Esa noche Toffee se quedó conmigo. Me aseguré de que nadie entrara a mi habitación.
Después de un par de horas de platicar, comer pastelillos, beber vino, besarnos y de una incómoda y muy ridícula sesión de baile a la luz de la luna, decidimos irnos a dormir. Yo no quería que él se fuera y él no estaba seguro de que eso fuera lo correcto. Prometimos que no pasaría nada más. Por mucho que ambos lo quisieramos, habíamos quedado en que esperaríamos un poco más para que (más que nada yo) estuviera lista.Yo no podía dormir. Me sentía más viva que nunca. Nos recostamos en mi cama frente a frente. Yo tomaba su mano y jugueteaba con sus dedos. Lo veía dormir con tanta tranquilidad y miles de preguntas pasaban por mi mente. ¿Por qué a pesar de ser un monstruo era tan refinado? ¿Que es lo que pensaba? ¿Como se había hecho esa pequeña cicatriz que tenía en el pecho? ¿Cómo habrá sido su infancia?
-Moon Butterfly duermete ya- dijo Toffee con voz ronca. Me había espantado y me empecé a reír incómoda. Se había dado cuenta de que lo miraba mientras dormía.
-Estaba pensando en que podría pedir a mi madre que me diera un par de días libres ¿sabes? Algo así como vacaciones por mi cumpleaños. Podríamos volver a la casita del bosque... pasar un rato juntos... tu sabes...-No Moon. No podemos hacer eso.- Toffee abrió los ojos con el ceño un poco fruncido y quitando mi mano de la suya. Con pesadez se enderezó en la cama y se masajeo la frente.
-¿Por qué no Toffee? Le diré a mi madre que quiero descansar un poco. Me lo debe. No habrá problema. Confía en mi. - Como siempre, Toffee meditó la opción y después de un rato tomó mi mano sonriendo y asintió.(...)
Esa noche me quedé con Moon hasta que salió el Sol. Probablemente sus sirvientes le llevarían el desayuno a la cama y sería un caos si ellos me veían acostado en la cama de la princesa durmiendo abrazado de ella.
La miré antes de pasar por el portal que abrí con las tijeras. Se veía tan tranquila durmiendo. No quise despertarla. Sabía que se molestaría por eso pero debía de ser precabido.
Desde entonces me había quedado en la casa del bosque. Persuadí a Rasticore de irse. No le dije porque pero supongo que él lo adivinó y se marchó sin decir más.Después de tres días un portal se abrió con Moon cargando una pequeña maleta. Al mirarme me sonrió y se lanzó hacia mi.
-Perdón por el retraso. Debía hacer otras cosas con tal de que mi madre me dejara libre. Pero al fin estoy aquí.-La mayor parte del tiempo nos la pasamos afuera de la casa. Moon había puesto un hechizo alrededor de la casa para evitar que nos encontraran cosa que fue muy oportuna y eso nos dio total libertad para estar tranquilos.
Nos sentamos en nuestro árbol de siempre para comer y platicar. Ella me contaba de sus aventuras en el tiempo en el que nos separamos por primera vez. Aunque ella quería saber que había hecho yo en ese tiempo yo cambiaba el tema y ella parecía no darse cuenta porque me seguía la corriente.La mañana siguiente me levanté de la cama preocupado. Moon había insistido en dormir en mi habitación así que decidimos juntar su antigua cama con la mía.
Ella estaba aún dormida pero sudaba bastante y tiritaba de frío cada cierto tiempo. Con mi mano toqué su frente. Tenía fiebre. -Moon... Moon ¿qué pasa?- ella sólo puso una media sonrisa y habló muy bajo, sin abrir loa ojos -Creo que he arruinado nuestras vacaciones Toffee. Lo siento.- yo gruñí molesto. No era posible que estuviera preocupada por eso. Tal parece que como ya era su costumbre, debía de salvarla.
-Iré al bosque por unas plantas que calmarán tu fiebre, ¿de acuerdo? No tardo. Ni se te ocurra salir de aquí Moon Butterfly- Moon asintió despacio. De prisa salí de la casa y me dirigí al bosque.
(...)Un par de horas después regresé. Entré corriendo y fui directamente a ver a Moon. Ella ya se encontraba mejor. Estaba sentada en la sala leyendo un libro. Me sorprendió verla ahí. -Moon ¿ya estás bien? - Sí Toffee. Ya me encuentro mejor. Gracias.
Ella se encontraba algo distante. La miré y traté de ver alguna diferencia en ella pero no había nada. Con cuidado me acerqué. Ella seguía mis movimientos tal como lo haría algún depredador al cazar a su presa. De golpe cerró el libro y lo lanzó al otro lado de la habitación. Yo di un brinco por el susto del ruido del libro al caer al suelo.-¿Qué pasa cariño? ¿Todo bien?- preguntó algo burlona. - Es lo que yo pregunto.
