Tiempo de distracciones.

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-Sí mamá estoy bien. Un campesino me ayudó a curarme y me prestó sus tijeras para volver al castillo. Eso es todo no pasó nada más.

-Pero mirate hija, nos tenías muy preocupados. El pobre de River no pegó el ojo en toda la noche de solo estar buscandote.

-Sí no me imagino lo preocupado que ha estado. Dijé para mi mísma con total aburrimiento.

Para mi sorpresa mi madre  bajó corriendo de su trono y me abrazó muy fuerte acto seguido me dio un beso en la cabeza. Yo me quedé perpleja y em shock.

-Ah... mamá... las muestras de afecto en público no son propias de los Butterfly...
-Lo sé mi pequeña Moon. Pero realmente estaba preocupada por ti. No sé que haría si te sucediera algo. - mi madre volvio a su tierno gesto y yo me sentí tan conmovida que le devolví con más fuerza el abrazo.

Más tarde volví a mi habitación. Me sentía tan feliz que por un momento me olvide de la pesadilla que había pasado y del drama con Toffee.

-¿Qué has hecho Moon?
-De qué hablas Glossy?
La pregunta de Glossaryck me tomó desprevenida y por un segundo no sabía en realidad a que se refería.

-Yo creo que si lo sabes Moon.
De golpe se me vino el recuerdo de Toffee y de nuestro repentino reencuentro y despedida. Mis mejillas se pusieron rojas al recordarlo y traté de esfumar su recuerdo pensando en otra cosa.

-ahm... noooo se de que me hablaas...
-No. Supongo que no tiene importancia por el momento. Cómo te encuentras? Tu madre estaba muy preocupada.

Ya me encontraba un poco fastidiada de decir que estaba bien pero le conté la misma historia que le conté a mi madre. Yo sabía que Glossy no me creía en lo absoluto, pero al menos fingió hacerlo para dejarme ir a dormir un poco y él hizo lo mismo.

La verdad es que no pude dormir mucho. O al menos no en un par de horas. Estaba acostaba en mi cama mirando el techo.
No entendía a Toffee. Parece que los motivos que lo gobernaron a alejarse de mí hoy, no le importaron hace un par de años cuando vivíamos en la casita del bosque.
¿Qué fue lo qué pasó entonces? Y la pregunta del millón era realmente: ¿Por qué yo pensaba tanto en él? Creo darme una idea del por qué. Pero para mí todo ese tema era desconocido. Nunca lo había experimentado antes. Así que sólo supuse que mi interés por Toffee era por pura rebeldía contra lo que se supone debo de ser y hacer. Al menos traté de creerme esa historia. Mi ceño estaba fruncido. Dadas las circunstancias había decidido estar molesta con Toffee y no querer saber nada más de él. Ya había perdido mucho tiempo pensando en si estaría bien o preguntandome cómo era su vida antes y después de mi.

No supe en que momento me quedé dormida, ni quién fue el que me arropó. Imagino que fue Glossaryck. A la mañana siguiente desperté muy tarde. la luz del sol entraba por las delgadas cortinas de mi ventanal. Me sorprendió que mi madre no mandara a despertarme pero di gracias a que no lo hiciera. Tal vez se apiadó de mi por el "accidente" de ayer y me dejó descansar.

-No te alegres tanto Moon. Has dejado de lado tus obligaciones con la varita. Hay que ponerse al día.-
Por raro que sonara me alegraba muchísimo que Glossaryck me pidiera que me concentrara más en mi entrenamiento con la magia. Desde hace mucho tiempo sentía mi mente divagar en cualquier lado excepto en donde debía estar y con esto podria concentrarme y olvidarme de Toffee.

-Deberías comer algo y arreglarte. Será un día largo para ti.

(...)

-Muy bien Moon. Me sorprende la rapidez con la que aprendes. Pero no es suficiente. Dominas la magia básica, pero que tal de los hechizos más poderosos. - yo di las gracias arrogantemente y con un movimiento de varita hice aparecer un vaso con jugo de uva y unas galletitas de maíz dulce. Moría de hambre y sed. Glossaryck tomó una galleta y se sentó sobre el libro. Con otro movimiento de varita acomodé mi cabello despeinado y limpié mi vestido de la tierra y el sudor que me había causado el entrenamiento.

-Me enseñarás algo del capitulo de Eclipsa? Que tal el hechizo espía? O mejor invocar a la obscuridad?- dije algo esperanzada y sarcástica al ver que Glossaryck pasaba las páginas y se quedó dudando en el capitulo sellado con un candado en forma de calavera para después seguir hojeando el libro.  Al terminar de decir esto Glossaryck me miró con un extraño gesto entre horror y consternación que no supe identificar bien. Toda mi piel se erizó al ver que el no reaccionaba.
-¿G-glossy?-dudaba si debía de hablar o no.
-No Moon. No quiero que acabes como ella. No veremos ese capitulo hasta que estes lista para ello.
-Sólo bromeaba Glossy...
-No vuelvas a hacerlo. A pesar de que tu magia es fuerte no tienes el nivel para enfrentar a la obscuridad de Eclipsa. Nadie lo ha tenido. Y con tus recientes actividades... Podría salir mal un hechizo y después...
-Sí, Sí lo entiendo Glossaryck. Perdona que lo dijera. No lo volvere a traer al tema...

Un silencio se interpuso entre nosotros. Yo no sabía que decir. La verdad es que no me llamaba la atención meterme con esas cosas de la obscuridad, pero como era algo "prohibido" me pareció interesante bromear con eso. La reacción de Glossaryck me dejó perturbada. ¿Después de mis recientes actividades? De que iba eso? Ya se sabía de sobra que de todas las reinas, Eclipsa siempre fue su favorita por ser la más poderosa y la mejor alumna. Pero no imaginé que a pesar de todo lo que le había pasado, ahora a él le pareciera inapropiado hablar de ella.

-Deberiamos irnos Moon. Nos estan vigilando y se está haciendo tarde. Mañana podremos estudiar los hechizos del tiempo o los de batalla de Solaria. Ahora saca tus tijeras.
-Quien nos vigila?- dije volteando a todos lados sin poder ver a nadie.
-Alguien que no debería estar aquí. Vamonos ya.
De la nada Glossaryck tomó mis tijeras y abrio el portal pasando primero. Yo me quedé un par de segundos en el pequeño bosque que él había elegido para entrenar. Estabamos a las afueras del castillo y me preguntaba que criatura o que ser era quien nos vigilaba. Volví a hechar un vistazo y seguí sin lograr ver a nadie.

-Moon...
-Ya voy, ya voy...

Lejos de ahí en la copa de un enorme pino dos pares de ojos nos observaban con cuidado.

RenacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora