Primero voy a presentarme, mi nombre es Noah, Noah Waiter. Ahora haréis las típicas bromitas sobre mi apellido ( que en castellano significa, camarero ), adelante, reíros! Estoy acostumbrada; si os soy sincera, ami también me resulta bastante gracioso.
Vivo en la ciudad más grande del estado de Washington, en Seattle.
Para tan solo 17 años, me considero muy madura, teniendo en cuenta todo lo que he vivido a lo largo de mi vida, pero ya entraremos en detalles más adelante.
Soy más bajita de lo normal para mi edad, pero nadie me intimida, o eso es lo que pretendo aparentar. Mi pelo no es que sea algo maravilloso, pero ha decir verdad, no me disgusta del todo... es largo y moreno. Normalmente, todos los tios que me entran me dicen lo bonitos que son mis ojos. Que originales! Son tan solo verdes... no están mal.
No soy la típica chica decidida que va pisando fuerte sea cual sea el lugar por donde pasa. Tampoco soy de esas chicas de revista, que parecen hechas a medida (90-60-90.)
Pero tampoco quiero serlo. Soy más bien la chica de los "peros", la indecisa, la inestable. Que puedo pasar de estar llorando de la risa, a llorar como si me estuvieran matando lentamente; todo eso en cuestión de milésimas. No sufro de bipolaridad, pero digamos, que sus características se asemejan bastante a mi carácter.
Y sí, soy así, y hay días en los que me encanto y otros en los que daría lo que fuera por ser la típica chica de revista, porque como ya he dicho antes, soy una inestable, una indecisa.
Me cuesta ilusionarme por alguien, pero cuando lo hago, lo hago muy fuertemente, y claro, así acabo... Con una botella de vodka en la mano y un cigarrillo en la otra para acompañarlo.
Si, fumo. No estoy orgullosa de ello, de hecho lo he intentado dejar más de una vez, siempre en vano pero, lo que no haría nunca sería dejar de fumar por nadie. Es mi cuerpo, es mi vida y solo yo puedo decidir en ella. Dicen que fumar mata, pero joder, deberían de cambiar la palabra fumar por la de amar en los paquetes de tabaco, al igual que en las típicas frases que todo el mundo escribe por las redes sociales. Eso si que mata. Pero, cada quien se jode la vida a su manera, supongo.
Empecé a fumar hace 3 años, pocos meses después de haber cumplido los 14. Todo surgió por una mala racha que estaba pasando con mi familia, y también, por qué no decirlo, cuando el chico por el cual todavía sigo enamorada como una tonta, me rompió el corazón.
Él se alejó de mí y no tuve más remedio que hacer lo mismo. He estado todo este tiempo sin verlo... hasta ahora.
La verdad es que no tengo remedio, pero ¿cómo voy a tenerlo? Si quiero que me quieran pero no tengo ni puta idea de como querer, ni de lo que es el amor en sí. Porque han manchado tanto su concepto, le han puesto tantas etiquetas, que ya no se cuál es el verdadero significado de la palabra. Y mientras hago mis reflexiones sobre toda esta mierda, mientras intento hallar una respuesta...se me revuelve todo, las ideas, los pensamientos, los recuerdos; el estómago.
Y termino vomitando todas las palabras que nunca tuve valor a decir. Mi querido amigo vodka, que en aquella fiesta me hiciste hablarle, justo a él. Mostrándole mi lado mas inmaduro y a la vez mas sincero, dándole la bala que necesitaba para su pistola, para matarme. Le diste la opción de jugar con mis sentimientos y para mi suerte o mi desgracia, esta partida de póker solo acaba de empezar, yo y él, mis sentimientos y sus actitudes. Que gane el mejor, y que se salve quien pueda, si es que alguien puede.
Atte: una pequeña morena con actitud, enamorada de quien a día de hoy se ha convertido en un "chico malo" con actitud, pero en este caso, actitud de mujeriego.
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Hoola! Esperamos que os guste nuestra historia! La hemos escrito entre dos. De momento no vamos a dar ningún dato sobre nosotras pero si nuestro libro va creciendo ( gracias a vosotros ) abriremos una cuenta de Instagram para informaros de todo.Besssoss.
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POKER GAME
Romantizm¿Nunca has apostado todo lo que tienes por amor? ¿Y que todo se vaya a la mierda? Yo, Noah Waiter, aún teniendo un as bajo la manga, perdí la partida más importante de mi vida... o por lo menos, eso llegué a pensar.