5: Apuestas

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Sudor frío corría por su espalda, su corazón latía desbocado y las piernas le temblaban frente a la intensa mirada de aquel muchacho causante de todos sus males ¿Cómo carajo había llegado Akane a eso? Para empezar ¿A quién mierda se le ocurre dejar a un montón de niños hormonales y aburridos encerrados en el mismo edificio sin la posibilidad de salir? Hay que admitir que no fue buena idea de entrada. Menos si estos empiezan a hacer jueguitos absurdos para matar el tiempo. No podía hablar con claridad, no podía pensar. El chico la tenía acorralada. Pero ¿Quién era el culpable de ese revoltijo que sentia en su estomago? Es más que obvio.

Mineta Minoru.

O como Akane siempre le decia: la mierdecilla morada.

¿Cómo habia llegado a esa situacion? Pues ese dia Ashido había roto soberanamente las pelotas para que jugaran a algo. Sacó de quién sabe donde un maso de cartas y sugirió jugar al poker. Muchos se fueron copando con la idea, ya que de verdad se tornaba aburrido luego del toque de queda. Al principio apostaban cosas pequeñas como golosinas, frituras o que te pasaran la tarea de la clase de historia. Pero las cosas comenzaron a ponerse serias conforme jugaban, ya apostaban dinero o algunos mangas o revistas (aunque las chicas se negaban a permitir que Mineta apostara sus revistas porno).

En la mesa de poker solo quedaban Kirishima, Ashido, Kaminari, Jirou, Akane y sorprendentemente Mineta. Aunque este último era pésimo, había perdido en todas las manos jugadas, tanto que sus compañeros más de una vez le sugerían que lo dejara. Pero la uva se negaba, alegando que se divertia aún perdiendo.

¿Qué hacía el resto de la clase? Algunos como Uraraka e Izuku estaban emocionados animando a sus compañeros, mientras otros como Todoroki o Momo se mantenian al margen solo observando como el resto jugaba.

Y otros, o mejor dicho Bakugou, se dedicaban a ayudar a jugar o incluso a hacer trampa de vez en cuando. El rubio se habia traido una silla a la mesa para sentarse junto a Akane y le susurraba estrategias para que "ganaran".

- Lanza esa y el puto juego será nuestro, preciosa - La chica se sonrojó levemente por la cercanía del rubio, que había pasado su brazo por el respaldo de la silla de Akane, casi abrazandola. Y aquel apodo que solo utilizaba cuando estaban solos, le hacia sonrojar cada que lo oía. Intentó controlarse e hizo justo lo que él rubio le dijo, y efectivamente, ganó.

Chillo de la emoción y sin darse cuenta, abrazó al rubio a su lado, Katsuki no la alejó aunque no le gustaba que los extras se enteraran de su vida personal. Akane no era su novia y no lo sería tampoco, de solo pensar en esas porquerias le daban ganas de explotarse la cara, pero le gustaba tenerla cerca de una forma que no comprendía. Algunos ojos curiosos veían con sorpresa el abrazo de la chica, mas no dijeron nada ya que la mirada asesina que les dedico el rubio les dejo en claro que cerraran el puto pico.

El juego cada vez estaba más reñido y uno a uno fueron dejando la mesa con un desaminado "no voy". Todos menos dos jugadores que aún estaban firmes en la mesa: Akane y Mineta. Todos intentaban convencer al pequeño para abandonar, su derrota era inevitable en contra de aquella pelirroja y su bestia rubia que se negaba a dejarla. Pero el chico insistía en quedarse, aunque ya no tenía nada más para apostar que sus revistas porno, las cuales Akane se negaba a aceptar. Fue a Ashido a la que se le ocurrió aquel brillante acuerdo, un acuerdo que era imposible que fallara:

- ¡Ya sé! ¡Sé que pueden apostar!- Gritó entusiamada mientras pegaba saltitos en su silla. Levantó una mano para apuntar hacia el pequeño peli violeta con una sonrisa maliciosa- si Akane gana.. ¡Tú no podras hacer nada pervertido por un mes! Ni mirarnos como un baboso ni intentar vernos las bragas ¡Nada!- Sonrio victoriosa, era la mejor idea que había tenido.

¡Arrodillate Perra! BnHa ~BakugouxOc~ TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora