Mismo destino.

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Toda la mañana había estado muy distraía. Para ser sincera desde hace tres días que lo estaba. Mis lecciones con Glossaryck habían sido suspendidas de momento porque casi incendio el castillo el día de ayer por mi falta de concentración.
Como no tenía nada que hacer más que verificar los preparativos para mi fiesta de cumpleaños, la mayor parte del tiempo me la pasaba en mi habitación tirada en la cama o mirando ansiosamente por la terraza esperando ver a alguien que nunca llegaba.

Estaba tirada en mi cama boca arriba haciendo movimientos con mi varita y de ella salían pequeñas estrellas que flotaban y brillaban unos instantes para después desaparecer.
No tenía nada interesante por hacer y estaba completamente aburrida.

En unas cuantas horas empezaría la fiesta. Mi madre no quería que estuviera cerca en esos momentos, quería que los detalles finales fueran sorpresa y faltaban un par de horas para que comenzara a vestirme.

-Glossy... ¿qué sabes de Eclipsa?- El pensamiento conectó de inmediato con mi boca y salió de la nada asustandome a mí misma al momento en que hice la pregunta. Glossaryck se me quedó viendo sin expresión alguna. Sentía que podía ver atraves de mi alma y que incluso podía leer mi mente en ese momento. Y en mi mente sólo había un solo pensamiento: Toffee. La mirada de Glossaryck me incomodo un poco y solo atiné a alzar la mano con la varita y en un suave movimiento cree una cortina de pequeñas estrellas plateadas y doradas a mi alrededor para evadir la mirada de Glossaryck.

-Sé muchas cosas de ella, Moon. Pero no creo que hoy sea el día adecuado para hablar de eso.
-Nunca es el día adecuado para hablar de nada Glossaryck. ¿Cómo pretenden que sea la reina si no me tienen permitido formar parte de lo que será mi reino y sobre todo no me permiten saber nada?- dije quejandome bastante abrumada dejando caer la mano con la varita en la cama con fuerza.

-Lo sabrás Moon pero todo a su tiempo. O no. Sólo te diré que ha sido la reina más poderosa de Mewni, pero lo que hizo fue alta traición y por eso fue cristalizada. Supongo que se lo merecía o no. La gente ya no sabía que era peor, si el hecho de que se hubiera fugado con un monstruo o que dominara magia muy obscura.
-¿La quisiste? ¿Crees que en realidad haya sido tan mala? O... ¿es que la gente solo exagera con eso de su fuga? ¿Le dieron tan siquiera el tiempo para que ella se explicara?
-Yo no tengo sentimientos Moon. El único motivo de mi existencia es ayudar a las princesas mágicas de Mewni a que alcancen su máximo potencial. Lo demás no importa.

Yo me quedé pensando profundamente en las palabras de Glossaryck y en cómo ignoró mis otras preguntas... como siempre lo hacía. Ya se sabía que él siempre la prefirió a ella por ser la más poderosa y por ser la única que lo dejara ser libre en su entrenamiento.
Pero no podía pensar en lo mucho que la entendía y en lo mucho que me parecía a ella. Me encontraba en el mismo dilema que ella tuvo hace muchísimos años. Ya sabía cuál fue su destino. Cristalizada por toda la eternidad en la dimensión de Rhombulus.
Tengo que admitir que la admiraba por haber tomado la decisión de haber seguido a su corazón e ir por su verdadero amor en contra de todas las leyes que nos rigen por ser de la realeza y por ser mewmanos.

Yo no era ella. Eso era más que obvio, pero significaba que tal vez, sólo tal vez, mi destino fuera diferente al de ella. O tal vez no. Al final compartiamos la misma sangre real.
Pero no podía evitar seguir pensando en Toffee y en lo que sentía por él.
"Amor de Monstruo".
Eso casi nunca termina bien. Y aunque existiera la minúscula partícula de probabilidad de que saliera bien... ¿Cuánto podría durar?

Y lo más importante, ¿Qué pensaría Toffee de aquello?
Él, muy a pesar de todos los problemas por los que hemos pasado y de lo muy mal que lo traté al principio... él sigue regresando a mí. Yo sé que muy en el fondo él también siente lo mismo pero supongo que para él es más difícil asimilar aquellos sentimientos.
Me pregunto si alguna vez antes los había sentido siquiera.
Digo, por Dios, es un monstruo... se supone que ellos no sienten.
Creo que tal vez ese era mi problema. Lo estaba juzgando muy mal solo por ser un monstruo.
Yo y mis estúpidos prejuicios Mewmanos infundados desde hace tantísimos siglos atrás...

No me di cuenta en qué momento fue que Glossaryck salió de la habitación. Habrá pasado ya como una hora desde que él salió y ahora ya era tiempo de empezar a arreglarme para esta farsa.

Desmotivada y sin ganas me levante de la cama y fui a mi gran armario. Saqué de el un largo y hermoso vestido de color azul marino.
Suspire y cerré los ojos. Empecé a quitarme la ropa que traía encima y la dejé tirada en el suelo.
Me enfundé el elegante vestido azul y me senté frente a mi tocador con espejo. Empecé a cepillar mi cabello hasta que se me ocurrió una brillante idea. Miré a la varita atraves del espejo y mis ojos brillaron maliciosamente.
Mi madre como siempre estaría en desacuerdo pero ¿que más daba? Ya no me importaba si le molestaba o no.

Cuando estuve lista fui directo hacia mi balcón y di un vistazo rápido. El suave viento movio con gracia los delgados mechones de cabello que caían cerca de mis orejas.
Suspiré un poco decepcionada.
No estaba, no había rastro de él y nada indicaba que esa noche Toffee se aparecería por aquí.
Tal vez ya deba de hacerme a la idea "nuevamente" de que no aparecería.
Y yo que deseaba más que nunca poder verlo.
Me di vuelta y me miré por última vez en el espejo.

La chica de cabello celeste me miró con un brillo en los ojos y sonrió complacida. Algo en mi me dio la fuerza y el valor para poder bajar.

Me encaminé hacía la puerta y miré de reojo a mi balcón. Las ventanas estaban abiertas y las cortinas ondulaban al compás del viento.

Ya era hora.

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