LAMPY:
Su mirada se centraba en su madre mientras hablaba de lo maravilloso que era tenerla junto a ella, mi hermana, porque jamas dejara de serlo, oía encantada las historias de la doctora. No se había vuelto a casar y se había dedicado toda su vida a esperar a su única hija. Admiraba a esta mujer, había hecho hasta lo imposible para proteger a Ben pero sus intentos se vieron frustrados. Ambas se parecían entre si, obviamente los genes hablaban.
— Lampy no volvió a ser la misma cuando te fuiste...
—¿Qué? — me alarme al no entender de que hablaban.
Bennlie sonrió mirándome divertida. ¿Qué sucedía?
—¿De qué hablamos? Porque me perdí en la parte en la que Lampy no volvió a ser la misma— dije.
Bennlie río con ganas, su silencio y burlas me incomodaban.
—Lampy era mi perrita— confesó mi hermana.
—¿Qué? ¿Y por que carajos se llamaba Lampy? — el rubor se subió a mí rostro molesto.
La señora Agostine sonreía avergonzada y se tapaba la cara con las manos.
— Según mamá, ella se había lastimado y tenia un collar especial al rededor del cuello, y lucia como una lampara. Lampy significa eso en inglés.
—¿ME PUSISTE EL NOMBRE DE TU PERRITA HERIDA? —me escandalice completamente.
Ella y su madre reían estrepitosas, estaba confundida y alterada. Mi hermoso nombre que creía que tenia un significado celestial era el nombre de una perrita discapacitada.
— Pero eso no es todo.
—¿Ah no?—me sentía ofendida.
—Ella era pelirroja como tú.
—Oh por Dios—me puse de pie dispuesta a irme.
—No, Lampy— hizo un ademán para que me sentara— Yo no sabia esto, tal vez quería protegerte y ese recuerdo inconsciente hizo que te pusiera su nombre. No es nada malo.
Me senté y la mire con cariño, ella no haría nada para avergonzarme.
—Te quiero Lampy. Y eso no lo cambiara nada ni nadie.
Tomo mis manos besandolas con cariño.
Suspire y la mire unos instantes.
—En realidad me siento orgullosa de llevar ese nombre.
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Allí estaba con su precioso vestido blanco, el cabello recogido dejando ver su hermoso rostro. Puse el velo cubriéndola por completo, tome sus manos para darle ánimos y tranquilizarla, estaba tan nerviosa que se notaba como temblaban sus piernas.
—El gran día— dije con una enorme sonrisa en mi rostro.
Me sentía emocionada por ellos, la felicidad de ver a mi hermana cumplir con su destino y su sueño. No tenia palabras para describir lo que me invadía.
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BENNLIE |COMPLETA
FantasyMi vida en el infierno era casi placentera, mi único deber vigilar que las almas no escapasen. Eso era: Guardiana. Pero todo mi mundo dio un giro cuando uno de mis hermanos deserto, llevándose con él libros poderosos y poniendo en riesgo nuestra ex...