Orihara

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Solo el sonido de las sirenas se escuchaban, Shizuo estaba parado en aquel lugar escuchando como las personas murmuraban y como el sonido desaparecía lentamente de sus oídos y solo aquellas palabras se repetían en su cabeza

Orihara, Orihara...

Hacían eco en su cabeza una y otra vez, todo el mundo se alejaba de Shizuo al ver como este apretaba sus manos, como su mirada se perdía en la completa nada... todo el mundo retrocedió gritando, incluso la misma policía había entrado en pánico ante el grito desesperado y desgarrador de Shizuo, había salido corriendo sin rumbo alguno, al menos eso era lo que se aparentaba. Buscaba desesperadamente a aquel pelinegro que tenía un mes sin ver, corría empujando a todos y todo lo que se interponía en su camino, solo quería buscar a Izaya, quería verle, quería que aquellas cartas solo fueran una horrible mentira

—¡Izaya! —

Gritaba desde lo más profundo de sus pulmones, había llegado corriendo desesperado hasta llegar al apartamento del contrario, ni siquiera se había molestado en usar algo como el ascensor o llamar a la puerta, había subido los pisos uno tras otro corriendo desesperado, en algún punto sus gafas se habían caido al piso y este simplemente no se había dado cuenta, su desesperación, su respiración agitada, todo el estaba concentrado en encontrar a Izaya. Había roto la puerta solo para encontrar al informante, había entrado jadeando, su respiración se hacía más y más irregular hasta que pudo ver una figura en el balcón, se acercó sin quitarse los zapatos ni nada, solo quería asegurarse de que era Izaya...

Había llegado al balcón y el frío de la noche junto con el olor a cigarrillo le había golpeado, pudo ver a Izaya con el teléfono en la mano y un cigarrillo recién encendido en su mano, este estaba a punto de llevarlo a su boca cuando por detrás había sido detenido por Shizuo, tiró aquel cigarrillo por el balcón al mismo tiempo que Izaya suspiraba

—¿Porque fumas Shizu-chan? —

Aquella pregunta le descolocó, pero sinceramente el sabía porque ultimamente solía hacerlo

—Para olvidar el dolor... —

Izaya soltó una risilla totalmente apagada al mismo tiempo que se recargaba en su brazo viendo aquella ciudad que seguía hecha un caos, la ciudad entera parecía estar cayendose a pedazos y no era por causa de Izaya

—Tal vez debería comenzar a fumar... — murmuró, hubo un pequeño silencio y después continuó —Kururi y Mairu murieron... —

Fue lo último que dijo, Shizuo seguía detras de él, sintió como Izaya apretaba su ropa, si bien decía no quererlas, que le desesperaban y que esperaba no encontrarse con ellas, el las quería muy muy dentro suyo, no solía llevarse demasiado bien con aquel par puesto que al ser demasiado solitario sentía y sabía que ellas solas podían cuidarse bastante bien, las había visto varias veces defenderse, ver aquellas expresiones llenas de alegrías e incluso, sabía que eran lo suficientemente inteligentes... suspiro riendo mientras las lágrimas se escapaban de sus ojos y recorrían sus mejillas... todo se había vuelto un asco, ni siquiera quería llorar y sin embargo en ese mismo momento lo estaba haciendo al mismo tiempo que apretaba la manga de Shizuo sin dejar que este le viera. Aquel par de locas se habían enterado sobre su embarazo y le habían mandado un pequeño par de mamelucos para aquellos bebes, uno amarillo y uno negro, ¿había sido demasiado obvio con aquel embarazo o es que ellas se habían comenzado a interesar por quien menos las quería? fuera lo que fuera, ahora ni siquiera tenía la oportunidad de saberlo, solamente le habían sido arrancadas, y si bien no debería dolerle puesto que nunca le importaron, ahora lloraba desesperado.

Shizuo le veía y al mismo tiempo veía como apretaba su manga, sentía como este temblaba y escuchaba aquella risa totalmente quebrada, ya nada tenía sentido... se acercó más al contrario abrazándole por detrás, le apretó ligeramente mientras Izaya lentamente dejaba de reír para llorar apretando la ropa de Shizuo, solo ellas le habían dicho que le querían, aunque fuera por mero compromiso, aunque fuera una broma, aunque siempre le habían molestado, aunque eran las que menos quería, aunque... eran sus hermanas, eran quienes ahora no vería de nuevo, quienes le habían hecho una tarjeta que aunque estuviera realmente fea ellas mismas la habían hecho, quienes le habían aconsejado que fuera con Shizuo antes de que las cosas se pusieran peor para él, que no valía la pena seguir solo y mucho menos con dos niños que sabían que el no podría cuidar pero que querían ver... aquel par que esperaba con ansiedad conocer a Kazuka, aquel par que...

Sr. and Sr. HeiwajimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora