Inolvidable (Gemeliers)

Capítulo 12

Tras unos días sin saber nada de mi familia, decidí llamarlos para ver qué tal iba todo.

-¿Con quién hablas?-dijo Dani.

-Estoy llamando a mi madre a ver si hay noticias de mi abuela-dije con el teléfono en el oído.

-Cris, seguro que todo va bien, no te preocupes anda-dijo Dani dándome un beso en la frente.

No había respuesta. Insistí una vez más, pero ocurrió lo anterior otra vez. Miré al móvil desesperada, ¿qué estaría pasando? Miré la hora y me di cuenta que tal vez mis padres estarían trabajando,así que me tranquilicé.

-¿Vamos a dar un paseo?-dijo Dani.

Asentí con la cabeza y nos dirigimos hacia la puerta.

-¿Y Jesús?-pregunté mirando en el salón.

-Está en casa de Sara, una amiga del pueblo-dijo Dani.

-Ah-respondí-bueno pues vámonos...-dije cabizbaja.

Estuvimos dando una vuelta entre risas y tonterías. Dani se convirtió en poco tiempo en mi mejor amigo, desde pequeños hemos estado muy unidos, y me alegro de que sigamos así.

-¿Vamos a ese kiosko de ahí?-dije señalando al local que teníamos enfrente.

-Me parece bien-dijo Dani esbozando una sonrisa de oreja a oreja.

Estuvimos en el kiosko, y luego nos sentamos en un banco a comer las golosinas que habíamos comprado; me preguntaba qué estaría haciendo Jesús...

-Sara, ya sabes que lo nuestro no puede ser-dijo Jesús apartandola de encima.

-Venga Jesús, sé que me quieres sino, ¿para qué has venido?-dijo Sara insistiendo.

-He venido para que me ayudes-dijo Jesús consiguiendo ponerse de pies antes de que Sara se le volviera a tirar encima.

-¿Ahora qué quieres?-dijo mosqueada.

-A las chicas, ¿qué os gusta para enamoraros?-preguntó Jesús curioso.

-Pues...-dijo pensando-depende de cada chica, pero siempre nos gusta un paseo por la playa, o un picnic, alguna sorpresa... No sé, cosas así-dijo con una sonrisa picara. ¿De quién estas enamorado?-preguntó curiosa.

-Eh... De nadie, es que dentro de poco es el cumpleaños de mi madre y...

-No será de esa, Cristina, la nueva que ha venido-dijo Sara a mala gana interrumpiendo a Jesús.

-¡Qué va! Sí es una niñata-mintió.

-¿Quieres dar un paseo hasta tu casa?-sugirió Sara

Jesús asintió y fueron dando un paseo.

-Mmm, qué rico estaba todo-dije chupandome el azúcar de los dedos.

-Eres una glotona-dijo Dani entre carcajadas.

-Yo creo que sería hora de irnos a casa a lo mejor tus padres ya han llegado-dije ignorando lo que me dijo Dani.

-Yo creo que sí-dijo Dani levantándose.

Estuvimos caminando ya alejados del banco, cuando a lo lejos me pareció ver a Jesús, me paré un momento y agudicé la vista.

-¿Ese es Jesús?-pregunté.

-Creo que sí, y la otra es Sara-dijo señalando a la chica.

En ese momento, Sara se tiró al cuello de Jesús, y Jesús no pudo apartarse. Sí, se han besado. Agarré a Dani y tiré de él para escondernos.

-¿Estás bien Cris?-dijo Dani dándose cuenta de mi cara.

-Eh... Sí, sí. Es que ha venido una ráfaga de viento y...-no continué.

Escuché voces, eran Jesús y Sara. Miré a Dani y los dos escuchamos la conversación.

-Que sí Sara, que Cris es una niñata para mí, ha venido este verano y se cree que es mi mejor amiga-insistía Jesús.

-¿De verdad? Porque como me mientas...-le advirtió Sara.

En ese momento empalidecí, los ojos se me empañaron. Dani me abrazó.

-Cris, no le hagas caso, por favor-dijo Dani abrazándome.

No podía articular palabra, ni podía creérmelo, no podía ser.

Ahora sí que quería irme del pueblo, para siempre.