Adoptada por Cashton

❁ ¢αριтυℓσ 5 ❁

Maddie.

—Llegamos, Maddie— miré por la ventana y estábamos frente a un edificio muy grande y se veía de lujo.

—¿Te gusta?— preguntó Ashton viéndome por el retrovisor.

—Si, es muy lindo— sonreí.

Ashton entró al estacionamiento subterráneo del edificio y dejo la camioneta en el lugar destinado para ellos.

Me ayudó a bajar y sacamos todas las cosas de la cajuela. Tomamos las cosas como la vez anterior y caminamos hacia la entrada del edificio.

—Buenos días— Calum y Ashton saludaron al señor que nos abrió la puerta, el portero. El les devolvió el saludo.

—Buenos días, señorita— me saludó.

—Buenos días— respondí amablemente.

Caminamos más al fondo de lo que es la planta baja y llegamos a un ascensor. Calum marcó el penúltimo piso y llegamos hasta arriba en unos segundos.

—Aquí es— dijo Ashton sacando la llave de su bolsillo.

Abrió la puerta y entramos, todo era muy lindo. Se veía muy hogareño a pesar de que era un departamento, o como ellos lo llaman, un penthhouse.

—Vamos a ver tu habitación, Madds— dijo Calum dándome un nuevo apodo.

Asentí.

Subimos unas escaleras que llevaron a la segunda planta del departamento. Recorrimos algunas puertas más y quedamos frente a una totalmente blanca pero tenía escrito en cursiva "Maddie".

—Esperamos que te guste, todo es completamente diseñado por una decoradora de interiores que conoce Mike— seguido de esto, Calum abrió la puerta.

Segundos después, mi boca se abrió completamente. La habitación era irreal.

—Esto es...— deje sin completar la frase.

—¿Te gusta?— preguntó Ashton.

—¿Bromean?— los voltee a ver— ¡Es fantástico!

—Nos dijiste que te gustaba el blanco y el rosa así que decidimos hacerlo de esos colores— dijo Calum.

—De verdad, muchas gracias...— ¿lo diré o no lo diré?— ...papás.

Lo dije.

En seguida a ambos se les cristalizaron los ojos. Corrí a ellos y los abrace muy fuerte.

—No puedo creer que ya estás aquí con nosotros— dijo Ashton, dejando escapar una lagrima.

—Yo tampoco— dije separándome del abrazo.

—Porque no desempacas tus cosas y después podemos ir al centro comercial a comprar las cosas que necesites y podemos pasar por un helado— sugirió Calum.

—Está bien— sonreí.

Ambos salieron de la habitación, así dejándome sola en lo que es mi nueva habitación propia.

Todo era completamente hermoso.

Había un tocador con algunas repisas a los lados y en la mayoría del piso, una alfombra de color rosa.