Capítulo 25

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Un día; 24 horas; 1.440 minutos; 86.400 segundos para mi cumpleños. 15 wow. No me lo creo ni yo. Estaba en mi habitación con la guitarra intentando componer algo, ya que me aburría mucho. Comencé a tocar unos acordes y miré al papel que tenía en frente, canté:

''A ti, que te divierte ver las rosas secas espinar mi dolor,

A ti, que te da igual te empeñas en fingir porque sigo amarrado a ti...''

Paré. No se me ocurría nada más y escuché una voz, bueno, en realidad varias, que me resultaban familiares.

-¿Jesús?- dije levantándome de la cama y asomándome al pasillo.

-Sí, un momento Cris- dijo haciendo callar a alguien.

-¿Quién hay abajo?- pregunté.

-Nadie, es la tele- mintió.

Pasé del tema, sabía que me mentía así que prefería dejarlo pasar. Pensé que podía ser Sara, o alguna otra chica y no tenía ganas de llorar a unas horas de mi cumpleaños. Continué tocando la melodía anterior intentando pensar la letra que la acompañase.

''Esclava y dueña de este desolado corazón...''

-Mierda- bufé, di un golpe con el lápiz al bloc y dejé de tocar. 

Bajé a la planta baja, ya que no oía voces. Cuando bajé vi que no había nadie así que fui a la cocina, cogí algo para picar y me puse a ver la tele. Estuve un rato haciendo zapping, no había nada interesante que ver, era domingo por la tarde y me aburría demasiado. Me comí la cabeza y al ver que nadie aparecía, llamé a Jesús.

''Este es el contestador de Jesús, deja tu mensaje y después te llamo, ¡¡GUAPETONA!! piiiiiiiiiiiii...''- sonó el pitido que indicaba que debía dejar un mensaje y colgué.

No pude evitar reírme con lo de ''guapetona'', ay mi Jesús...- pensé. Le mandé un WhatsApp para que me respondiera cuanto antes. Subí arriba, me cambié y me fui a dar una vuelta. Estaba súper aburrida. Estuve dos horas caminando sin rumbo, fui al centro comercial, estuve comprandome algo de ropa, ya que me apetecía. Luego fui al centro y cené una hamburguesa, di unas cuántas vueltas más y volví a casa. 

Al llegar a la puerta de casa, vi como alguien mandaba callar, me asusté pensando que podría ser un ladrón o algo, me armé de valor y entré. Al entrar, mis ojos permanecieron como platos. No me lo podía creer, ¿qué hacían ellas aquí? Todo lo que tenía en la mano se desvaneció de ellas y cayó al suelo.

-¡¡Cristina Martín!!- gritaron las dos mientras se aproximaban a mí para abrazarme.

-¡Dios mío! ¡Chicas! Cómo os he echado de menos.- dije con lágrimas en los ojos.

Estuvimos como cinco minutos abrazadas, ¡no me lo podía creer! ¡Andrea y Marta habían venido! Pero, ¿para qué? ¿Por mi cumpleaños?

-Estamos aquí para quedarnos contigo hasta el final del verano, agradéceselos a tus gemelitos- dijo Marta sonriendo.

-Eso, eso. A ver si te pensabas que te podías librar de nosotras fácilmente- dijo Andrea riéndose.

Miré a los chicos, pero sobre todo miré a Dani. Sé que todo ha sido idea suya, y me conmovió tanto que solté a las chicas y me abracé a él con más fuerza de la normal.

-Muchísimas gracias, te quiero.- le susurré al oído.

-No hay de qué- dijo Dani sonriendo. Yo también te quiero- concluyó con un beso en mi frente.

Estuvimos hablando en el salón como dos horas hasta que vinieron Eva y Carlos. Ellos sabían todo, y al ver que últimamente estaba muy decaída, aceptaron al minuto. No sabía cómo iba a agradecerles todo lo que estaban haciendo por mí.

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Bueno chicas, siento que no sea gran cosa, pero he tenido un problemilla técnico y he tenido que cambiar el capítulo por completo. Espero que os guste guapetonas, votad y comentad, muchísimas gracias, ¡os quiero! <3

Inolvidable (Gemeliers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora