Renacer

Malas noticias.

Abrí los ojos y me sorprendió mucho ver la habitación iluminada de Toffe. La luz me lastimó los ojos provocandome un ligero dolor de cabeza adí que volví a cerrar los ojos dejando salir un quejido de mis labios.

-Moon...
-Toffee... - me senté en la cama lo más rápido que pude- ¿qué pasó, por qué estoy aquí?
-Te salve la vida Duh. De nada por cierto.
Reí nerviosa al recordar que algo parecido le había dicho a él la noche en que desperto después que lo salve.
-Supongo que ahora mi deuda está saldada.- dijo con una sonrisa fingida y se recargó en el sillón en el que se encontraba sentado cruzando su pierna izquierda y levantando sus brazos detrás de su cabeza. No sé por qué ese gesto se me hizo muy sensual y me ruborizé.
-Gracias Toffee.
-De nada Moon.- volvio a responder pero esta vez con una voz suave y ronca. Me miraba fijamente. Pude jurar que hacía eso para provocarme.
Sentí mi cara hervir de lo roja que estaba.
-¿Cómo acabaste ahí?
Su pregunta me distrajó. Recordé nuestra pelea previa, lo que yo quería decirle, lo que había escuchado de esos dos...
Mi cuerpo se paralizó y cerré los ojos, mis puños se apretaron por reflejo.

-Moon, ¿Estás bien? Dime lo que pasó.
-Perdóname Toffee. Lo de la tarde no era en serio. Estaba bromeando. Yo estaba molesta y me desquité contigo pero te juro que no era en serio. Sabía que eso te haría enojar y salió solo. No lo pensé bien...
-No importa ya. Ahora dime como terminaste metida con esos tipos.
Suspiré nuevamente. Me dolia recordar lo que escuché.

-Después de que te fuiste yo seguía molesta, pero por haberme portado tan inmadura contigo. Volví al bosque y empecé a caminar. Sólo quería despejar mi mente y tratar de pensar en una forma madura de pedir disculpas. Camine un buen rato y los escuché. Escuché a los trolls hablar. Mi primer pensamiento fue huir. Pero escuché que hablaban de Mewni y los seguí, después dijeron otras cosas y mencionaron algo de mis padres... Ellos dijeron que... -trague saliva y busqué en mi mente la forma menos hiriente para mi de decirlo pero no encontré ninguna palabra buena- dijeron que el Rey, que mi padre había fallecido. Que todo fue a causa de que yo había desaparecido. Que el me buscó y buscó y al final le llegaron rumores de que yo había muerto y pues él...- No me habia fijado en que las lagrimas habian empezado a caer a mares de mis ojos y ahora la voz se me entrecortaba. Toffee solo me miraba. No supe distinguir su expresión y eso me dolió más. -Mi madre dijó que yo fui la culpable de su muerte por haberme ido así. Y ahora ella también cree que morí. Y yo me siento tan culpable Toffee. No sabía que eso pasaría. Mi padre se ha ido y ahora ya no podre decirle nunca que me perdone por haber sido tan inmadura y haber escapado de casa. Todo este tiempo que he estafo aquí y yo no sabía que él estaba sufriendo tanto... yo...

Toffee se levanto de su sillón y se acercó a mi. Me abrazó con fuerza y me dejó llorar en su hombro. Yo estaba en shock. En todos estos meses juntos si bien su comportamiento agresivo "típico de un monstruo" había cambiado muchísimo hacia mi, y aunque había muchas otras veces en las que se enojaba mucho conmigo, jamás llegué a creer que él tendría este gesto conmigo.
Instintivamente mis brazos lo rodearon y me abracé aún más fuerte a él. Toffee acariciaba con ternura mi cabello y yo inhalaba con fuerza el aroma que desprendía el suyo. Poco a poco me fui calmando y me fui perdiendo en su abrazo y en su aroma. Era como una droga que me tranquilizaba. Pronto dejé de llorar.

-No es tu culpa Moon. Tú lo dijiste, no sabías que eso pasaría, pero.. sólo pasó y ya. Tú no tuviste nada que ver, cada quien tomó sus desiciones, no eres culpable de las desiciones de los demás. Pero bueno, y después de eso, te descubrieron?
-Sí. Uno de ellos se percató que los seguía. Pensó que los iba a robar o algo así y me atraparon, pero después me reconocieron por mis marcas- dije acariciando los diamantes en mis mejillas- traté de escapar pero el más grande me golpeo y me desmayé. Eso es todo lo que recuerdo.

Toffee se separó de mi y me miró fijamente. Eso me incomodó pero no le quité la mirada, con su mano limpio una lagrima que corría por mi mejilla izquierda y dejó su mano ahí. Él abrio un poco la boca pero no dijo nada.
En ese instante pude mirarlo más detenidamente. Sus enormes ojos amarillos brillaban con fuerza, sus finos labios se veían suaves a pesar de su piel de reptil. Noté que su cabello había crecido más desde que lo conocí y ahora lo llevaba amarrado en un listón rojo a la altura de la nuca. Su mandibula estaba muy marcada y su cuello grueso y largo se notaba tensado.
Me gustaba su espalda ancha y muy marcada y la forma en la que sus camisas se amoldaban a él.
Espera... yo pensé todo eso???

-¿Y que piensas hacer ahora, Moon?- Toffee suspiró, ya sabía cuál era mi respuesta desde mucho antes de preguntar. Así que su pregunta fue extremadamente seca y sin emoción alguna.
-Yo... volveré al castillo, Toffee. Quiero ver como está mi madre y que fue lo que realmente pasó con mi padre...
-Entiendo.- Toffee se apartó de mi y fue directo hacia la ventana y me dio la espalda, empezaba a atardecer.

-Perdón Toffee. Es mi familia, esta vez no puedo librarme de esta situación. Tengo que hacer frente a mis acciones y a mis obligaciones. Volveré a Mewni por la mañana-.

Muy en el fondo quería que el me detuviera, que me dijera algo o que me regañara por mi comportamiento infantil del día anterior y de todos los otros días. Pero el no hizo nada. Ni siquiera me dirigió la mirada nuevamente. Lo conocía ya lo suficiente para saber que ya no quería hablar conmigo. Yo me levanté de su cama y me dirigí a la puerta.
Antes de irme le dije
-en serio lo siento Toffee-.
Cuando giré a mirarlo, él observaba el atardecer con un interés y una tranquilidad tan grande que pensé que se había olvidado de mi. Suspiré.
Y salí de la habitación.