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Fue a abrazarle con una sonrisa en la cara. Franck estaba en la armería cuando Chris entró corriendo abriendo de un portazo.

-¡Franck! Adivina a quien le han nombrado exploradora.- Ella sonrió ampliamente y recibió un fuerte abrazo.

-¡Que orgulloso me tienes! ¡Ahora vendrás con nosotros en las misiones!- Dijo él devolviéndole la sonrisa después del abrazo.

-Era todo lo que deseaba, estoy muy contenta. Me han dicho que muy pronto nos encomendarán una misión muy importante.- Chris aun seguía cogiendo de las manos a Franck.

-Si... esa es la razón por la que el rey está aquí.- En aquel momento Chris dejó de sonreír.- ¿No te lo dijo?- Ella negó con la cabeza.- El Rey en el Norte va a intentar hacer una alianza con la Reina Dragón, pero antes necesita saber de cuanto tiempo dispone.

-¿A que te refieres?- Chris sabía que se estaba librando una guerra por el trono de hierro, y que su hermana lo demandaba como sucesora que es, pero no sabía que Jon deseara reinar sobre todo Poniente, ni siquiera sabía que pretendía unirse a esa guerra.

-Los caminantes blancos. Ha llegado el invierno, y será el más frío que ha habido en muchos años. A Jon no le preocupa nada más que la Gran Guerra, entre vivos y muertos y quiere saber de cuanto tiempo disponemos antes de que los caminantes lleguen al Muro. Es... una misión peligrosa, no te voy a mentir, y no se si podrás venir.

Ella frunció el ceño, convirtiendo su bella sonrisa en una expresión áspera.

-Estoy muy capacitada para cumplir esa misión.

-No lo dudo, Chris.- Él miró hacia abajo y mostró una leve sonrisa.

-¿Y ahora de que te ríes?

-Porque me encanta que te molestes por cualquier estupidez que diga.- Ella abrió la boca con asombro, como si no pudiera creer lo que decía y arqueó las cejas.

-Imbecil.- Dijo, dandole un puñetazo en el hombro. Los dos rieron.

-Tienes que reconocer que tienes mucho carácter.- Ella suspiró.

-Franck, en unas horas haré mis votos para entrar al fin a la Guardia de la Noche. Quiero que estés ahí para entonces.

-Allí estaré, te lo prometo.

Ella sonrió y cerró la puerta de la armería. Recorrió el pasillo de piedra y salió al patio, donde se dirigió hacia el ascensor que subía a lo alto del muro. Después de que le asignaran ser exploradora, le dijeron que debía vigilarlo, sin embargo, no podía marcharse sin contarle la noticia a su mejor amigo. Subió lentamente, escuchando el chirrido de la madera al elevarse, y fue admirando el paisaje de la mañana, y meditando sobre el sueño de la noche anterior.

Cuando llegó hacia arriba del todo, salió del chirriante ascensor y recorrió el largo pasillo de hielo en la cima del Muro.

-Enhorabuena, Kristen.- Dijo un hombre de unos cincuenta años, rubio, que afilaba su espada junto al precipicio.

-Gracias, Phill.- Dijo ella con una sonrisa.

-¡Chris!- Un chico joven de unos trece años se acercó a ella mientras paseaba haciendo guardia.

-Hola Mike.

-¡Ya eres exploradora! Te subestimé.- Dijo el chico, deteniéndose cuando estaba próximo a ella.

-Me temo que si. -Contestó, aún con una sonrisa en la boca.

Se detuvo donde un pequeño saliente de hielo se asomaba en dirección a las tierras del norte del Muro, asegurándose con unas pequeñas verjas de madera, que impedían que alguien cayera por error. Chris apoyó su espalda contra la pared de hielo del pasillo y miró hacia el horizonte, lleno de niebla y nieve. Vio unos cuantos árboles cercanos, pero cuanto más alargabas la vista, más blanco parecía ser todo.

GUERRERA - Juego de Tronos (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora