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Chris arrugo el rostro y mostró una expresión agria.

-No se... que quieres decir.- Ella miró fijamente a la neutra cara del niño tullido.- Mi padre es Aerys Targaryen, no he mentido.

-¿Y quien te proporcionó esa información? ¿Quien te dijo que tu padre era Aerys Targaryen?

-Aemon Targaryen.- Dijo ella seria y decidida.- Y Daenerys Targaryen. Y ambos le conocieron.

-¿Acudieron acaso a tu nacimiento?

-Bran.- Interrumpió Meera, quien comenzaba a percatarse de las toscas contestaciones de su amigo. Él se limitó a levantar la mano y hacerla callar.

-No... pero ellos dicen que me parezco a él, Daenerys me afirmó que me parecía al mismísimo Viserys Targaryen, hijo de Aerys.

-Te guías por las apalabras de un viejo anciano y de una niña que a penas era un bebé la ultima vez que vio a su padre.- Se hizo el silencio. A Chris cada vez le molestaban más las interrupciones de Bran, y cómo se cuestionaba su ascendencia.

-Soy Targaryen, tengo rasgos Targaryen, lo tengo en la sangre, todos lo saben.- Dijo ella como ultimo argumento.

-¿Y por qué dices eso? ¿Es por tu pálida y pecosa piel? ¿Por tus ojos violetas? ¿O es por tu cabello plateado?- Chris comenzó a ponerse nerviosa. No porque aquel niño la enfadara, ni mucho menos, sino porque el chico conseguía intimidarla y hacerla sentir completamente impotente.-¿Alguna vez te has fijado en el lobo huargo de Jon? Fantasma, creo recordar.- Chris asintió.- Su pelo es completamente blanco, como el tuyo, y sus ojos de un color muy diferente al de cualquier lobo que hayas visto antes.- Ella levantó una ceja.- Eso es porque es albino, y muchos animales también lo son, incluidos los seres humanos. Los Targaryen comenzaron a ser albinos, y al emparejarse los unos con los otros, los rasgos permanecieron en el tiempo, hasta ser reconocidos como unos auténticos rasgos Targaryen, aunque no son los únicos, obviamente.- Hubo un largo silencio que duró un par de segundos.- Tu padre era albino, Kristen, lo he visto.- Ella respiró hondo.

-No puedo creerte. Y no lo haré.

-También sabía que dirías eso. Ve a comprobarlo tu misma.

-¿Que?- Ella frunció el ceño.- ¿Como quieres que...

-Puerto Blanco. Has estado allí antes, sino me equivoco. Ve y pregunta por la señora Lydden. Todos la conocen, es  la ebanista más conocida de la ciudad. Ella te dirá quien eres.

Chris respiró hondo.

-No te creo, y enviarme lejos no va a hacerme cambiar de idea.- Ella se levantó y colocó correctamente su capa oscura antes de darse la vuelta.- Será mejor que vuelvas a casa, Brandon Stark.

-Lo mismo digo, Kristen.

Ella arrugó el rostro, lanzándole una ultima mirada antes de marcharse. Se detuvo en uno de los largos pasillos de piedra para reflexionar. ¿Cómo había conseguido aquel chico tanta información? ¿Cómo se atrevía a cuestionarse la ascendencia de una desconocida? ¿Como era capaz de hacerla sentir tan impotente? Y lo más importante, ¿por que iría a malgastar tiempo intentando convencer a una chica desconocida de que su familia no era la que ella creía que era?

Todo aquello no hacía mas que confundirla más y más. Bran estaba en lo cierto en algunos casos. En verdad, ¿quien puede probar que Chris es Targaryen verdaderamente? ¿su color de pelo? No. Danerys estaba convencida de que Chris era su familia, y ella también. No iba a permitir que una serie de comentarios confusos lo estropearan todo.

Pero, ¿y si Daenerys afirmó que Chris era su hermana simplemente porque se sentía sola? Aquellos argumentos iban tomando peso en la mente de Chris, lo que le hacían cuestionarse aun más sus orígenes y su verdadera familia.

GUERRERA - Juego de Tronos (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora