*Nosotros*

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-¿Cómo...?......- Dije en un ligero murmuro sonrojandome y avergonzandome a la vez; bajé la mirada al recordar que todo este tiempo yo lo estuve evitando y cuando creía que todo pasaría él estaba ahora aquí. Me sentí terriblemente mal, él pudo dejarme ahí, pero no lo hizo a pesar de que yo lo evitaba, tomó mi mano con cariño y sonrío al verme.

-Estaba saliendo del banco, iba de regreso a mi auto cuando vi a esos tipos salir del callejón canturreando lo que habían obtenido, pude identificar tu aroma, Leo y Juan fueron tras ellos y pudieron recuperar tus cosas mientras yo iba hacía donde estabas.- Tocó mis mejillas sin dejar de mirarme a los ojos pero su mirada se torno triste al verme. -Si hubiera salido antes tú....- Mordió su labio y apretó sus puños. -Dije que me haría cargo de ti ¿Porque no actué rápido?-Se dio la vuelta cubriendo su boca.

-No fue tu culpa, ni si quiera yo sabía que me estaban siguiendo.- Traté de incorporarme pero no pude, sentí sus manos sujetarme y ahí me dí cuenta que estaba usando su ropa, me ruboricé al verme tan frágil como la primera vez que lo vi. -Hablé con Fernando y le dije que te quedarías conmigo, no quise asustarlo, si todo iba bien le diría que lo iríamos a visitar y a tus sobrinos.- Me quede anonadado. -¿¡Le dijiste que!?.- Él me miró y respiró profundamente. -Alejandro..pedí tu mano en matrimonio y el permiso de cortejarte...- El aire me faltó por un momento, ¿Estaba hablando enserio? ¿En que momento él...? -Tú madre me explicó que necesitabas un tiempo para pensar las cosas, es por eso que te escribía cartas, nadie me dijo nada de tu paradero, me estaba volviendo loco, sólo le mandaba las cartas a Fernando con la esperanza que algún día me respondieras...pero no lo hiciste. Hasta hace un tiempo, aunque supe que no era tu letra.- Me sonrojé al ver que sacaba una carta y me la mostraba, descubrí que quien había escrito la carta era ni más ni menos que el Omega, en ella le decía que me encontraba viviendo con mis tíos y las cosas que hacía y cómo estaba, usaba algunas frases que me hicieron sentir avergonzado, "Es alguien muy mimado", "no sabe expresarse muy bien", "tiene miedo de decir las cosas que siente", "Necesita que alguien lo entienda, pero es un buen chico"...Me sonrojé..¿Cómo mierda es que él podía decir eso de mí después de lo que le hice?.

Todo este tiempo, ese Omega se preocupaba por mi, es por eso que no me reprochaba nada, me sentí fatal

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Todo este tiempo, ese Omega se preocupaba por mi, es por eso que no me reprochaba nada, me sentí fatal..yo soy un egoísta, rompí en llanto, Axel se levantó abrazandome tiernamente besó mi nuca y me recostó. Duramos un tiempo así, extrañamente no me sentía mal me gustaba sentirlo, me sentía protegido de alguna forma.

-Perdona....yo..- Él me beso tan cariñosamente que me dejó con ganas de más. -Te entiendo, no tienes que disculparte.- Limpio las lágrimas de mi rostro tiernamente. -Ahora necesito que te recuperes, tus sobrinos querrán ver lo que les compraste.-Me lo dijo con una sonrisa que podría jurar que era la más hermosa y sincera que había visto. Asentí y me quedé en su casa, mejor dicho nuestra casa; por las mañanas él se iba a trabajar, mientras yo lo esperaba en cama, aún me dolían las costillas pero conforme pasaba el tiempo estas sanaban de manera lenta, debía esperar a que él llegara para poder ducharme. A él no le gustaba que alguien más me tocara es por eso que todas las noches yo debía ducharme con él, los primeros días eran  vergonzosos, su cuerpo era realmente atlético, bien trabajado, en cambio yo, era delgado..si tenía lo mio..pero no era tan llamativo como el de él. Me lavaba con sumo cuidado y me cargaba hasta la cama. Me gustaba sentirme consentido, pero como siempre me pasaba una vez al mes llegaba mi celo y duraba tres días..aunque esta vez fue diferente duró siete. No dejé entrar a la servidumbre al cuarto, me avergonzaba que me vieran totalmente expuesto, lo único que me ayudaba era que el aroma de Axel estaba impregnado en cada objeto de la habitación.

