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La inconfundible Chris no dijo nada. Solamente miraba Jon con los ojos como platos y la boca entreabierta.

Solo pasaron unos pocos segundos pero para ellos dos pasaron horas. No ocurrió nada, simplemente se limitaron a asimilar lo que estaba ocurriendo. Jon no podía creer lo que estaba viendo. ¿Que hacía Chris luchando junto a los caballeros del Valle? ¿Cómo había llegado a manejar la espada tan bien en tan poco tiempo? ¿A donde había ido la dulce e inocente Chris, con sus vestidos de colores chillones y su pelo blanco como la luna?

Chris despertó de su trance cuando un hombre quiso embestir contra ella por la espalda. Ella se dio la vuelta y dio un brusco espadazo en el cuello del soldado, haciendo que el hombre cayera de inmediato al suelo. Chris miró el cuerpo, jadeante, respirando con dificultad por el cansancio. Volvió a darse la vuelta para ver a Jon impresionado por aquel acontecimiento.

Después de mirarse el uno al otro, impactados, respirando con dificultad, Jon miró hacia dónde había huido Ramsay, intentando calcular cuánto tiempo tardaría en llegar corriendo. Luego volvió a dirigir la mirada hacia Chris, que también observaba al escurridizo Ramsay.

-¡Ve a por él!- Dijo ella, tensa.- ¡Vamos! ¿A que esperas?

Jon despertó de su trance para correr tras el, seguido de Tormund y el gigante Wun Wun, no sin antes volverse para comprobar que lo de Chris no era una alucinación producida por el cansancio. Ella no le quitó ojo de encima, mientras seguía batallando con los demás soldados.

Jon, Wun Wun y Tormund llegaron hasta las mismísimas puertas de Invernalia, donde Ramsay se había refugiado, cerrándola a cal y canto para que nadie pudiera entrar.

Mag aporreó seguidamente la puerta, mientras las flechas y lanzas volaban hacia el. Una vez había abierto dos grandes agujeros en la puerta con sus puños, una gran lanza atravesó su mano, pero él tiro de ella, desgarrándola entera y de un golpe abrió las puertas, entrando corriendo. Decenas de hombres de los Stark entraron al patio de Invernalia cuando el cuerpo de Wun Wun se llenaba de flechas, arrodillado.

Jon miró al gigante con tristeza, viendo cómo sus últimos alientos se consumían, y cuando se decidió a tocarlo, una última flecha, lanzada por Ramsay, atravesó su cráneo. Inmediatamente Wun Wun se desplomó, y Jon echó a Ramsay su peor mirada, llena de odio.

-Sugeristeis un combate singular, ¿no es cierto?- Dijo Ramsay. El silencio reinó en el patio, mientras los caballeros Stark, después de haber vencido a los Bolton, apuntaban tensos a Ramsay.- Lo he reconsiderado. Ahora me parece que es una magnífica idea.

Ramsay cargó su arco y Jon corrió, cogiendo del suelo un escudo y cubriéndose de la flecha, que se clavó bruscamente en la madera. Se descubrió para caminar y volverse a tapar a la segunda flecha. Cada vez caminaba más apresurado, deteniendo la tercera, pero cuando Ramsay estaba dispuesto a lanzar la cuarta, Jon gritó y golpeó la cara de Ramsay con la madera, tirándolo al suelo.

Jon soltó el escudo y se colocó encima de su enemigo, golpeándole con los puños seguidamente, viendo cómo su cara iba cubriéndose cada vez más de sangre. Le golpeó una y otra y otra vez. Le golpeó diez, veinte veces, perdió la cuenta, ahogando su desesperadas fuerzas en él.

Sansa permanecía de pie mirando aquel espectáculo, pero Jon se volvió para mirarla y se detuvo. Comprendió que no podía matarle, aquel placer se lo había reservado a Sansa. Se levantó apoyándose en el suelo y le miró a la cara, por última vez, antes de volverse para ver el patio de Invernalia lleno de cadáveres.

En la puerta aguardaban varios soldados, entre ellos, Davos, y uno de ellos, Chris, se adelantó.

Jon volvió a mirar a aquella nueva Chris, su cara llena de sangre, su armadura y su cabello marrón y caminó a paso ligero hacia ella.

GUERRERA - Juego de Tronos (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora