Hacía un poco de frío en la calle, me iba secando las lágrimas al mismo tiempo que andaba, hasta que escuché una voz.
-Así que nos volvemos a encontrar, niñita.- dijo con tono irónico.
Sí, era el borracho. ¿Qué quería? No lo sé, pero nunca he tenido más miedo en mi vida. Aquí estoy, sola con un hombre borracho que a saber lo que quiere hacer conmigo.
Seguí mi camino cada vez a paso más ligero, pero el hombre me seguía.
-Qué pasa, ¿te ha comido la lengua el gato?- dijo burlón.
-¡Déjame!- dije andando cada vez más rápido.
-Ya no estás tan gallita como antes, eh. ¿Dónde está tu novio? ¿Acaso te dejó sola? -dijo agarrándome el brazo.
-¡He dicho que me dejes! ¡Suéltame por favor! -dije sollozando- ¡No he hecho nada!
-¡Harás lo que yo quiera! -dijo el borracho alzando cada vez más la voz y apretándome cada vez más fuerte el brazo.
-¡¡No!! ¡¡Déjame!! -gritaba sollozando.
(Jesús)
En la calle de al lado, se oían voces, así que Jesús fue a ver qué pasaba. Al llegar a la calle, vio como el borracho tenía a Cris contra la pared y Cris estaba gritando.
-¡Eh tú! ¿Qué te dije yo antes? -gritó Jesús mientras iba corriendo hasta el sitio.
-Mira chaval, te dije que no te metieras. Además si tanto la buscas, ¿por qué la dejas sola? -dijo.
-Yo no la he dejado sola -dijo Jesús empujandolo para qué soltara a Cris.
En ese momento Cris pudo soltarse de ese borracho y fue a abrazar a Jesús. Rápidamente Cris se dio la vuelta y le dio una patada en los genitales al borracho.
-¡Vamos Jesús! -dijo Cris dándole la mano atemorizada.
Los dos corrieron un tramo y pararon para coger aire, no podían más.
-Cris, lo siento por lo de antes, he sido tonto. -dijo Jesús intentando reponer fuerzas.
-No Jesús, perdóname tú a mí, fui una idiota -dije medio sollozando con las manos en la cara.
Me apoyé contra un muro que había enfrente y empecé a llorar. Jesús se sentó conmigo y me abrazó.
-Cris, ¿qué te pasa? -dijo Jesús.
-Nada... Es que últimamente nada me sale bien, en el instituto no he ido muy bien aunque he aprobado todo, en casa tampoco y con lala... - paré y continúe llorando.
-¿Qué pasa con lala? -interrumpió y preguntó Jesús asustado.
-Lala está enferma Jesús. -solté.
-¿Cómo? -dijo Jesús boquiabierto.
-El otro día llegó una carta del médico a mi casa para mi abuela, y la abrí sin darme cuenta de que era suya. Y cuando vi lo que ponía... - resoplé.
- ¿¡Qué ponía!? - dijo Jesús histérico.
- Puede que tenga un pequeño tumor...- solté.
Para Jesús fue un batacazo escuchar eso, lala siempre ha estado ahí para lo que los gemelos necesitaran, desde pequeños han estado con ella, y por nada del mundo dejarían que le pasara algo. A Jesús se le empezaron a derramar lágrimas por las mejillas. Los dos permanecieron abrazados, y en silencio durante un buen rato; incluso se quedaron dormidos.Ya eran las 9:00 de la mañana, Jesús y Cris seguían dormidos y abrazados, Dani seguía dormido, el sol salió y los pájaros ya cantaban al son.
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Inolvidable (Gemeliers)
FanfictionCris es una chica de casi 14 años que va cada año a ver a su abuela a un pueblecillo de Sevilla, Mairena de Aljarafe. Enfrente viven dos chicos de su edad con los que ha estado desde pequeña, pero no se acordaba de ellos. Este verano marcará sus vid...