¿Dónde está Jesús? ¿Dónde está Cris?
Esa era la preocupación desde las 10:00 que se levantaron todos. Se llamaron mutuamente, familia Oviedo a familia Martín. Todos estaban en casa de los Oviedo, y la única que sabía todo era lala.
-Dios mío, ¿dónde se han metido?-decía Eva mientas iba de un lado para otro.
(Cris)
Mientras tanto, nosotros íbamos juntos, riéndonos como siempre, recordando viejos tiempos y no tan viejos.
-Dios, ¿te acuerdas cuando te gustaba Maria Isabel y te ponías a bailar con el abanico? -decía Jesús mientras se reía.
-¿Y tú te acuerdas cuando bailabas los pajaritos con el culo en pompa? -dije a carcajadas.
La verdad que eran buenos momentos, aunque ahora no fueran tan buenos, me bastaba con estar a su lado y lo demás desaparecía.
-Jesús, ¿qué hora es? -dije asustada.
Jesús miró su reloj y vio que eran las 10:30, me miró asustado.
-¡¿Y?! -grité.
-Las 10:30...-susurró.
-¡¿Qué?! -dije antes de echar a correr- ¡Vamos!
Cogí a Jesús de la mano y empezamos a correr hasta que llegamos a casa. La que nos esperaba era buena.
Tras buscar las llaves, Jesús no las encontró, así que le dije que fuéramos a la mía.
Entramos en casa y, sorpresa, no había nadie. ¿Dónde se habrán metido?
-¿Y si están en mi casa?-dijo Jesús.
-No quiero ir-dije haciendo una mueca y temiendome lo peor.
-Anda vamos-me dio un beso en la frente-espera, se me ha ocurrido una idea, ¿tienes dinero?
-¿Qué pretendes?-pregunté.
Mientras me contaba su maravilloso plan, en casa de los Oviedo cada vez había más tensión.
-Creo que voy a llamar a la policía-dijo mi madre.
-A ver, no creo que los hayan raptado-dijo Dani intentando calmar el ambiente-es más, sabiendo como son a lo mejor han ido a por el desayuno o algo.
En ese momento mi abuela, no pudo evitar la risa. Todos la miraron.
-Mamá, ¿tú sabes algo?-preguntó mi madre.
-¿Yo? ¡Qué va! Es que... Me estaba acordando de un chiste y...
-Ya, claro-interrumpió mi madre-bueno, a lo mejor Dani tiene razón, será mejor que nos tranquilicemos.
Dani subió a su cuarto, cogió el teléfono y llamó a Jesús.
Tras varios intentos fallidos, decidió llamarme a Cris, ésta sí respondió.
-¡Dani!-dijo Cris desde la otra línea.
-¡Cris! ¿Dónde os habéis metido? ¿Está mi hermano contigo? ¿Qué estabais haciendo?-preguntó Dani.
-Dani tranquilo, estamos bien, y sí, tu hermano está conmigo. Hemos ido a... Por el desayuno-mentí.
-¡Ya os vale! Menos mal que sé como sois y por eso no me creo nada de lo que decís, me debéis una explicación-dijo Dani muy serio.
-Ay Dani, lo siento, sé que deberíamos de haberte avisado. Cuando lleguemos te contamos todo. Por favor, calma a la familia. Te debo una Dani, te quiero.
Y colgué.
Jesús y yo llegamos a un puesto de churros, cogimos dos docenas y unos cuantos bollos. Mientras andábamos de camino a casa, decidimos cantar para hacerlo más ameno.
"Yo sólo quiero darte un beso..."-cantó Jesús.
"Y regalarte mis mañanas..."-canté.
"Cantar para calmar tus miedos..."-cantó Jesús.
"Quiero que no te falte nada..."-terminé.
Nos miramos y al instante dijo Jesús.
-Pero chiquilla, ¿y esa voz?-dijo Jesús asombrado.
-¿La mía? Es normal, tirando a mala-dije sacándole la lengua.
-¡Qué va Cris! Te lo digo en serio, cantas genial-dijo Jesús dándome un beso en la frente.
Me ruboricé y me reí al mismo tiempo.
-Tú y tu sentido de la vergüenza-dijo Jesús con tono burlón.
Llegamos a casa, y llamamos al timbre. Nos abrió Dani.
-Chiquillos donde andabais. Anda entrad que me muero de hambre-dijo Dani.
Al entrar, todos nos miraron con mala cara y nos pidieron una explicación. Les dijimos que fuimos a por el desayuno, pero la única que sabía la verdad, era mi abuela.
Y gracias a ella estamos a salvo.
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Inolvidable (Gemeliers)
FanfictionCris es una chica de casi 14 años que va cada año a ver a su abuela a un pueblecillo de Sevilla, Mairena de Aljarafe. Enfrente viven dos chicos de su edad con los que ha estado desde pequeña, pero no se acordaba de ellos. Este verano marcará sus vid...