—¡¿Me podrías explicar que demonios estas haciendo?! —
Tenía cerca de 10 minutos de haber despertado, ya no estaban en aquel hotel claramente lujoso, ahora se encontraban en "la pocilga", o mas bien conocida como la habitación de Shizuo, Izaya estaba solo en aquella habitación, estaba atado a una silla, ni siquiera se podía mover y sabía que si lo hacía caería al piso
—¡Shizu-chan! —
Continuaba gritando con desesperación esperando que el rubio regresara con el, podía escuchar ruido en la casa, pero por mas que gritaba el rubio no regresaba a aquella habitación. Izaya tenía un fuerte chipote en la cabeza, lo menos que le pudo haber pasado tras haber sido golpeado con una máquina expendedora a decir verdad.
—¡Deja de ignorarme! ¡Bestia! —
Ni siquiera insultandole, provocandole o diciendo alguna tontería lograba que el rubio regresara con el, la garganta ya le dolía después de tanto gritar... suspiro resignado mientras dejaba caer su cabeza hacia atrás viendo al techo, no tenía su navaja, tampoco tenía su chaqueta, aún tenía toda su demás ropa puesta a excepción de los zapatos, suspiraba aburrido viendo al techo, aquel techo blanco que era igual de aburrido que Shizuo.
No sabía cuanto tiempo había pasado en la misma posición o cuantas veces había movido sus muñecas esperando soltarse pero solo consiguiendo rasparse con aquellas cuerdas. Shizuo le había atado correctamente, no solo para que no se fuera a soltar, sino que ante cualquier movimiento, este mismo se diera cuenta de que caería y mucho menos iría a recogerle.
—Esto es aburrido —
Murmuraba con pesadez, al menos si estuviera tirado en la cama o atado a esta podría dormir, pero no, tenía que ser a una estúpida silla que ni siquiera giraba, aquello era mucho mas aburrido de lo que pensaba. Divagaba en sus pensamientos, haciendo pequeños ruidos y soplando su cabello haciendo que este se moviera, era la primera vez que Izaya estaba completamente atrapado en un lugar, estaba desarmado y, aunque sabía que estaba en "peligro" podía claramente apostar que Shizuo no le haría nada. ¿Como lo sabía? Por el hecho de que aún tenía aquel anillo dorado, anillo que por mas que intentaba quitarse no podía, no porque no pudiera hacerlo, sino porque Shizuo había incluso atado ese anillo a su muñeca, hiciera lo que hiciera, atado en ese momento no podía quitarse el estúpido anillo.
—¿Que estas haciendo? Esto es aburrido... —
Murmuraba mientras veía aquella puerta blanca abierta, solo tenía la vista al baño y al pasillo de madera abandonado, había contado quien sabe cuantas veces las mismas rayas, había imaginado millones de situaciones en las cuales huía, pero nada, no lograba nada y no se quería mover puesto que sus piernas también estaban atadas a aquella silla.
¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Una hora? ¿Dos horas? Ni siquiera tenía un reloj como para saberlo, comenzaba a dormitar del aburrimiento, al menos hasta que los pasos secos de Shizuo comenzaron a escucharse.
—¿Pul...? —
Shizuo se quedó callado al verle cabecear, ¿Como era posible que aquel psicópata se viera lindo por estar quedándose dormido? Aunque a decir verdad, Izaya calmado, sin aquella molesta risa, sin aquella sonrisa socarrona y sin aquella molesta voz, se veía bastante... ¿Adorable? ¿Tranquilo? ¿Agradable? Realmente no sabría como describirlo, pero era un dolor en el trasero mucho menor que cuando estaba despierto, era incluso "agradable" estar a su lado.
—¿Porque me miras mientras duermo? —
Cuestionó el informante abriendo un ojo, parpadeo varias veces hasta incorporarse de nueva cuenta en aquella silla suspirando y bostezando
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Sr. and Sr. Heiwajima
Random¿Heiwajima? ¿Desde cuándo Orihara había cambiado su apellido por Heiwajima? ¿Era a caso una especie de broma estúpida donde Izaya solamente quería fastidiar a Shizuo? ... Pues no, no era una broma, ambos enemigos mortales ahora eran marido y... ¿muj...