Inolvidable (Gemeliers)

Epílogo

Cristina es una niña de casi 15 años, morena, ojos marrones, media estatura y amiga de sus amigos. Tiene una abuela que vive en Mairena de Aljarafe, el pueblo en el que conocerá a dos chicos de los cuales de enamorará uno de ellos, pero lo que ellos no saben es que se conocen desde pequeños. Un verano, miles de sentimientos, amigos, amores, muertes, familia, risas, lágrimas, miles de secretos y sólo un final.

Hace ya tiempo que deseaba reencontrarme con mi abuela, en aquel pueblecito de la gran Sevilla, Mairena del Aljarafe.

Iba cada verano, porque ahí vive mi abuela, Lala Isabel. Mi abuela era uno de los pilares de mi vida, y siempre me ha apoyado en todo, como cualquier abuela, esta claro.

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Tenía ganas de llegar, ya que me esperaba un buen viaje desde Salamanca hasta Sevilla, más de cinco horas. Mientras preparaba el neceser para meterlo en la maleta, me sonó el móvil.

-¿Sí?-dije dudosa.

-¡Mi niña!-respondió mi abuela.

-¡Lala! ¿Qué tal? ¿Todo bien? ¡Estoy muy nerviosa, como cada año!

-Sí, cariño sí, todo va bien, tranquila. Ya tienes tu habitación preparada para cuando vengas-dijo mi abuela eufórica.

-¡¡Bien!! Tengo muchísimas ganas de verte Lala, te he echado muchísimo de menos estos meses. Recuerda que dentro de 1 mes es mi cumple... Bueno lala, te dejo que tengo que seguir preparándolo todo. ¡Te quiero mucho abuelita!

-Ja, ja, ja. Yo también mi niña, yo también.-dijo mi abuela a carcajadas.

Tras cortar la llamada con mi abuela, continué preparando la maleta, incluso tuve que subirme encima para cerrar la maleta, fue todo un reto...

Bajé por las escaleras y casi me mato intentando bajar la maleta. Uf, menos mal, todo bajo control.

-Mamá.-dije.

Ninguna respuesta.

-¿Mamá? ¿Papá? ¿Alberto?-pregunté a las musarañas.

Todo sigue en silencio, y me dirijo a la cocina, donde en la mesa hay una nota para mí:

"Cris, hemos ido a comprar unas cosas para el viaje, vete preparando todo, no tardaremos.

Besos mamá."

Como no, pienso. Se llevan más y traen el doble...

Me siento en el sofá mirando al techo, y empiezo a pensar todo lo que me espera este verano.

Creo que será inolvidable.