Axel se había ido a ver las tropas del este, ya que estaban en formación, era general de la milicia, si no mal recuerdo él ya me lo había comentado..pero estar fuera de casa en este preciso momento es imperdonable. Realmente he perdido la cuenta de cuantas veces me he venido en la cama estos cuatro días, me siento a morir y él idiota ni sus luces; caí agotado, me estaba hiperventilando, lo necesitaba.

Ya era de noche cuando desperté y escuche las voces de las mucamas, juró que sentía mi cabeza explotar y esas chicas cuchicheaban con alguien, escuche la puerta abrirse con llave, mi corazón dio un vuelco al ver entrar a Axel mirándome de pies a cabeza; cerrando la puerta con llave nuevamente. Estaba recostado con la sábana cubriendo de mi cadera para abajo , mientras una pierna asomaba levemente por debajo, se acercó y olio mi cuello, ahora que recuerdo él ya me había marcado y mi celo le pertenecía a él, me giré para besarlo, a lo cual fui correspondido; se despojo de sus ropas y se metió en la cama conmigo. Acarició mi piel y mi entrepierna, mientras me besaba comenzó a masturbarme de una forma majestuosa que no pude evitar gemir y correrme en su mano, sonrió pícaramente y separó mis piernas, ya no hubo necesidad de prepararme, ya estaba bastante húmedo que se metió rápidamente, un espasmo recorrió mi cuerpo que me hizo estremecerme totalmente mientras me curvaba.

-¡D-despació...idiota!...¡ah!...Es..más grande... de lo que.. recuerdo..- Mis piernas temblaban mientras él sonreía y besaba mi pecho, descendiendo hasta mis pezones y jugando con ellos mientras dejaba que me acostumbrara. -Ale...ah...la última vez, eramos unos niños.- Succionaba mis pezones mientras me masturbaba, comenzando a moverse dando estocadas profundas. -¡AH!...- Me sujeté con fuerza de la cama mientras él seguía moviéndose cada vez más rápido y fuerte. -Ah, ¿así te gusta?... -Sujetó mi cintura y comencé a moverla al compás de la suya, escuchando nuestras pieles chocar, se acercó nuevamente a mi cuello lamiendo mi piel mientras yo seguía gimiendo debajo suyo, arañe su espalda al sentir la mordida en mi cuello, ahora tenía una nueva marca...pero al contrario de la primera vez no se corrió, me colocó con cuidado boca abajo y levanto mi cintura mientras me seguía penetrando, bajo sus manos por mis glúteos y los presionó para después jugar con la punta de mi miembro, gemí corriéndome nuevamente mientras él mordía mi piel. Me aferre a la cama mientras él envolvía los brazos alrededor de mí torso, sentándome en sus piernas, besando mis marcas y haciéndome gemir cada vez más fuerte al sentir como se movía dentro y me masturbaba, yo solo podía besarlo y acariciar su cabello;gemí al sentir el nudo hacerse mientras el se recostaba encima mio mientras se vaciaba dentro, haciéndome sentir el líquido llenandome. Me sentí agotado, pero él volvió a ponerse duro, realmente en los tres días restantes tuvimos el mejor sexo que pude esperar, anudo en mi más de ocho veces, ya para el último día no sentía mis piernas.

 Me sentí agotado, pero él volvió a ponerse duro, realmente en los tres días restantes tuvimos el mejor sexo que pude esperar, anudo en mi más de ocho veces, ya para el último día no sentía mis piernas

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