Renacer

Cumpleaños.

Bajé las escaleras esperando a que los guardias notaran mi presencia y me anunciaran ante toda la sociedad reunida en el salón.
-Con ustedes la princesa Moon Butterfly, futura reina de Mewni.- Dijeron en voz muuy alta y colpearon el suelo con sus lanzas. El eco se hizo en todo el salón. Todas las miradas se dirigieron a mi y yo sentí mis mejillas enrojecer. Traté de no demostrar mi incomodidad y bajé las escaleras lo más serena, elegante y sonriente posible. A lo lejos vi a River sonriendo de oreja a oreja. Se le veía muy arreglado en un traje azúl rey. Movió la mano con insistencia cuando vió que lo miraba. Yo negué con la cabeza en apenas un gesto.

Mi madre estaba sentada en su trono real y el lugar de mi padre estaba bellamente decorado con una banda de terciopelo rojo y orillas tejidas con hilo de oro. A lo largo de esta misma decía "En memoria". Cuánto daría porque mi padre aún siguiera aquí y en este día.

Cuándo llegue al final de las escaleras y ne situé en el asiento continuo a mi madre, ella se levantó y todos los presented se callaron de inmediato.

-Es para mi un honor presentarles a ustedes a mi preciosa hija: Moon Butterfly. Heredera al trono de Mewni. Hoy es su cumpleaños número 15. Cada día está más cerca de convertirse en la gran mujer y en la gran reina que sé que se convertirá. No me queda más que desearte un muy feliz cumpleaños y decirte que tu padre y yo estamos muy orgullosos de ti. Estoy segura que no nos decepcionarás. Aún te falta mucho por aprender pero tu podrás hacerlo. Tu padre y yo te amamos hija.

Mi madre por lo general no era muy adepta a dar pruebas de afecto en público, pero su pequeño discurso me tocó el corazón. Era más de lo que hubiera esperado de su parte y con eso me conformaba.- Los amo también- le dije sin pronunciar un sonido.

La fiesta comenzó después se eso. La gente bailaba y comía los pequeños aperitivos que los sirvientes llevaban en charolas de plata en sus hombros. River ocasionalmente se acercaba a mi a hacerme la plática, bromear y a felicitarme una y otra vez sin parar. En otras veces me invitaba a bailar y yo "casualmente" era salvada por algún otro ciudadano que se acercaba a felicitarme, darme algún obsequio o a hacerme algún halago.
Me sentía mal por él pero me sentía ridícula al bailar. No sabía hacerlo. Y sin dudas no me aventuraria a intentarlo justo en el día en el que todos los ojos se dirigían hacía mi.

Las horas pasaban y yo me sentía cansada de fingir una sonrisa todo el tiempo y de escuchar lo mismo y lo mismo... reinas de otros reinos exagerando de lo guapos, ricos y buen partido que podrían ser sus hijos. Jovenes príncipes comportándose tan arrogantes al tratar de impresionarme con sus historias heróicas... mi madre contando a todo aquél que se le cruzara sobre lo buena que me había vuelto con la varita y lo madura que era para mi edad. Enorgullesiendose de la excelente reina que convertiria.
Sin duda me sentía feliz por eso último pero me avergonzaba un poco. Lo único que quería a estas alturas era subir a mi habitación, lanzar mis zapatos de tacón a una esquina, soltar mi cabello, quitarme las medias  y el pomposo eh incómodo vestido que traía puesto, acto seguido meterme en la cama y no despertar hasta dentro de una eternidad.

Sigilosamente me colé por el salón hasta donde estaba mi madre y en voz baja le dije:
-¿Puedo retirarme? Me siento muy cansada y ya me duelen los pies por lpa tacones.- mi mamá me echó una rápida mirada y sonrió disimuladamente.
-Esta bien hija, sé discreta. Yo te cubriré. Descansa.
-Gracias. Te quiero mami, buenas noches.- me di la vuelta y finguí buscar a alguien en el salón y fue así como llegué a las escaleras y me escabullí hasta mi tranquila y acogedora habitación.

Se sentía un aire fresco cuando entré y me sorprendió ver la puerta de la terraza abierta. No recordaba haberla dejado abierta. Me acerqué a cerrarla y justo antes de hacerlo a mis espaldas sentí una enorme presencia que se acercaba muy despacio a mi. Mi corazón se aceleró un poco, tomé aire y con la frente en alto me si la vuelta para encontrarme con...