Tú y Yo

Travesia

Camino todo lo que le restaba del día y la noche, tenía frío, no sabía si el camino que había tomado realmente lo llevaría al pueblo pero tenía que hacer un esfuerzo si quería que sus cachorros tuvieran la oportunidad de nacer y ver el mundo. Suspiro y cayó rendido cerca de un árbol, estaba enfermo y lo sabía; había olvidado lo que era el frío de la noche, cuando trabajaba en la casa de la Sra. Valería y traía la leña para preparar el café de la noche, sonrió al recordar todas las cosas que habían pasado y sintió las lágrimas recorrer su rostro al llegar hasta ese momento. No supo en que momento cayó dormido perdido en sus recuerdos.

  Grey no perdió tiempo y subió con todo lo necesario para ir en busca de Kai, no le importaba nada sólo encontrarlo y volver a su nido, se sentía desesperado..porque podía sentir lo que Kai sentía.

-Espera..iré contigo...- Su madre se puso un chal y salio detrás de él. -Valeria!, no puedes...espera!..- Su esposo trató de detenerla. -Quédate a descansar, ya hiciste suficiente y hay cosas que una madre sabe. -Le miró tiernamente y después miró a su hijo. -Yo también quiero ayudar...Ivan, cuida a Selene.- Ambos subieron al auto era un viaje largo y Grey avanzó lo más que pudo sabía que las noches en esas vísperas eran frías; casi amaneciendo su madre bajó del auto pues necesitaba estirar las piernas, habían recorrido más de la mitad del bosque pero aun la casa del Sr. Carlos estaba muy retirada por algo sería duro para Kai caminar por esos tramos en la noche, camino un poco mientras Grey quien tenía unas evidentes ojeras daba un chequeo al auto antes de continuar; el aire era frío y todo estaba cubierto de roció y un poco de escarcha, subieron de nueva cuenta al auto y prosiguieron; pero a los pocos metros su madre lo hizo detenerse abruptamente.

-Espera!!!- Grey se paró y miró a su madre correr hacía el bosque a un costado del camino.

Ella logró visualizar a Kai, estaba frío y su vientre era notorio, se quitó el chal y lo coloco en él, estaba asustada; Kai era de piel blanca pero esta vez estaba tan frío y su piel aún más blanquecina; vio que llevaba consigo una bolsa de medicinas.

-Grey!! Rápido!!!...-Al escuchar a su madre bajó del auto rápidamente y corrió viendola hincada con Kai entre los brazos, lo levanto con cuidado y ambos se dirigieron al auto, entrando primero su madre para cuidar de Kai.

Sabía que necesitaban un médico pero lo primordial era llevarlo de regreso a casa para que se calentará, esta vez tardo menos piso el acelerador a fondo hasta llegar a su casa; le pidió a la servidumbre agua caliente y subió al cuarto a cambiar de ropas a su Omega, su madre llamó por teléfono a su esposo para contarle lo ocurrido.

Quitó con cuidado sus ropas, y lo recostó en la cama, sintió ese aroma lechoso que delataba que estaba en cinta cosa que era muy evidente ahora. 

-Kai...Kai...estas en casa...Kai..despierta...- Acariciaba su rostro con devoción, escucho que tocaban la puerta y se apartó un poco; su madre abrió la puerta mientras las chicas acomodaban las bolsas de agua caliente en la cama; para después dar paso al doctor que se había precipitado en llegar. 

-.....Pues...tal y como lo veo, es un embarazo riesgoso..no es de sorprenderme pero los Omegas varones pueden dar a luz antes de tiempo o perder a las crías por el poco espacio que puede darles su cuerpo. Aunque es increíble que en su primer embarazo sean trillizos.- Sonrie.- Su hijo es afortunado, realmente ambos son muy fértiles, pero ahora será mejor que el chico este en reposo, el olor de su Alfa calmara los males, los vómitos y las náuseas, los mareos, y cosas así; me preocupa que tenga un cuadro de hipotérmia por eso es preferible que no salga de cama durante un tiempo. En cuánto a la anemia...debe de consumir estas medicinas, que son las que traía consigo, bueno..creo que es todo lo que deberían saber por el momento..Grey..si tienes alguna urgencia llámame por favor- Sonrió para después retirarse.

Grey cayó en el sofá exhausto y sonreía debílmente.

-Madre...todo termino..¿cierto?- Grey abrazó a su madre mientras lloraba adolorido, al fin pudo tener a su Omega de vuelta y sonreía mientras veía la habitación donde estaba Kai, durmiendo.

Un dulce aroma inundó su nariz, entre abrió los ojos y miró el lugar, reconociéndolo al instante, trató de moverse pero los mareos lo detuvieron haciendo que se recostará nuevamente en la cama, pero él quería verlo..lo amaba demasiado y su corazón dio un vuelco al oler todo, se sentía protegido; escucho la puerta abrirse y volteo torpemente haciendo que sus ojos se cristalizaran al ver la figura de Grey delante suyo, no pudo evitar sentirse triste al recordar cuando el hombre lo tocaba y lo tomaba cómo si fuera suyo; algo que noto Grey, se avalanzó hacía él abrazándolo dejando que Kai llorara y se aferrará a él, y le contará todo lo sucedido desde que se fue, pero Grey no podía dejar de odiar a esa mujer; ella sabía que Kai ya estaba marcado y aun así fue tan nefasta para llevarselo.

Esa noche Grey no soltó para nada a Kai, se sentía totalmente feliz de ver al Omega dormitar profundamente aunque aún se sentía culpable de haberse ido dejándolo sólo sin su protección.

Tocaron la puerta del colegio con desesperación a lo que el velador salió y fue golpeado y tirado a un lado de la puerta. Entró el Sr. Carlos gritando en busca de esa mujer que lo había defraudado, al verla salir en camisón se acerco ante ella totalmente molesto contándole lo ocurrido.

-....Kai...¿estaba marcado?..Eso no puede ser....él trabaja para ellos bajo contrato...él..me engaño...-Fingía total indignación para que el hombre que se encontraba dentro de la habitación con ella mientras sus guardias estaban en la entrada.

-Usted me dijo que tendría a "MIS HIJOS"...y después él seguiría con su contrato...necesito mi dinero de vuelta..el alboroto que causo ese alfa...me humillo frente a MI esposa, en MI casa, y daño mi reputación, si usted no esta dispuesta a devolverme mi dinero y lo que gaste en ese Omega usted tendrá que pagarlas y muy caro...escucho!!!- El hombre se levanto molesto y se fue del lugar sin dejarle tiempo de nada.

-Otra cosa que haces mal..- Dijo el socio de la mujer quien también se veía preocupado. -¿Qué harás esta vez?- Le miró extrañado a la mujer. -Él sólo quiere hijos...hay muchos niños por ahí botados pero es mejor esperar un poco.- Ella volvió a su habitación.- 

-Bueno....Será mejor que empaque mis maletas y empieces a llenar la alcancía.- El anciano rió y desapareció al día siguiente que la Srta. lo busco. Ahora solo le quedaba encontrar una solución a su problema..ya que tenía el tiempo contado y lo que le daban de la renta de sus sirvientes no le alcanzaba para cubrir lo que este hombre le había dado en dos pagos.