Rastro.

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—¿Ropa blanca? —

Shizuo le miro mientras fruncía el ceño

—Medio mundo en Ikebukuro usa ropa blanca, además era una boda, se supone que todos deben ir de blanco, ¿No? —

—Si, pero ello sería solamente si la boda... —

Miro a Shizuo en completo silencio frunciendo el ceño, aquello solamente podría ser si la boda hubiera sido planeada con anterioridad y por supuesto que había sido planeada con anterioridad, ¿Pero quién? ¿Porque ellos dos? Nuevas dudas surgían en la cabeza de Izaya, se levantó dejando todo en la sala, necesitaba un lugar donde anotar las cosas y que no fuera su teléfono, había descubierto que mediante los Dollars le estaban vigilando, así que alguien del mundo de los Dollars tenía que ver con aquella estúpida boda o alguien lejano había logrado entrar a los Dollars a vigilarle, cualquiera de las dos cosas, necesitaba respuestas.

Regreso después de un rato, miro al contrario y se sentó en el sofá comenzando a escribir lo poco que sabía, no tenía demasiada información pero al menos tenía algo, suspiro un poco pesado mientras entre todos sus garabatos se entendían pequeñas palabras, al menos Shizuo solo entendía un poco, después de todo, la letra de Izaya no era la mejor del mundo, de hecho escribía mejor en preparatoria... negó desviando la mirada, de nuevo estaba divagando en cosas que debía evitar, suspiro recargándose en su brazo

—¿Ahora que escribes? —

Shizuo le veía con curiosidad aunque quería dejar de poner atención, las palabras de Kazuka comenzaron a hacer eco en su mente de una forma que no esperaba, resopló con pesadez, se levantó yendo a la cocina, necesitaba agua y aclarar sus cabellos, nada ganaría con estar pensando lo peor, además ahora tenía algo en mente y ello era conseguir información de una u otra forma, si le tenían como cobrador de deudas, recolectar sería mas sencillo, ¿O no? Regresó después de un rato al lado de Izaya quien ya tenía varias hojas arrancadas, sino tenía su tablero usaría hojas para dibujar sus fichas y comenzar a sacar conclusiones, era solo necesario que dejara su comodidad y comenzara a pensar de nuevo como solía hacerlo, era hora de apartar todas las estupideces de su cabeza y ponerse serio.

Al paso de unos minutos esas hojas se volvían más y más, Shizuo solo le veía mientras fruncía el ceño, conocía esa mirada, la mirada que tanto odiaba y que solía siempre perseguir para matar, había perdido a Izaya en sus propios pensamientos, se levantó sin tocar ninguna hoja ni hacer el menor ruido posible, tenía que ordenar la cama y levantar todo el desastre que se había hecho con Kazuka, dejaría a Izaya tranquilo mientras el por su parte solo ordenaba la casa, quien sabe cuanto tiempo tardaría Izaya en hacer completamente sus dibujos o garabatos, mientras, tenía tiempo para despejar su cabeza, para dejarle trabajar y no molestarle.

Así estuvo casi dos horas, Shizuo estaba ordenando la casa entera como siempre lo hacía aunque haciendo el menor ruido posible mientras escuchaba el sonido del lápiz rayando el papel, suspiro limpiando el sudor de su frente, tomo un par de pasadores sujetando sus cabellos dejándolos hacia atrás mientras seguía escuchando ese sonido del lápiz, escuchaba hoja tras hoja que era arrancada, quien sabe ya cuantas llevaría, pero si seguía así se acabaría aquella libreta, cosa que no le importaba pero sería un desperdicio de hojas el tener luego que tirarlas a la basura pues estaba seguro que no se podrían reciclar. Un "ja" le hizo levantar la cabeza, había arreglado el lavamanos que el mismo había destrozado, salió del baño encontrándose con la sonrisa socarrona de Izaya y una hoja en donde habían al rededor de diecisiete nombres, después de haber ido descartando nombre tras nombre de todos los que habitaban en Ikebukuro, se había quedado con diecisiete sospechosos que apostaba tuvieron algo que ver en su boda y en el desastre de su embarazo

Sr. and Sr. HeiwajimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora