé.

—Hola princesa, ¿Como estás?— dijo Ashton separándose del abrazo.

—Muy bien, ¿vinieron a visitarme?— pregunté emocionada.

Se miraron entre ellos.

—De hecho... venimos a firmar algunos papeles, porque, ¿Que crees? ¡Terminamos los trámites de adopción!— dijo Calum muy emocionado.

—Significa que...

—¡Que ya puedes venir a casa con nosotros!— dijo está vez Ashton.

—¡Oh por dios!— los abracé una vez más.

—Maddie, ¿porqué no vas a empacar tus cosas?— sugirió Emma— en cuento termines, podrás irte.

—¿Quieren venir a ayudarme?— pregunté a Calum y Ashton.

—Claro— dijeron ambos.

Caminamos hacia la habitación que compartía con Miranda y las demás. Ellas no estaban ya que las había visto en el patio jugando con otros niños al fútbol.

—¿Tienes alguna maleta para guardar todo?— preguntó Calum.

—Hmm, no. Solo tengo la mochila que uso para mis libros, pero no cabrán todas mis cosas— explique.

—Entonces sacaré la maleta que tengo en el auto para que guardes tus cosas— dijo Calum— ahora regreso.

Una vez que Calum salió, agarré toda mi ropa y la puse sobre la cama. No era demasiada ya que son algunas cosas que obtuve de las donaciones que hacen y algunas que Emma nos lleva a comprar con caridades que dan al orfanato. Tampoco son cosas de marca o muy extravagantes, son cosas simples como jeans y blusas sencillas.

—¿Estás emocionada?— preguntó Ashton sentándose sobre la cama.

—¡Si! Por fin podré conocer su departamento y pasaré más tiempo con Mike y Luke— dije emocionada.

Algunas veces Calum y Ashton me venían a visitar cuando salían de alguna entrevista o grabación, por lo tanto, ya había convivido con tío Mike y tío Luke, como me dijeron que podía llamarlos. Son muy graciosos y les gusta hacer cosas divertidas, me encariñé mucho con ellos, por supuesto con Calum y Ashton aún más.

—Si, ellos también están muy emocionados de que vengas a casa con nosotros. Ayer que fuimos de compras, nos ayudaron a elegir algunas cosas finales para tu habitación— dijo Ashton.

—¿Mi habitación?— pregunté.

—Claro, tendrás tu propia habitación. También te compramos algunas cosas para que te entretengas, como un celular y una laptop. Pero eso lo verás más al rato— sonrió.

—Listo, aquí está la maleta— entró Calum con una maleta roja en mano.

Pusimos la maleta sobre la cama y metimos parte de mis cosas, ropa y zapatos cupieron perfecto, pero mis libros y cosas de dibujos los tuve que llevar en la mano ya que si no, se iban a maltratar.

—¿Ya no falta nada?— preguntó Ashton poniendo la maleta en el suelo.

—No, solo la guitarra de Calum— tomé la guitarra que estaba recargada sobre la pared.

—Bueno, si ya es todo, entonces podemos irnos— dijo Calum.

Asentí.

Ashton tomó la maleta, Calum la guitarra y yo llevaba mi libro de dibujo y el estuche de acuarelas.

—Bueno, creo que ya nos vamos— dijo Ashton a Emma.

—Adiós Maddie, felicidades por tu nueva familia, cuídate mucho— me dio un abrazo.

—Adiós Emma, gracias por todo— correspondí el abrazo.

Después de despedirme, salimos del orfanato.
Frente este, había una camioneta negra. Calum sacó unos llaves de su bolsillo y apretó un botón, que hizo que quitara el seguro de la camioneta y abriera la cajuela. Ashton metió la maleta, Calum puso la guitarra encima con cuidado y yo puse a un lado mi libro de dibujo y las acuarelas.

—Sube, Maddie— Calum abrió la puerta trasera y me ayudó a subir. La camioneta era muy linda por dentro y por fuera.