Extra IV

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RAEL:

Su figura recostada sobre un costado de su cuerpo dejaba ver su piel reluciente a la luz de la noche, las ventanas siempre estaban abiertas para que ella pudiera ver las estrellas. Normalmente dormía abrazada a mi pero con su vientre creciendo era mas difícil hacerlo. Giró observándome con sus enormes ojos dorados.

—¿Qué ocurre? —pregunto.

—Solo pienso —respondí.

—¿En el futuro?

Asenti.

—No deberías estar preocupado. Fuimos liberados y no hay nada en este mundo que nos haga volver atrás. Belial no tiene derecho sobre nosotros.

—Creo que él sigue vivo.

—Nos protegen las reglas del creador. Duermete ya.

Sonreí acercandome a su rostro, le di un pequeño beso en la frente y uno en los labios.
Aún así no pude dormir, temía por mi familia, por nuestro hijo. Debía hablar con Lampy, ella podría ayudarme.

¿Como podía algo como eso afectarme tanto?
Los padres usualmente se preocupan por si sus bebés estarán sanos o a quien se parecerán. Pero yo me preocupaba de que algún demonio reclamara poder sobre él.

Al día siguiente visitamos a Lampy y Poy, ellas se llevaban muy bien pero peleaban por casi todo y resultaba muy divertido verlas.

Lampy se acerco a Ben y puso sus manos sobre su vientre hablándole como bebé:

—Hola cosita pequeña de tía, ¿Cómo estas? ¿Mami te ha dado de comer?

—Por Dios Jaz ¿no crees que exageras hablándole así? —comento su hermana.

—Yo quiero que me reconozca cuando nazca, así que le hablare todo lo que quiera. ¿O no corazón de tía? —volvía al estómago de Bennlie.

Estaba muy entusiasmada con la idea del bebé y no podía culparla, todos lo estábamos.

—Iré a preparar algo para comer—anuncio Poy.

—Te ayudo —respondió Ben.
Debía estar hambrienta y comer era lo que mas disfrutaba.

—¿Sigues preocupado? —pregunto de repente Lam.

—¿Quien te dijo?

—Ella, sé en lo que piensas. Pero nada malo ocurrirá, borra esos pensamientos de tu mente y disfrutemos esto. Siempre quisimos una vida y ahora debemos vivirla.

Tenia razón, ya todo lo malo había pasado.

—Ese bebé—volvió a hablar— cerrará todas las heridas que aún no han cicatrizado.

A pesar de que todo marchaba bien, Bennlie aún despertaba por las pesadillas que corrompían sus sueños. El infierno no se olvida de un día para el otro, y ninguna de ellas quería volver.

Nos sentamos como tantas otras veces para hablar, a Poy aún le costaba asimilar que hubo una parte de ella que nos conoció en otra vida. Le contábamos las cosas maravillosas que había logrado pero al parecer esta Poy no deseaba ser demonologa y mucho menos enfrentar demonios.

BENNLIE |COMPLETA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora