BENNLIE |COMPLETA

13- Poy...

Capitulo extra: dedicado a la mejor entre las mejores FlorenciaGuerrero1
Gracias por tanto...

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Escapamos del lugar, Rael seguía conduciendo no veía la hora de dormir pero debía mantenerme despierta.

- Duerme si quieres...

¿Cómo lo sabía?

- No quiero. Quiero llegar a comprender algo de esto -dije mostrando el pergamino.

- Deberíamos dormir de día, y estar despiertas de noche-opino Lampy.

- ¿Por qué?

- De noche tenemos mas fuerza, mas poder...

Rael río.

- ¿De dónde sacas esas cosas pequeña Lampy?

- Primero: no soy pequeña, y segundo: de noche los demonios somos mas fuertes. "3 a.m hora de los demonios" "la noche es de los demonios"-respondió ella- ¿no les dice nada?

Rael me miro de reojo.

- Lam no creo que seamos mas útiles de noche. Además si necesitamos recolectar pistas e información, de noche no encontraríamos mucho.

- Por eso es buena idea -volvió a decir- nosotras no somos muy normales. De noche pasaremos desapercibidos.

- Muy bien -dijo él- busquemos donde dormir.

Pedimos una habitación con dos camas, por un segundo creí que Rael dormiría con nosotras.
Hoy particularmente todos parecían adivinar lo que pensaba.

- Los ángeles no duermen, revoloteara por ahí-hizo una seña con su mano.

- No me importa Lam. Quiero dormir.

- Eso dices tu. Eres muy predecible.

- Pudrete.

Se metió al cuarto de baño, escuche el ruido de agua fluyendo y quede profundamente dormida.

Un olor perfumado me despertó, mire hacia la ventana apenas estaba oscureciendo, era hora de levantarme pero me di cuenta de que no estaba sola; Lo vi sentado fumando y se me paralizó el corazón. Samael me observaba con sus ojos verdes brillantes y una sonrisa seductora, puso los codos en las rodillas fijo su mirada en mis ojos.

- Tus ojos miel me fascinan, desde el momento que te vi al entrar en mi despacho quede conmovido por todo tu esplendor.

- ¿Que quieres? - pregunté envuelta en pánico.

- Quiero darte todo eso que deseas, quiero cumplir cada uno de tus sueños, quiero que tengas todo lo que mereces y Belial no puede darte: Una vida que vivir.

- No gracias.

- Te traje rosas.

Voltee y vi las rosas rojas en un enorme ramo, el olor invadía la habitación. No supe reaccionar.

- ¿Has visto a mi hermana?- pregunté.

- No, estabas sola cuando llegue. ¿No dirás nada por mi obsequio? -quiso saber.

Negué con la cabeza.

Se levanto y se sentó junto a mi, su rostro quedo frente al mio, su aroma invadió mi nariz.

- Me debes un favor bella diabla. Y espero que pronto me lo pagues.

- Ya te pague, hice ese baile ridículo-respondí- ¿Que mas quieres?