Pelirrojo Enredo (Editando)

Capítulo 11

Narrador omnipresente

La música resonaba en aquella casa donde el alcohol y las drogas iban y venían de un lado a otro. Los chicos bailan descontroladamente en la pista, mientras que el DJ hacía de las suyas en el tablero.

-¿Te estas divirtiendo?- Pregunto Geraldine a Elizabeth

-Mucho más ahora que estas aquí –Hablo Elizabeth sonriéndole pícaramente a Geraldine.

-Vamos a bailar- Geraldine arrastro a Elizabeth hasta la pista de baile, la pelinegra pego su espalda a Elizabeth contoneándose al ritmo de la música. Las manos de Elizabeth se posaron sobre la cintura de Geraldine al mismo tiempo que dejaba besos por todo su hombro sacándole algunos suspiros involuntarios a la pelinegra.

-Eres una excelente bailarina Gerald al parecer tienes bien merecido el puesto de capitana de porristas- Susurro Elizabeth en el oído de Geraldine causándole unas deliciosas descargas eléctricas en todo el cuerpo de la pelinegra, que involuntariamente dejo salir un pequeño gemido al sentir la experimentada lengua de Elizabeth delinear la línea de su mandíbula.

-Joder...-Dijo por lo bajo al sentir las manos de Elizabeth en su cintura las cuales empujaron más su cuerpo al de ella. Geraldine se disponía a decir algo cuando fue interrumpida por la mano de Elizabeth la cual estaba en frente de ella en señal de que le diera un momento.

La castaña salió con velocidad de la casa para alejarse de la música y así poder escuchar.

-¿Diga?- Hablo cuando se encontraba lo suficientemente lejos de toda la música - ¿¡Donde mierda estas!? Te he estado llamando desde hace ¡Dos horas Liz! Espero que tengas una buena explicación- Elizabeth rodó los ojos y suspiro.

-Lu, primero no me grites ¿Acaso quieres reventarme los tímpanos?- pregunto Elizabeth

-Quiero reventarte a golpes-La chica rubia se tomó unos segundos para calmarse- No sabes lo preocupada que estaba por ti no quiero que pase lo de la última vez Liz –Dijo con la voz en un hilo.

-Lu, estoy bien no voy a inhalar nada te lo prometo, puedes estar tranquila llegare en dos horas- Dicho esto colgó el teléfono, Elizabeth se perdió en los recuerdos una vez más. Últimamente estaba recordando mucho para su gusto.

Flash back

Nueve meses atrás. Madrid, España

-¿A dónde crees que vas?- pregunto Isabel al ver a su hija bajar sigilosamente las escaleras, Elizabeth se encogió de hombros y metió las manos en los bolsillos de su chaqueta. El frió azotaba a la ciudad de Madrid en aquella época del año.

-No te importa- Fue lo que contesto Elizabeth caminando hacia la puerta

-No me hables así, soy tu madre-Reclamo Isabel, la risa de Elizabeth inundaba todo la sala de estar, giro su cuerpo para encarar a Isabel

-Dejaste de ser mi madre el día que me culpaste por la muerte de Isa- Sentencio Elizabeth escondiendo su dolor al decir aquellas palabras que tanta verdad escondían.

–O quizá fue aquella vez que me mandaste al hospital de la golpiza que me diste no lo sé, fueron tantas cosas desde que dejaste de ser mi madre que no recuerdo...-Elizabeth fingió estar pensando – Oh ya lo recuerdo fue cuando me golpeabas dijiste "Mi única hija está muerta por tu culpa" –La castaña dijo con dolor.

-Así que, no vengas ahora a dártelas de madre digna por qué nunca lo has sido para mí, yo no soy tu hija- Dicho esto Elizabeth se marchó dejando a Isabel inmóvil en aquella sala.