CAP. 7

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NOAH.

No creo que exista otra mirada como la suya, que pudiera matarme como si fuera un pecado estar más de 3 segundos contemplándola, y que a la vez me hiciera recordar, que algún día esa mirada me hizo sentir viva y se convirtió en mi dosis de felicidad particular.

Así es como me sentía en aquel momento, apoyada en un coche delante de él, no era capaz de sostenerle la mirada, ni si quiera mirarle a la cara. No podía dejar de pensar en las palabras que me dijo Anna antes de la pelea, y la verdad es que tenía razón; ningún chico estaría interesado en mí en su vida.

Más de una vez durante estos 3 años me he comido la cabeza pensando en un porque. ¿Porque Kylliam se acostó con ella? ¿Por qué me rompió el corazón de esa manera? Pero nunca encontraba una respuesta lógica a esa pregunta, la verdad es que siempre acababa llorando en mi habitación.

Intente miles de veces pasar página pero se me hacía imposible. Trate de eliminar ese sentimiento que tenía hacia él, pero aquí sigo, muriendo siete días ala semana por cada mirada, recuerdo, y beso que compartimos entre los dos. Se suele decir que " si amas a una persona, déjala ir ", y en un momento pensé que él estaba a tan sólo centímetros de mi, pero en realidad eran kilómetros.

Kilómetros en los que le daba igual lo que me pasará, lo que pensaba, incluso lo que sentía, porque seguramente ya no me quería como antes. No llego a comprender lo que pasó, pero de veras tío, le quería cómo no he querido a nadie, y ese era el problema.

Mi cabeza siempre me decía que no era lo suficiente buena para él, pero mi corazón era completamente suyo.

Me sentía un poco incómoda con el silencio que había entre los dos, así que sin decir absolutamente nada, me deshice del moño y empecé a andar hacia la puerta de la discoteca. No escuché pasos detrás de mí y me quedé más tranquila.

Antes de abrir la puerta me gire y vi que Kylliam seguía apoyado en la farola, mirando a la nada. Suspiré y al abrir la puerta choque con un chico que me resultaba bastante familiar, pero no le hice caso y seguí para adelante.

Me fui directa a la barra; necesitaba algo fuerte para olvidarme por un momento de lo ocurrido.

Necesitaba ahogar mis penas en el alcohol.

Me tomé un chupito de tequila, uno de vodka y otro de whisky, cuando iba a por el cuarto alguien me agarro de brazo y me quito el chupito.

Me giré y era Kat. Le miré con cara asesina y ella se empezó a reír.

-Llevo observándote desde que has entrado por esa puerta y creo que ya has tragado demasiado alcohol por hoy. ¡Ibas a beberte el cuarto chupito! ¿Pero en qué estabas pensando? ¿Quieres que te de un coma etílico? Tu madre me mataría.-empezó a decir preocupada moviendo los brazos de un lado para otro.

Le quite el chupito de la mano, lo alce y le dije: ¡A tu salud!.

Me lo bebí todo de un trago y no me raspo en la garganta, porque ya había perdido la cuenta de cuantos me había bebido aquella noche.

Kat se quedó con la boca abierta y yo le sonreí como una niña pequeña. Se quitó un mechón de pelo que le caía por la cara, y se empezó a reír, pero me pilló de sorpresa porque no entendía porque se reía. Se coloco el bolso en el hombro izquierdo, y me agarro de la mandíbula haciendo que la mirara a los ojos.

-Escúchame Noah, no pienso llevarte a tu casa y mucho menos a la mía para que se te pase la borrachera. O en 10 minutos te espabilas un poco y nos vamos o te quedas aquí sola; tú decides.

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