Siempre había admirado a Midoriya por su fortaleza y bondad. Por la forma en la que nunca se rendía incluso cuando su quirk estaba en su contra. Akane entendía eso. Nunca le presto atención a su particularidad, ya que siempre había querido ser maestra. Si, hasta ella se reía de los giros de la vida. Nunca quiso ser un héroe. Ella y su hermano gemelo, Takeru, solían burlarse de aquellos idiotas que arriesgaban sus vidas ciegamente por desgraciados malagradecidos.
Nunca se imagino que sería ella misma un héroe. Y más aún todo el sacrificio que realizó los últimos dos años, y que sigue haciendo para poder serlo. Realmente quería serlo. Y ahora se consideraba abiertamente una idiota que salvaría a las personas ciegamente. No sabía a ciencia cierta que la había llevado a escoger ese camino, tal vez siempre hubo una heroína escondida dentro suyo, que se manifestó en cuanto salvo a alguien por primera vez. O tal vez debido a que experimentó en carne propia el terror y sufrimiento... y la gratitud hacia los héroes que la habían rescatado.
Un estruendo la sacó de sus pensamientos, volviendo a enfocar su atención en el combate de Izuku y Todoroki. La pelea era algo dispareja pero seguía siendo asombrosa.
Vagamente se preguntó si su combate con el rubio había destacado. Aunque obviamente había tenido las cosas difíciles. Es decir, Katsuki tuvo 12 años para conocer y moldear su quirk, mientras ella le había prestado atención al suyo hace solo dos años atrás. ¿Por qué nunca le había tomado importancia? Las alas rompían su ropa por lo cual solo las sacaba un vez al mes para evitar aquel desgarrador dolor de espalda. Nunca le había gustado.
Pero tal parece que al público sí. Una sonrisa adornó su rostro al recordar como finalizó su combate con Bakugou.
Flashback:
El silencio se había echo presente. El rubio solo la observaba desde el suelo, mientras ella se sentía una jodida diosa ahí arriba, escuchando los gritos de animo del público.
Sentía la adrenalina recorrerla, debía hacer aquello. Debía impactar a las personas, impresionar a los pro....
Lograr que Bakugou Katsuki se fijara en ella. Sonaba pretencioso pero quería que aquel rubio explosivo la notara, que supiese de su fuerza. Sorprenderlo como él siempre la sorprendía a ella.El rubio seguía pasmado observándola, preguntándose como carajo bajaría a la perra con alas de ahí. No pudo pensar mucho más cuando la muchacha levantó delicadamente un brazo, a la par que las tres colas que tenía en su cintura se elevaban. Con una señal de su mano la primer cola impactó con fuerza en el suelo, y fue el suelo porque de jodido milagro el rubio había podido esquivarlo. Él la analizó. Tenía dos alas negras con tres colas igual de oscuras, que viéndolas de cerca se dio cuenta lo que eran. Esas porquerías eran plumas trenzadas una con la otra, como la de los pavos reales, y por lo que se apreciaba, podía endurecer y ablandar a su antojo. Una segunda cola le rozó el brazo arañándolo superficialmente, en cuanto la esquivó a duras penas, sintió como una de esas mierdas se engancho de su cintura, aprisionándolo.
Con otro movimiento Akane elevo a Bakugou para lanzarlo fuera del estadio y con eso ganar. Pero en cuanto sintió que descendía el oji escarlata utilizo sus explosiones para impulsarse y volver a erguirse en el área de combate. Akane no le dio tiempo a equilibrarse cuando se abalanzó sobre el sobrevolando, giro a su alrededor para atacarlo por el frente con su cola y aprovechar para sujetarlo por la espalda. Sintió las tibias y ásperas manos del rubio en su piel junto con el candente impacto de sus dichosas explosiones.
No se preocupo por las quemaduras por que no la dañaban, pero el impacto a quemarropa le comenzaba a dejar moretones. Aún sujetándolo por la espalda, Akane alzo vuelo mientras giraba mareando al rubio. Cuando se elevó lo suficiente, con un giro seco comenzó a descender para soltar al rubio y dejarlo caer de lleno con el suelo.
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¡Arrodillate Perra! BnHa ~BakugouxOc~ TERMINADA
FanfictionLa prominente figura de bakugou katsuki se dirigía hacia aquel cuarto donde sabia se encontraba aquella pelirroja que había osado burlarse de él frente a los enclenques que los observaban. Pero eso no se quedaría así, claro que no. La haría suplicar...