Ya había pasado tiempo desde aquel incidente, si se puede llamar así; Kai se volvió un poco más reservado que de costumbre, pero Grey no se rendiría así de fácil. Comenzó despertándose más temprano para ayudar en los quehaceres a Kai, su madre la Sra. Valeria le causaba algo de gracia ver a su hijo levantándose temprano para barrer la hojarasca y el chico de ojos azul marino se entretenían mirándolo sorprendido para después intentar quitarle la escoba.
Hilda miraba a ambos niños por la ventana de la pequeña cocina, Grey ayudaba en lo que podía y se le permitía; Kai era paciente ya que siempre estaba el joven amo viéndolo ya sea limpiando los ventanales o limpiando la plata; e incluso un día le ayudó a pelar las papas para el desayuno del día siguiente. Grey no se rendía y Kai se mantenía paciente. La mañana siguiente Grey había limpiado la hojarasca y regado las flores en la forma que Kai lo hacía, mientras el pelinegro veía desde la montaña de hojas a un Grey sucio decidió limpiar su área lo antes posible antes de ir a prepararle el baño, eso fue hasta que Hilda le tomó del hombro tiernamente.
-Hoy no haremos más, los señores irán de vacaciones al Sur; Grey se quedará con nosotros, así que tenía pensado que vayamos a lavarnos al río, yo lo hacía cuando era niña. Mientras yo lavo nuestra ropa tú y Grey pueden jugar con los demás niños de las empleadas que veremos allá.- Le sonrió tiernamente y Kai asintió preparando su ropa y avisándole al chico castaño, quien en cuestión de segundos subió emocionado a su habitación a escoger su ropa y a platicarle a su madre lo que haría el resto de la tarde antes de que se fuera con su padre de viaje.
La Sra. Valeria sonrió al ver a su hijo con el traje algo sucio, sus lecciones de modales y estudios quedaron pospuestos hasta que ellos regresarán de su viaje; Grey se esforzaba mucho en ellos y había logrado obtener perfectas calificaciones por lo que decidieron que era mejor que él también tomará un descanso. Salieron a la entrada principal y mientras los sirvientes guardaban todo en la cajuela él se despedía con amor de sus padres.
Después de que ambos señores se fueron Hilda trajo la carreta en la que llevaba la ropa para ir al río, la zona era en su mayoría rural, ambos chicos subieron a la carreta mientras apreciaban el paisaje, Grey no paraba de ver a su alrededor y sonreír al ver a Kai casi cayendo dormido, se posicionó a su lado y el pelinegro recargo su cabeza en su hombro del castaño quedando dormido hasta la llegada de la carreta al lugar. Ambos niños despertaron al escuchar a Hilda reír levemente al verlo y sus ojos de Grey se abrieron totalmente al ver a tantos niños jugando en ropa interior dentro del agua, mientras las señoras lavaban la ropa en piedras de distintos tamaños; tomo la mano de Kai quien sobaba sus ojos para despertar bien.
Corrieron hasta el río y Hilda les quito a ambos niños la ropa sucia que llevaban y les vio entrar al agua, no era muy profundo y la corriente no era muy fuerte para tirar a un niño de 8 años, pero sí lo suficientemente fuerte para quitarle el jabón a las cobijas. Grey intentó correr en contra de la corriente pero resbalo salpicando a Kai quien gimió levemente al sentir el agua golpearle de frente en el cuerpo, Grey sonrío arrepentido pero el pelinegro lanzó un poco de agua hacía él, sin darse cuenta ambos ya estaban jugando con los otros niños mientras Hilda lavaba y conversaba alegre con las otras muchachas. La tarde se fue en juegos y gritos, mientras Kai en veces reía con cada ocurrencia de Grey.
Para las 5 de la tarde el aire comenzó a ser más fresco, Hilda llamó a los niños a la orilla y les entrego ropa limpia y un poco de shampoo para que se lavaran, Grey miró con detenimiento a Kai quien se lavaba frente a él sin absolutamente nada de ropa, se sonrojo levemente al verle de esa forma, el pelinegro tenía cerrados los ojos y no se percato de nada hasta quitarse toda la espuma de sus ojos, cosa contraría ocurrió al lavarse Grey completamente. Hilda grito para que ambos fueran a secarse y vestirse. De regreso a casa ambos chicos comían manzana mientras Hilda dirigía la carreta.
Llegaron a casa y prepararon leche caliente con galletas. Hilda estaba feliz, ella nunca tuvo hijos y tener a ambos en casa era como tener los propios; les consintió y mando a dormir no sin antes mandarlos a lavar los dientes.
-Hilda!... ¿Kai puede dormir en mi habitación?, Solo por hoy...- Le miro el chico de ojos claros con una sonrisa endemoniadamente tierna, aunque ya tuviera 12 su cuerpo no aparentaba tener esa edad al igual que el pelinegro.
-Ah- Suspiró un segundo. -No lo se.. sólo quieres a Kai, me duele sabes..- Hilda sonreía y Grey reía al ver sus poses dramáticas, ella era como una segunda madre para él.
-Hilda...por favor, solo hoy..- Se abrazaba a ella, sabía que accedería aunque primero haría algo de drama.
-Esta bien, pero mañana debes dejar que él haga sus tareas mientras tú estudias tus libros, ¿De acuerdo?- Le miro con una sonrisa.
-SI!!- Dijo emocionado el castaño y fue a buscar a Kai encontrándolo en su habitación poniéndose la pijama.
-Kai!! Vamos a mi cuarto, Hilda te dió permiso de quedarte conmigo.- Le sonrió tanto que sus mejillas se sonrojaron.
-Pero...mi ropa..-Desvió la mirada y vio la muda que había dejado en la cama. -Mañana puedes ponertela en cuanto bajes, vamos.- Tomó su mano y cómo era su costumbre subió corriendo a su alcoba sin soltar ni un segundo al pelinegro, a decir verdad el tampoco se negó a subir con él.
Entraron a una habitación apartada donde había una cama grande, un armario que llegaba al techo y algunos muebles, Grey se quito las pantuflas y destapo su lado de Kai, quien subió tímidamente al sentir la cama mullida sonrío y se recostó, era confortable y Grey no dudo en abrazarlo.
-Hueles bien, me gusta.- Sonrió al decir esto, teniendo el cabello del pelinegro en sus narices.
-Fue por el jabón.-.
-No, el jabón huele a avena y miel...tú..hueles mejor que eso..- Le abrazó y el inmediatamente se ruborizó. Grey sin darse cuenta se quedó dormido abrazando a Kai con delicadeza para no sofocarlo.
Esa noche pasaron ambos dormidos en la cama, que a pesar de ser amplia ambos querían mantenerse así..sin separarse uno del otro.
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Tú y Yo
Fanfiction(Omegaverse Yaoi) Haber nacido en una familia de alfas ya era de por sí un problema para Kai; su única salida fue huir de casa para evitar ser la vergüenza de la familia. Un niño nacido Omega no era para menos en esa casona, por lo que decidido a v...