POKER GAME

KYLLIAM

Hola, me llamo Kylliam, Kylliam Flour. Tengo 19 años. Vivo en Seattle, pero me gustaría vivir fuera de aquí, como por ejemplo en España (dicen que las españolas están muy buenas).

No soy el típico chico bien queda, que hace todo lo posible por quedar bien delante de las tías. A decir verdad, nunca he tenido la necesidad de hacerlo, porque siempre he ido sobrado con ellas. Llámame egocéntrico, pero, cada vez que paso por al lado de un grupo de tías, diez de cada diez, tienen que ir a casa corriendo a cambiarse de bragas.

Físicamente por si no a quedado claro, Brad Pitt a mi lado está en la mierda. Bueno, no voy a ser tan exagerado, digamos que sobrepasó la media en todos los aspectos; ¿por qué no decir que estoy bien dotado? Se nota que mis padres me hicieron con ganas. Soy alto, tengo el pelo castaño, los ojos verdes grisáceos, y el cuerpo bastante definido, con lunares por la espalda, en resumen: el chico de tus sueños, ¿o no?

Respecto al sexo, no tengo prototipo de chica. Me he acostado con muchas chicas (he perdido la cuenta) y entre ellas eran todas muy diferentes, he tenido mucha diversidad; En verdad, no a terminado de convencerme ninguna. Rubias, morenas, madres, profesoras... todas estaban potentes, pero la única persona que conseguía llenar a alguien era yo, porque nunca ha habido ninguna que me llenase a mi interiormente.

Bueno, miento.

Siempre ha habido una chica, pero desde lo que pasó, no la he vuelto a ver. Y sinceramente me jode, porque fui un cabrón con ella. Y aunque me cueste admitirlo, estaba jodidamente enamorado de ella... Estaba seguro de que no la iba a ver nunca más.

Hasta que la vi en aquella fiesta.

A partir de ese momento, me di cuenta de que terminaría siendo un juego muy tentador para mi, y que a la vez, me daría bastante vértigo. Pensé que podría llegar a revivir todo lo que había vivido con ella y además terminar lo que no pude años atrás...

A fin de cuentas, solo ella y yo fuimos testigos de lo que pasó hace años, y no tenía porqué saberlo nadie más. Era solo cosa de dos.

Lo que tenía bien claro era que ni de coña dejaría que otro tío le pusiera las manos encima. No se merece que jueguen con ella.

Ah! se me olvidaba lo más importante sobre mi. Mi padre. Murió de cáncer y era la persona que más apreciaba en el mundo. Justo antes de morir, me regaló una moto de cross: blanca, negra, roja y azul. Juré llevar las motos como estilo de vida. A él le encantaban; me solía llevar de pequeño a carreras...

Así que atento al dato: tocas mi moto o mencionas a mi padre, y estás muerto. No es una amenaza, es una advertencia. ¡Que coño, si, es una amenaza!

Atte: el chico con el que todas sueñan, pero el cual siempre ha soñado con tan solo una.

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Hoola! Esperamos que os guste nuestra historia! La hemos escrito entre dos. De momento no vamos a dar ningún dato sobre nosotras pero si nuestro libro va creciendo ( gracias a vosotros ) abriremos una cuenta de Instagram para informaros de todo.

Besssoss.