BENNLIE |COMPLETA

07- El portal.

Volví a ver mi pie y aún se notaban las cicatrices que aquel ángel idiota me había provocado.
Aunque Lucifer hubiera abandonado la habitación no quería levantar la vista y afrontar el panorama. Lampy me codeo suavemente, negué con la cabeza y puse un dedo entre mis labios para que no hablara.
Un golpe duro y seco nos hizo dar un salto.

Él nos miraba fijamente, estaba segura que nos involucraría en esto.

—Ustedes dos irán a buscar a Dión — dijo.

Comencé a contrariarlo.

—Nosotras no podemos hacerlo. No somos capaces, envía a alguien más...

—Él esta preparado para luchar contra todos, sabe que lo buscaran. Y seguramente piensa que enviaremos guerreros. Nadie sospecharía de ustedes.

Para mi sorpresa Lampy estaba de su lado. Su voz segura y melódica acepto el reto. Sus ojos brillaban de emoción.
¿Por qué aceptaría tan peligrosa misión?

—Cazaremos a Dión y traeremos los libros eternos. Lo prometemos— dijo con una seguridad envidiable.

—Solo traiganmelo. Cueste lo que les cueste.

Comencé a temer por todo, yo no era cazadora, había cosas que no sabia del mundo exterior, mi hermana tenia la experiencia pero ninguna de las dos era lo bastante fuerte.
Los pensamientos nublaban mi mente.
Lo haría solo porque era una orden, y para no dejar sola a Lampy.

Ella parecía sumida en un mundo fantástico donde nada estaba mal, estaba feliz de arrastrarme con ella en este "reto".
Una sonrisa iluminaba su rostro.

-¡Tu primera vez allí arriba e iras conmigo! Esto sera espectacular. Estoy muy emocionada—su voz se había vuelto chillona a medida que nos aproximábamos al portal.

Me preguntaba como dos semi demonias tendrían oportunidad contra lo desconocido.

Nuestro padre nos esperaba para darnos pase al otro mundo.
Para nuestra sorpresa Lucifer estaba a su lado.
Su sombría presencia me ponía en alerta. Algo estaba mal.

Su voz resonó por todo el castillo.

—Si logran capturar al desertor y traerlo de vuelta junto con los libros eternos, se les concederá un deseo. Lo que quieran, lo que anhelen, lo que sea lo tendrán—dijo sin vacilar.

-¿Uno a cada una?— la pregunta de Lampy se oía estúpida pero yo no me hubiese atrevido a hablar para quitarme la duda.

-Uno para ambas.

No deseaba mucho, así que probablemente ese deseo lo usaría mi hermana.
Nos despedimos con una reverencia.
Una vez frente al portal todo parecía ser una pésima idea, mire aquel enorme vórtice que esperaba por nosotras.
El temor hizo que mi pulso se acelerara.
Lampy comenzó a hablar antes de que diéramos el paso final para entrar.

—Debes saber algunas cosas antes de cruzar.

—¿Como que?

—Allí no tendrás alas.

—Me lo esperaba

—Y tus poderes se reducen

—¿Qué?

—Allí arriba somos mas humanas que demonios y todo se reduce. Es simple.

—¿Y cómo encontraremos a Dión? — pregunté molesta.

—Ya se nos ocurrirá algo.

—¿Algo mas que decir? — dije en forma sarcástica.

—¡Bienvenida a la humanidad hermanita!

Mire por ultima vez aquel lugar que había sido mi hogar.

Dimos el paso final.
Sentí como si cada célula de mi cuerpo de evaporara y volviera unirse a mi piel. A medida que cruzábamos, mi cuerpo se sentía tan distinto. Mi peso había cambiado, la forma de mi cuerpo, mi cabeza ardía. Toda yo era diferente.
Finalmente salimos.
Y sentí como si todo el mundo cayera sobre mi cráneo.

Por primera vez me había desmayado.

Por primera vez dormí...