-No seas tonto Toffee. Ven aquí. Quiero besarte.- su voz había cambiado a un tono suave y algo... seductor. Había algo en su mirada. Un brillo especial que la hacía verse mayor.
Me gustaba cómo se veía pero sinceramente me inquietaba su extraña actitud. No queriendo me acerqué a ella y la dejé que me abrazar.
-No tengas miedo amor. No te voy a hacer nada... que tú no quieras.
-¿Estás segura de que no te pasa nada Moon? Hace un par de horas morías de fiebre...
-Estoy bien Toffee no seas tan dramático. Sólo pasa que me he dado cuenta de lo mucho que me gustas y que quiero estar contigo. Relájate.- Por un extraño motivo me relajé y creí en lo que decía. Me atrajó hacía ella tirando de mi camisa y me besó. Para mi sorpresa fue un beso suave. Yo cerré loa ojos y me dejé llevar.Unos segundos después me separé de ella y abrí los ojos para ver a una Moon enterrada en una pila de lo que parecían petalos de flores en tonos morados y con la forma de diamantes.
-Oh no Moon...- antes de que pudiera hacer algo los petalos la cubrieron por completo y unas extrañas ramas la empezaron a rodear en lo que parecía un capullo.
-¿Moon?- coloqué mi mano en la superficie del capullo esperando sentir algo cuando una mano apareció justo en donde la mia se encontraba recargada. El capullo empezó a quebrarse y cuando esté se hizo añicos un extraño ser emergió de él.Era Moon. Pero con la diferencia de esta tenía 6 brazos, su piel era de un color morado grisaceo y de su espalda salian un par de alas de mariposa en color rosado. Sus ojos era como dos faros blancos de luz.
Me miró con curiosidad y una ampliá sonrisa se cruzó en su rostro antes de lanzarse sobre mi.
Antes de que yo pudiera reaccionar me atrapó en la sala con una clase de enredadera-telaraña que sacaba de sus 6 manos. Parecía divertirse.
La telaraña dejó de salir cuando algo fuera la distrajo. Se quedó tranquila por un par de segundos y de la nada salió volando hacía el Bosque.
- Moon, vuelve- trataba de moverme pero la telaraña era muy resistente.Vaya Toffee, esta vez si que el amor te ha atrapado muy fuerte eh?-
-Rasticore deja de burlarte y ayudame con esto. Debemos encontrar a Moon antes de que pase algo.- Rasticore estaba recargado en el marco de la puerta con los brazos cruzados. Se reía de mis desgracias. Aún con la sonrisa en su rostro se acercó a mi y de su cinturón sacó una pequeña navaja y comenzo a cortar la telaraña. Cuando por fin me liberó me ayudó a levantarme y ambos salimos disparados siguiendo el rasto de petalos de diamante que Moon dejaba a su paso.A unos cuantos kilómetros al este de ahí la encontramos aterrorizando a unos jovenes en una pequeña granja.
Había atrapado a dos y estaba persiguiendo a uno. Rasticore se adelantó y subió al techo. Yo corrí del otro lado para tomar una larga cuerda que estaba tirada cerca de un pozo.
Moon no se había percatado de nuestra presencia. Con señas Rasticore me indicó el momento indicado para saltar sobre Moon y atraparla. Justo cuando Moon revoloteo cerca de Rasticore, éste se lanzó sobre de ella. Todo su peso hizo que ella no pudiera volar más y ambos cayeron al suelo de golpe llenandose todos de lodo.
-¡Ahora!- en ese momento salté encima de ambos, mientras Rasticore trataba de tomar todas sus manos y detener sus alas yo la até con fuerza para impedir que escapara otra vez.-Sueltame Toffee. Te lo ordeno- gruñó Moon con una voz que jamás imaginé podría salir de ella.
-Lo siento Moon. Sé que me odiarás por esto pero debes controlarte.
-Juro que me las vas a pagar estúpida lagartija. Sueltame ahora, los dos se van a arrepentir por esto.-
-Vaya que es un amor. Y además es tan educada...
-Cállate Rasticore y ayúdame a llevarla de vuelta- él no dejaba de burlarse de todos loa problemas que pasaba por culpa de Moon y ella no dejaba de maldecir, chillar y patearme el pecho en todo el camino de regreso a casa.Había escuchado que la Mewbertad de las Butterfly era un fastidio. Pero no imaginaba que fuera tan terrible como esto.
No sabía que era peor si tener a una Moon transformada y mil veces más irritante de lo normal o los comentarios sarcásticos de RasticoreNo era así como esperaba pasar mis días con Moon.

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Renacer
Fiksyen PeminatLo que se dice en los libros no es siempre del todo cierto. La historia es más obscura de lo que puedes llegar a imaginar. Una guerra que arrasa con todo, una guerra que cambia destinos y une lo que estaba predestinado... o tal vez no... Una histo...