08- Ángel idiota.

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Aviso y agradecimiento:
Primero que nada mil gracias a los que leen y a los que se sumen, esta es una historia bastante larga y aun faltan personajes que introducir

Mil gracias...

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Luces y luces es todo lo que recuerdo ver.
Quise levantarme y mi cabeza pesaba, intente despegar los párpados, la luz me cegaba completamente. Estaba en el suelo, dolorida y exhausta.
Vislumbre una silueta parada frente a mi, entorne la mirada y no lo creí. Mi hermana se veia completamente distinta, su cabello rojizo estaba sujetada en un moño alto y tenia un vestido rosa que cubría sus brazos y era largo hasta las rodillas, sus botas blancas comenzaban donde su vestido acababa, sus ojos marrones parecían más humanos. Era muy hermosa.

Me miraba con una sonrisa triste.

—Me olvide de decirte algo.

—¿Q-qué?

—Los portales te decoloran el cabello.

—¿Me veo mal?

—No. Sigues siendo tú— Movió su mano de arriba hacia abajo—Solo Tú.

— Se te ve bonito—concluyó
mirándome de lado.

Sonrió y me ofreció una mano para levantarme del suelo.

—Ven, te daré algo de ropa.

Solo así supe que estaba desnuda, no lo había notado.
Mire alrededor.

—Lampy, ¿donde estamos? - pregunté.

Suspiro nostálgica, su sonrisa disminuyo.

—Ah, aquí vivo cuando debo venir.

Era un lugar precioso.

Me abrió un armario y dejo que eligiese la ropa. Me guíe por un suéter negro y unos pantalones al mismo tono, encontré una gorra y me lo puse. No podía creer que mi cabello se hubiese decolorado, me sentía ridículamente débil.
Todo aquí era tan distinto.

Ella interrumpió mis pensamientos.

—Wow Bennlie. Pareces humana, excepto por tus ojos pero estará bien.

Mis ojos se habían aclarado, según Lampy eran color "Miel".
Por primera vez veía mi reflejo en un espejo. Era: alta, delgada, ojos "miel", cabello gris y piel blanca.

Volví hacia donde mi hermana esperaba. Justo en ese momento guardaba cosas en dos bolsos pequeños

Me contesto con una paciencia inigualable.

—Provisiones, comida y dinero, nos hará falta.

Asenti y comencé a ayudarla, me dio un bolso y salimos rumbo a la calle. Todo estaba oscuro, no había ningún humano a la vista.
Ella pareció entender mi preocupación.

—Es de noche. Dentro de algunas horas el sol saldrá por allí—apunto su dedo índice hacia el horizonte. El mundo despierta cuando el Sol sale—concluyó.

Seguimos caminando, no sabia donde íbamos ni si volveríamos, estaba perdida. Este no era precisamente mi lugar.
Mi hermana tomo mi mano y me arrastro contra una pared, nos apoyamos firmes. Sentimos ruidos de pasos detrás de nosotras.

- Alguien nos sigue—dijo en un susurro.

Pasos lentos. Rastreandonos. Con un gesto Lampy me indico que debíamos correr. Y así lo hicimos tan rápido como pudimos, corrimos hasta perder el aliento.
En ese instante extrañe mis alas.

Sabia que Dión estaría detrás de todo aquel que quisiera frustrar su plan. Y conocía de lo que era capaz al recordar al Demonio Beelzebud.

Corrí junto a ella todo lo que pudimos hasta que llegar al final de una calle. La oscuridad me asustaba y se suponía que yo venia del infierno.
Escuche el resoplido del viento. Lampy tomo mi mano y la presiono.
Una risa se hizo presente en aquel silencio y todos mis músculos se endurecieron.

-Vaya par de diablitas corriendo por las calles.

Camino lentamente hacia nosotras. Apenas si lo veía.

—¿Que hacen aquí chicas?

Yo conocía esa voz pero ¿de donde?

-No molestes imbécil—dijo Lampy.

Yo solo quería ver de quien venia esa voz, era tan familiar.

—No me iré a ningún lado. No, hasta que hablemos.

Y lo vi. Su rostro radiante. Cabello oscuro y sus ojos azules.
Era el ángel idiota.

-No tenemos nada de que hablar— respondí.

Sonrió lentamente. No nos iba a dejar en paz.

-Yo creo que si.

BENNLIE |COMPLETA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora